Publicado el viernes 16 de noviembre de 2006 - Edici�n No. 872 | Inicio | | Foros | Favoritos | Buzón | ? |
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Viajando en un 'diablo rojo'

Quien sube a diario a un 'diablo rojo' siempre tiene una historia que contar, la mayoría de las veces es la crónica de un viaje estresante y frustrante.

Raúl Carrillo

A las 5:30 de la mañana, cuando ni siquiera se vislumbra cómo será el día, si lluvioso o soleado, Dionisia Calderón espera el bus en la parada de la barriada de Alcalde Díaz, donde vive. A sus 54 años, tiene todo el derecho para decir que el servicio de transporte público, en 30 años que lleva utilizándolo, no ha mejorado nada, al contrario, han aumentado los tranques, hace falta más buses y la calidad del servicio ha empeorado.

En la parada hay alrededor de 40 personas a la espera del primer bus que aparezca. Se acercan algunos, pero todos pasan de largo, repletos de pasajeros.

Dionisia, que lleva media hora esperando, mira su reloj y se preocupa al ver el cielo nublado. Cuenta que el dinero no le alcanza para comprar un automóvil y no le queda de otra que utilizar el autobús para llegar a su trabajo, una empresa que se dedica a la comercialización de autos, ubicada en la vía Ricardo J. Alfaro.

Sauna bajo la lluvia

Han dado las 6:00 a. m. y Dionisia todavía está en la parada. ‘Ahora sí ya voy tarde, como ayer, que llegué casi a las 9:00, cuando yo entro a trabajar a las 8:00 de la mañana’.

Ya había comenzado a llover cuando logra montarse en un bus Alcalde Díaz-Transístmica, abriéndose paso entre los demás, sin importarle que ese bus no es de la ruta que la llevará a su destino. La idea es llegar por lo menos hasta San Miguelito, donde, según ella, es menos difícil conseguir transporte que en Alcalde Díaz.

‘De la que nos libramos’, le comenta Dionisia al pasajero de al lado al escuchar la lluvia golpear el techo del ‘diablo rojo’, que se ha convertido en un sauna al tener que cerrar todas las ventanas.

‘Qué calor del demonio que hace’, comenta un hombre; es un >>> >>> obrero que debe trasladarse hasta Paitilla, donde trabaja en una obra de construcción. ‘Es por el gusto que uno se levante a las 5:00 de la mañana, si igual se llega tarde, porque no hay muchos buses y los pocos que hay van todos llenos’, se queja.

Se estima que en la provincia de Panamá, al día, se realiza un millón de viajes en transporte público, y hay mil 300 autobuses que cubren las rutas del área urbana, según la jefa de Relaciones Públicas de la Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT), Ivette de León.

A la altura de Los Andes, el autobús logra avanzar apenas cada cuatro minutos. Los cerca de 90 pasajeros que van dentro han quedado atrapados en un tranque.

‘No podemos bajarnos porque está lloviendo, y es por el gusto coger un taxi con este tranque, además hasta donde voy yo, me cobran mínimo cuatro dólares’, dice Sofía, una joven que trabaja como recepcionista en un hotel de la Avenida Balboa.

Sofía cuenta que los tranques que se forman con las lluvias son ‘el pan nuestro de cada día’ para aquellos que viven en áreas alejadas del centro de la ciudad, como ella, que vive en Las Cumbres. ‘Encima de todo una se tiene que aguantar el calor, que la pisen, y llegar vuelta leña al trabajo’.

‘En buen panameño, decirle a alguien que viaje en un 'diablo rojo', es como decirle que se tiene que aguantar tranques, la bachata o el reggae a todo volumen y hasta en algunas ocasiones la grosería de algunos choferes’, comenta una señora que se dirige a la Caja de Seguro Social.

Los malos recuerdos

Por fin ha escampado y el autobús ha logrado avanzar hasta llegar al puente de San Miguelito. Dionisia se ha bajado para hacer trasbordo y detrás de ella le sigue Sofía. Dionisia le aconseja tomar un bus que vaya por toda la Tumba Muerto, porque la Transístmica, por las mañanas, casi siempre está trancada.

Una vez en el bus Tumba Muerto-Tocumen, el tranque es menos desesperante que en el tramo anterior. Sofía le comenta a Dionisia que es mejor sentarse adelante, que es peligroso hacerse muy atrás.

‘Es que en caso de una emergencia, es difícil después tratar de salir, como les pasó a los que iban atrás del bus que se quemó’, dice la joven recepcionista, haciendo una mueca de pavor.

Se refiere al accidente en el >>> >>> que perecieron 18 personas calcinadas, el 23 de octubre, en la avenida Martín Sosa.

Luego de este suceso se iniciaron operativos por parte de la Policía de Tránsito para verificar que los autobuses tengan salida de emergencia, extinguidores a bordo, entre otros requisitos de seguridad.

Sin embargo, ante la amenaza de paro que lanzaron la semana pasada los transportistas de la capital, el director de la ATTT, Severino Mejía, accedió a permitirles usar llantas reencauchadas, entre otras concesiones.

Además, se ha preparado un proyecto de ley que introduce reformas a la legislación del transporte, como por ejemplo, limita el número de los pasajeros que vaya de pie, explicaMejía.

Dicha propuesta, que será presentada este mes ante el Consejo de Gabinete, intenta reformar la normativa vigente y contempla también aumentos en las sanciones a los transportistas que violen la ley.

La esperanza

Falta un cuarto para las 9:00 cuando Dionisia Calderón llega a su trabajo, mientras Sofía continúa su viaje hasta la Universidad de Panamá, donde se bajará para tomar un taxi hasta el hotel donde trabaja.

‘Ojalá que el servicio de transporte mejore algún día, porque la verdad es incómodo viajar en un 'diablo rojo’, comenta, y agrega que un taxi desde su casa le cobraría más de cinco dólares.

‘Y esto no es nada, todavía me espera el regreso, a las 5:00 de la tarde vuelve a subir la marea, todo el mundo sale de su trabajo’.

Por su parte, Dionisia dice que a esa misma hora en la parada de la vía Ricardo J. Alfaro, ‘es otra lucha tomar un bus de Alcalde Díaz’.

Según fuentes de la ATTT, se espera que a finales de 2007 la primera fase de las obras de adecuación de vías esté lista, antes de que se implemente el nuevo sistema de buses articulados. Se estima que esta obra tendrá un costo de 130 millones de dólares.

Este sistema, que se espera solucione la problemática del transporte público, quedará instalado en tres de las más importantes vías de la ciudad: Villa Zaíta en Las Cumbres, siguiendo la vía Transístmica hasta Calidonia; desde la vía Domingo Díaz con la Ricardo J. Alfaro (Tumba Muerto), hasta Calidonia. Por último, la Vía España, desde el estadio Rommel Fernández hasta Calidonia.

De acuerdo con los estudios realizados, durante las horas pico los buses articulados pasarán con mayor frecuencia, mientras que en las horas más lentas se espera que transiten con intervalos no mayores de 10 minutos.


 
 
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