Todos los implementos de los salones de belleza deben seguir un proceso de esterilización apropiado para evitar que los clientes se contagien por hongos, virus o gérmenes.

El término ‘salón de belleza’ indiscutiblemente es relacionado con ‘belleza’. No obstante, en algunas ocasiones, tan solo visitar este lugar puede resultar aterrador. Así lo es para quien acude a depilarse las cejas y el bozo, y sale con la cara quemada; para quien va con intención de hacerse un cambio de look y acaba peor que cuando entró; para quien se va a peinar para una boda y termina repeinándose sola al apuro, o para quien se va a hacer una pedicura y regresa a casa con infecciones en los pies.

En esta ocasión hablaremos de esto último, para lo cual es mejor prevenir que lamentar, pues a nivel mundial se están viendo situaciones de acumulación de bacterias y hongos en los recipientes de hidromasaje para pies, asegura Blanca de Phillips, directora administrativa de Sedeca, preocupada por crear una campaña para promover la higiene en estas instalaciones.

En los salones de belleza, la limpieza debe ser estricta y aplicarse en todos los utensilios que se utilizan, desde los platones para los pies hasta las toallas y capas que se colocan al cortar el cabello.

>Ataca los gérmenes

Con el incremento de los salones de belleza, la importancia de la limpieza aumenta, por lo tanto, los que dan el servicio tienen como responsabilidad profesional impedir que se generen enfermedades contagiosas en su ambiente de trabajo, pues además de proteger la salud del cliente, estarán protegiendo su reputación como empresa.

Cuando en el salón de belleza se emplean las toallas y los instrumentos sin esterilizar se pueden transmitir enfermedades endémicas de un cliente a otro. Para evitarlo, existen distintos mecanismos para matar las bacterias, sea calor o >>> >>> agentes químicos: desinfectantes, fumigantes y antisépticos.

Antes que nada, la difusión de la higiene nace del estilista. Primero, debe lavarse las manos después de salir del sanitario y después de terminar con un cliente. Luego, saber que no puede usar la misma toalla en más de un cliente. Estas toallas deben esterilizarse correctamente con agua caliente o hervirlas, y después de secas, guardarlas en una gaveta limpia hasta su uso.

Además, Blanca de Phillips indica que lo más higiénico es separar las toallas para pedicura de las que se usan para manicura, para la cabeza, para los masajes, etc. , y no juntar unas con las otras.

‘Igualmente tener cuidado de que en las lavanderías no junten las toallas de un salón con las de otro’, agrega, pues ha escuchado de casos semejantes.

En cuanto a los utensilios, la Resolución No. 79 del Ministerio de Salud exige que todo lo que haga contacto con la persona debe ser desinfectado luego de cada uso. Los platones, alicates, cuchillas, limas, peinillas, cepillos, tijeras, máquinas de cortar cabello y otros instrumentos usados en los salones, deben limpiarse a fondo luego de usarse en cada cliente, para después sumergirlos por un mínimo de 10 minutos en una solución antiséptica que proteja contra hongos, virus y gérmenes, enjuagarlos al terminar la inmersión y entonces estarán listos para usar.

‘Lo ideal es que la manicurista tenga dos juegos de herramientas y mientras atiende con uno, deja el otro en la solución para así esterilizar al 100%’, recomienda Manuel José Paredes, distribuidor del producto desinfectante Barbicide.

Con respecto al cloro, Paredes indica que de utilizarse en grandes cantidades puede oxidar el utensilio o hacerle perder su filo en el caso del alicate o tijeras. ‘Sabemos que el cloro es un gran limpiador, pero en este tipo de implementos ya no se usa, pues existen productos específicos que limpian más profundo y atacan, por ejemplo, el espectro de los gérmenes como el del VIH, que a lo mejor el cloro no aborda’.

>Consejos prácticos

Phillips, cuya compañía brinda productos desinfectantes tanto para manos como para utensilios, hace énfasis en educar a los estilistas y manicuristas, ‘deben lavarse y desinfectarse las manos nuevamente si es interrumpido durante un servicio para contestar el teléfono o por cualquier otra actividad, y procurar mantener su vestuario limpio, pues en caso de ensuciarse con sangre o químicos, debe limpiarse o cambiarse de inmediato’. De igual forma recomienda a los clientes desinfectar sus manos antes de recibir atención.

En el mundo de los utensilios, señala la importancia de limpiar y desinfectar todos los implementos no-porosos y de acero inoxidable en la solución desinfectante, para luego guardarlos en un recipiente limpio.

Phillips recuenta que en varios salones de Estados Unidos se está implementando el uso del ‘paquete para el cuidado de la uñas’. ‘A medida que se van desinfectando las toallas y utensilios de manicura o pedicura, se van colocando en una bolsita sellada para luego entregársela al cliente, es la forma de aumentar la seguridad personal del consumidor, y lo estamos implementando en varios salones en Panamá’.

Además, hay algunos cuidados significativos que se pasan por alto, como ‘mantener los pisos barridos en todo momento; las ventanas, persianas y cortinas limpias; los baños desinfectados y las manecillas de las puertas y auriculares de teléfonos también limpios. Depositar todos los materiales de desecho en un recipiente metálico con tapadera de cierre automático y vaciarlo frecuentemente durante el día’.

Los olores también deben ser controlados, como los causados por monómero líquido, por lo que se debe desechar el acrílico usado y otros materiales para uñas artificiales y se debe tener buena ventilación y control del polvo. También es mejor ofrecer a los clientes vasos desechables y evitar comer, fumar y guardar comida en un refrigerador que sea usado para almacenar productos del salón.

>Regulaciones oficiales

El Ministerio de Salud establece en la Resolución No. 79 todos los detalles para mantener la calidad sanitaria adecuada en las instalaciones de salones de belleza.

Entre ellas, exige un basurero por cada silla de corte de cabello, calentador de agua con capacidad para una temperatura mayor de 70 grados centígrados, fregador para lavar utensilios, recipientes de esterilización resistentes a químicos, dos inodoros para el público separados por sexo, mantener el mobiliario libre de artrópodos o roedores, aparatos e instrumentos capaces de limpiarse y desinfectarse después de cada uso, navajas desechables para rasurar o depilar, y contar con suficiente cantidad de equipo para permitir la adecuada desinfección de los implementos utilizados.

En tanto, Phillips refuerza en que los implementos no deben esterilizarse una vez al día, sino después de cada uso, y añade que lo más recomendado es que cada uno lleve sus propios implementos.

Advierte sobre un incidente que le ocurrió a una conocida, ‘es una muchacha diabética que fue a hacerse una pedicura a un salón de belleza y se le pegó un hongo en el dedo gordo del pie que luego se le traspasó a todos los dedos de ambos pies. Entonces, para evitar accidentes de este tipo, muy propensos a suceder, uno debe exigir, con respeto, higiene de quienes recibe un servicio’.