2007 fue declarado año de la calidad educativa, luego de que 2006 concluyera con 164 días de clases y con deficiencias académicas en las escuelas oficiales. La educación necesita del auxilio de sus pilares: educadores, autoridades, estudiantado y padres de familia.

Catastrófico’ fue la respuesta inmediata que pronunció María*, licenciada en enfermería y madre de familia de un estudiante de sexto año, cuando se le preguntó qué opinaba del año escolar 2006. María desconoce las cifras oficiales que aún está procesando el Ministerio de Educación (Meduca), pero su respuesta la basa en que de un salón de 40 estudiantes del Instituto Nacional sólo se hayan graduado 12. Su hijo Mario* fue uno de los 28 reprobados.

Ella achaca el fracaso escolar de Mario a varias situaciones, dice ser consciente de la responsabilidad que en este asunto tienen su hijo y ella. Admite que no visitó a los profesores ni una sola vez en 2006 y que al final del año encontró una nota donde la citaban, pero que nunca la vio porque su hijo la escondió.

‘Este fracaso es falla mía’, dice María. Pero también resiente la cantidad de días perdidos por la huelga de los educadores y la enseñanza que recibió su hijo.

‘No le ponen la atención debida al joven, digo esto porque yo también estudié en el Instituto y los profesores no descansaban hasta hablar con el padre de un alumno que iba mal

-expresa la madre de Mario-. Los profesores antes se preocupaban porque los estudiantes aprendieran, ahora no, el que la agarró, la agarró’.

Ella considera que el material de enseñanza no es malo sino la forma de impartirlo. Luego de los días de huelga ‘los profesores mandaron a hacer muchos trabajos en grupo y sólo el relator era el que hacía el trabajo. A mi hijo lo vi haciendo varios trabajos en grupo donde sólo apuntaba a sus compañeros y ellos le pagaban porque los anotara’.

María opina que un trabajo en grupo no muestra los conocimientos de cada estudiante. ‘Ese no es el mejor sistema’, expresa. Lo cierto es que Mario fracasó en geografía, inglés, física, biología, matemática y química.

El joven dice que los fracasos en geografía, biología e inglés fueron consecuencia de su desánimo por el estudio. Pero dice que las otras materias eran muy difíciles y que ‘los profesores parecen robots’. Mario piensa que faltó más interacción académica, porque ‘los educadores dictan su clase y no se relacionan con el estudiante’. Y señala que ‘aunque me haya quedado en biología, yo reconozco que ese profesor dominaba su materia y se preocupaba en que fuera comprendida, pero había varios profesores que no nos contestaban las dudas’.

> Déficit alarmante

Aunque Panamá está entre los países de Centroamérica que más invierten en educación (de 2003 a 2006 el presupuesto de Meduca ha aumentado poco más de cien millones: de 406 millones a 507 millones), no logra salirse de la lista negra de la baja y mala enseñanza.

La realidad palpable de este hecho está en los resultados de los exámenes que realizaron, el año pasado, los estudiantes que aplicaban a un primer ingreso en las dos universidades oficiales de Panamá, donde demostraron un alto déficit en matemática y español. En esta última, ‘en la parte de comprensión lectora los estudiantes mostraron deficiencias hasta de 70%; estos índices muestran una pobre formación en muchos de ellos’, expresa Mirna de Crespo, directora nacional de Educación. Otro factor que influyó en el rendimiento académico con que terminó el corto año lectivo 2006 fueron sus 164 días de clases.

Crespo dice que ante esta situación, el Ministro hizo énfasis en que se le diera prioridad a la 'educación con calidad' más que a aspectos de mantenimiento o compras de equipo. Por lo que en diciembre de 2006, el Ministro de Educación declaró a 2007 como el ‘Año de la Calidad de la Educación’.

Para este año, este Ministerio cuenta con un presupuesto de 555. 7 millones y Crespo asegura que se invertirán en ese propósito: ‘Formar mejor al docente en técnicas metodológicas; dotar a las escuelas de material actualizado que guíe al estudiante hacia un razonamiento crítico, deductivo; acondicionar las aulas en condiciones deplorables’. La directora reconoce que el exceso de estudiantes en un salón de clases influye negativamente en el aprendizaje, por lo que también ‘se está tratando de que la saturación en las aulas de clases se reduzca, que no haya 42 ó 43 estudiantes en un solo salón’, expresa.

Con respecto a la falta de interacción de los profesores hacia el estudiantado que señaló el graduando Mario, la directora Crespo no le resta importancia a este asunto, ‘porque el problema es que cuando el estudiante no se vincula en el aprendizaje, este se reduce. Algunos profesores son sólo transmisores, si en la clase el profesor se limita a dictar y el estudiante a copiar, la enseñanza se reduce’, puntualiza.

> ¿Cómo se logrará la educación integral?

Para contrarrestar esta falla que cada año se reitera dentro de las aulas de clases, ‘este verano se le dará a aproximadamente 300 profesores los programas de 'Hagamos Ciencia', donde se capacitará a los profesores para enseñar las materias científicas a sus estudiantes de una manera más práctica’, explica Crespo e indica que este programa también toca el área de la docencia.

Otro programa que continuarán desarrollando es 'English for Life', >>> >>> donde participan algunas escuelas de cada región del país. Los estudiantes asisten a estas clases en horarios contrarios y se les apoya con meriendas. Debido a las deficiencias cada vez mayores en el idioma, este verano también se invertirá en capacitar a 300 profesores en Español.

Sin embargo, estos son sólo como planes pilotos pues el conocimiento que adquieren 300 educadores no los reciben los cientos de estudiantes panameños que asisten a escuelas oficiales de todo el país.

> Contraparte

El dirigente del Frente de Acción Magisterial (FAM), Andrés Rodríguez, opina que estos proyectos son meramente publicidad de las autoridades del Meduca y que el problema de la educación es un árbol con raíces muy grandes. Afirma que en su gremio ‘siempre hemos sido partícipes de la calidad de la educación; pero nosotros no creemos en politiquería y los ministros dicen discursos que no son cónsonos con la realidad’.

El dirigente señala que decir que 2007 será el año de la calidad de la educación no es acorde a la actualidad, porque ‘las relaciones que tiene el Ministro con los educadores no son buenas. Y hasta que no haya un plan de desarrollo nacional que proyecte objetivamente la educación de este país, que se elabore con todas las partes, no se podrá lograr una buena educación en Panamá’. Según Rodríguez, los educadores que van a los cursos de capacitación de verano son amigos de las autoridades, al igual que las empresas que se escogen para impartir las clases de capacitación.

Para Rodríguez, el índice de fracasos de 2006 responde al contexto negativo que rodea al estudiantado, y menciona a los medios de comunicación como principales fomentadores de antivalores, a que tanto estudiantes como docentes tengan problemas emocionales. ‘Los educadores tienen muchos problemas sociales y económicos, porque somos un sector no privilegiado en el país’, dice. Rodríguez considera que en la obtusa formación de los adolescentes ha incidido el desprestigio de los docentes.

Para ver si 2007 cumple con su título impuesto (‘el Año de la Calidad en la Educación’) han de pasar 210 días de clases, la que fue una de las primeras medidas tomadas por las autoridades de educación para tratar de conducir esta carroza hacia la luz de la calidad.

Para finalizar la entrevista a la directora Nacional de Educación se hizo una pregunta utópica.

- ¿Es utópico pensar que las escuelas oficiales podrían manejarse como las particulares: entrar a las 7:00 a. m. y salir a las 3:00 p. m. , y desarrollan allí sus tareas con la supervisión de sus profesores? ¿No es más sustancial para la enseñanza alargar el horario de clases al día?

- En parte usted tiene razón, pero que el estudiante se quede hasta esa hora en el aula de clases significaría que Meduca debe proporcionarle merienda, qué merienda podrá llevar un estudiante de nuestras escuelas públicas. También hay otro factor, la falta de infraestructuras, porque la mayoría de los centros educativos funciona en la mañana, tarde y noche, los que pueden escaparse de esta realidad son las escuelas de algunas áreas del interior. Además, ¿cómo decirle a un docente que tiene que trabajar hasta la tarde?

" Los nombres han sido cambiados.