Hoy se celebra el Día de la Leche. Distintos profesionales de la salud afirman que este es un alimento completo; asimismo, recalcan la importancia de su consumo en las distintas etapas de la vida de la mujer.

El Día Mundial de la Leche se celebró por vez primera el 1 de junio de 2001, por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, siglas en inglés), como una propuesta para destacar el valor nutricional de la leche en la dieta del ser humano.

El calcio es decisivo para un buen desarrollo y mantenimiento óptimo de los huesos, por eso, luego de pasar el período de lactancia materna (la cual se recomienda hasta los 18 meses de edad del bebé), un alimento completo que satisface esta necesidad es la leche de vaca.

Entre las propiedades de la leche se pueden enumerar -además del calcio- el fósforo, proteínas como la caseína, sales, grasas y carbohidratos. La médico cirujano con especialidad en nutrición Itzel Velásquez está convencida de que la leche de vaca es un alimento tan completo que ‘si solo tuviéramos leche para comer podríamos sobrevivir’.

Además de Velásquez, otros profesionales de la salud aprovechan este día para recalcar el beneficio de la ingesta de leche en la mujer durante las diferentes etapas de su vida -adolescencia, embarazo, lactancia y edad adulta-.

>En la niñez y adolescencia

Por ejemplo, Velásquez dice que el consumo de leche en la infancia debe ser igual tanto para niñas como para niños. Ella recomienda de ‘tres a cuatro vasos de leche por día y no necesariamente debe ser una leche entera, si el infante tiene un problema de sobrepeso puede dársele una leche descremada’.

Llegada la adolescencia, algunas niñas rehúsan tomar leche o sus derivados porque le temen a los brotes de acné. En este aspecto, Velásquez indica que ‘para evitar el acné, la adolescente puede tomar leche descremada, pues la leche entera tiene grasas saturadas (que son grasas malas, grasas de animales)’ y apunta que el que consuma leche descremada no va a intervenir con su desarrollo normal.

Añade, que en la adolescencia y a partir de los 10 u 11 años, la niña debe doblar su consumo de leche, por estar próxima la edad del desarrollo y debe continuar con esta costumbre hasta sus 17 años.

Velásquez cuenta que el cuerpo humano nunca deja de asimilar el calcio que se le proporciona a través de la leche, sin embargo, afirma que es en la niñez y adolescencia en que se logra acumular la mayor cantidad de calcio en sus depósitos, lo que ilustra con la comparación de que los depósitos de calcio son como las gavetas de una refrigeradora. Esto lo amplía con mayores detalles la jefa del Departamento de Nutrición del Ministerio de Salud, Odalis Sinisterra.

>A partir de los 18 años

Sinisterra, quien es licenciada en Nutrición, indica que ‘durante las dos primeras décadas de la vida se adquiere el 95% de la masa ósea máxima, que es la reserva del calcio esquelético para cubrir la pérdida del calcio en los años posteriores. Por eso es importante que la mujer hasta los 25 años cubra sus mil miligramos (mg) de calcio, porque está formando su masa ósea y dependiendo de eso [es decir, de que si los consuma o noI ella tendrá un riesgo de osteoporosis’.

Con respecto a las necesidades de calcio, Sinisterra cuenta que esto varía de acuerdo a la edad, por ejemplo, ‘hasta los 25 años deben ser mil miligramos de calcio, luego de los 25 años serían 800 mg de calcio’. Indica, entonces, que ‘para cubrir mil mg de calcio, la mujer debe ingerir tres vasos de leche descremada, dos rebanadas de queso amarillo o dos vasos de leche íntegra más tres rebanadas de queso amarillo’, y añade que este consumo es diario.

>En la maternidad

¿Cuál es la relevancia de la leche en el embarazo y la lactancia? El ginecólogo y obstetra Rafael de Gracia lo explica. Señala que ‘los beneficios de tomar leche entera en cualquier ser humano son los mismos: provee calcio, proteínas y grasas primordialmente’. Y ‘en las embarazadas el aporte nutricional es igualmente necesario, aunque los requerimientos, en general, aumentan, pues se requieren más aportes de proteínas, grasas y calcio que una mujer no grávida’, puntualiza de Gracia.

Recalca que la leche debe estar dentro de la dieta diaria de una mujer en estado de gestación y en el período de lactancia, por lo menos, ‘12 onzas de leche diaria’. Y procede a aclarar dos puntos: primero, durante la gestación y el puerperio la ingesta de leche contribuye tanto a fortalecer el propio organismo materno como a enriquecer los aportes nutricionales al feto en crecimiento; segundo, de ninguna manera el tomar leche durante la lactancia aumenta la producción de leche materna –esto es una leyenda urbana-’, explica el ginecólogo-obstetra. Añade que el tomar suficiente agua sí contribuye a aumentar la cantidad de leche.

Y aclara que no es que el calcio disminuya exactamente durante la gestación, sino que los requerimientos de calcio para el desarrollo fetal y del organismo materno aumentan. Es decir, que ‘si no tiene aportes extras de calcio, [el organismoI echa mano al calcio de otros lugares (dientes, uñas, huesos) para dirigirlo al feto, lo que sin lugar a dudas le restará calcio a la madre gestante’, sustenta.

Con respecto a las embarazadas que no les agrada el sabor de la leche o que no están acostumbradas a ingerir este líquido alimenticio, de Gracia considera que la solución sería ‘tomar sustitutos de la leche entera, como la leche de soya, deslactosadas o descremadas y, si nada de esto le satisface, bien puede complementar la ingesta de calcio mediante el uso de tabletas’.

Asimismo, informa que la mujer embarazada debe procurar ingerir ‘un total de mil mg de calcio diarios, repartidos entre las comidas y los suplementos vitamínicos (si come bien, con 500 a 600 mg de calcio adicional al día debe ser suficiente)’.

Por lo que vuelve a recalcar que el calcio es considerado un ‘nutriente crítico, idealmente el preparado a base de carbonato de calcio, que es el que más calcio aporta’ en el período de gestación.

Por último, indica que si la madre gestante ha tratado de ingerir leche pero tiene reacciones a la vitamina principal de esta, la caseína, o a la lactosa, entonces, puede ‘intentar comer garbanzos, col, soja, sésamo, almendras, espinaca, cereales integrales, brócoli, berro, cebolla, salmón, sardinas, yema de huevo, entre otros’.

>La mujer madura

La médico Velásquez comenta que las mujeres mayores de 55 años deben doblar su consumo de leche. Advierte que no con la idea de depositar calcio en sus depósitos porque esto no se da a esta edad, sino por ser la mujer más propensa que el hombre a sufrir de osteoporosis. Y si no consumió el calcio necesario en su juventud, debe hacerlo ‘para que no caiga tan rápidamente en una osteoporosis’.

Cuando la mujer entra en los 50 años, por lo general, está atravesando la menopausia, apunta Velásquez, por lo que es preferible que tome a esta edad leche descremada. Además porque si bebe leche entera, a esta edad la grasa ya no será aprovechada por las hormonas, sino que se depositará en cualquier parte del cuerpo, lo que causará gordura.

Otro beneficio de consumir leche descremada o deslactosada, es si tiene problemas cardiovasculares, ya que le funciona mucho más consumir leche sin grasa o de bajo contenido de esta. Recalca Velásquez otra importancia de la leche, al beneficiar a los pacientes operados.

Actualmente en el mercado panameño se pueden encontrar leches fortificadas con vitaminas A y D, y sólo algunas incluyen hierro y ácido fólico; por lo que ‘hay una propuesta de un decreto ejecutivo para fortificar la leche con hierro y ácido fólico, principalmente beneficiaría a la mujer en edad fértil, previniendo la anemia y defecto del tubo neural’, informa la jefa del Departamento de Nutrición del Minsa.