Publicado el viernes 1 de junio de 2007 - Edici�n No. 898 | Inicio | | Foros | Favoritos | Buzón | ? |
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EL PERSONAJE
Yomira John
Todas las mujeres que hay en mí

Luego de pisar escenarios en diversos países de América y Europa, la intérprete panameña vuelve a su país a establecer su familia, disfrutar del sabor del arroz con coco y guandú, y a interpretar boleros.

Esther Arjona

Algunos que conocieron a Yomira hace más de 20 años dirán que ha cambiado muchísimo. No es la misma que cantaba en el coro de la iglesia de Pueblo Nuevo, que dictaba cursos de catecismo y que organizaba rifas para obras benéficas.

Otros dirán lo contrario; que pese a que la vida le cambió cuando decidió salir de Panamá a probar suerte con su carrera artística, sigue siendo la mujer sencilla de risa franca que no ha olvidado a sus vecinos y mucho menos a su familia.

Con ella conversamos el Día de María Auxiliadora. Su visita a las oficinas de La Prensa se extendería luego a su barrio (Pueblo Nuevo) y a la iglesia. Allí caminaría la procesión, saludaría a viejas amistades y conversaría con sus familiares.

Algunas cosas lucen muy simples, pero no todos los aspectos de volver son sencillos.

Para Yomira, este regreso significa, como dice para ella misma, ‘una nueva 'Yomiaventura', una nueva vida con mi familia, con mi hijo y mi esposo, y que va a comenzar una experiencia nueva porque nunca he vivido en Panamá de esa forma’.

Hasta cierto punto, comenta la cantante, ‘es más fácil irse que volver, porque te vas siempre pensando en que vas a volver y con una meta de unos dos, tres, cuatro años, y en ese tiempo tú vas a descubrir cosas. Me fui siendo una estudiante, con una llamada independencia, pero no completamente destetada. Ahora estoy tomando mis propias decisiones y fundando mi hogar con una forma de ver las cosas más amplia, con un paquete de información y cultura, proyectos, vida artística y convivencia con otras culturas’.

El regreso es también para Yomira un desafío para vencer aquellos ‘pequeños demonios que tienes desde pequeño, esas ‘ñáñaras’, por cosas que en algún momento pudieron ser frustrantes’, pero sobre todo, se trató de una necesidad de volver a las raíces, de comer la comida de uno, escuchar la música de uno y de estar con la familia.

‘En un momento dado, el lenguaje maternal, el del vientre, el de tu tierra, se vuelve imprescindible, y yo, desde hace ya algún tiempo, necesito hablar panameño, comer panameño y tener una memoria de mi época’.

Para quien está afuera hay una sensación de pérdida, de momentos que se dejaron de disfrutar o vivir. Pero el vivir en otro país ofrece también algunas ganancias: ‘La confianza en mí, descubrí mi nación, mi país, los valores de esta tierra y los valores humanos. ‘Eso me ha permitido darme cuenta de las cualidades de mi tierra, de lo bello de ser panameña, de haber nacido en el ‘Tercer Mundo’.

John creció profesionalmente en Francia, donde dio a conocer las cualidades de los latinoamericanos, más específicamente, de los panameños.

>Nuevos proyectos

Ya de vuelta en Panamá, todas esas vivencias, sumadas a una gran

nostalgia, están dando forma a un proyecto que, si bien aún no tiene nombre, se encuentra bastante avanzado.

‘Por primera vez decidí escribir mis propias vivencias, escribir mis propias letras, hacer la música y meterme de lleno en un proyecto musical. Hacer la música es un pretexto para hablar de mí y de mis sentimientos’, dice Yomira.

A riesgo de sonar ególatra, explica que ‘uno no puede transmitir otra cosa, no puedes dar a otro lo que no te das a ti’.

Este proyecto, según su autora, producto de la nostalgia, ofrecerá sonidos no solo panameños, sino de toda América y algunos de África.

‘Hay temas como Cabanga, Madre tierra. . . , mezclamos sonidos y letras emberá, usamos acordeón francés porque es también parte de mi mundo, es un todo’, afirma.

Para este proyecto Yomira busca productores asociados, por eso, aun no hay una fecha concreta para su realización.

Pero tal vez el proyecto más importante es el de formar y establecer una familia y tener hijos. ‘Siempre me gustó andar con la mochila al hombro, pero llegó el momento de sentar cabeza’.

>Redescubriendo el bolero

‘No es lo mismo cantar bolero en Francia que en Panamá o en cualquier otro país de habla hispana, en donde cada frase y cada suspiro tiene su fuerza, y aunque los europeos son muy apreciadores de los boleros, el sentimiento no se traduce igual’, asegura Yomira.

‘Panamá es un país muy de boleros que después se tradujo en baladas porque no nos queda otra que lo que nos da la radio, pero en realidad, el panameño es de boleros, del guapeo sabrosito, incluso el bolero para sentarse a llorar, porque es como un desahogo’, comenta.

Ese redescubrimiento lo hizo Yomira en la clausura de la Feria del Libro, donde se hizo un sencillo, pero sentido homenaje, a figuras que se dieran a conocer interpretando ese género de origen cubano que varios países han hecho suyo.

‘Me quedó claro que es posible abrir esa comunicación musical a través del bolero, bien cantado, de interpretación, como lo cantaba Olga Guillot o La Lupe, ese bolero que llegó de Cuba y aquí se hizo panameño y en México se hizo mexicano; el bolero se diversificó en América y es un buen momento para que Panamá vuelva a dar al mundo esa visión que tiene del bolero y yo me postulo para eso’.

>Versatilidad

Para muchos, Yomira John es conocida como intérprete de boleros, sin embargo, ella tiene un punto de vista mucho más amplio. ‘Yo me veo como una artista que interpreta la vida, y la vida no es sólo bolero. Las pasiones son diferentes también, así que cuando yo canto tamborera o bullerengue me siento como una cantalante’.

Según Yomira, la interpretación de un género está ampliamente relacionada con los diferentes períodos que atraviesa uno en la vida.

‘Como mujeres tenemos muchas opciones, no todos los días somos las mismas ni todos los períodos son iguales, y yo aprovecho eso para sacarle partido a cómo me siento, aunque no me gusta el término, diría que soy una cantante versátil; corresponde a mi nacionalidad, a nuestra tierra, porque es lo que nos llega.

>Y, en adelante. . .

Yomira ha regresado a Panamá ‘a vivir, a criar a mi bebé, quisiera tener otros dos, tres más, me gustan las grandes familias. Me gustaría cantar en Panamá. Uno de mis sueños es hacer un proyecto musical, un concierto, un recital en Panamá como los he hecho en México, en Francia, en Europa, ese sería uno de mis anhelos: compartir todas las mujeres que hay en mí y que han nacido todas aquí, poder compartirlo con Panamá sería genial.


 
 
ESTA SEMANA
Todas las mujeres que hay en mí
A tomar leche
Una nueva soberana
 
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