Publicado el viernes 12 de enero de 2007 - Edici�n No. 878 | Inicio | | Foros | Favoritos | Buzón | ? |
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EL PERSONAJE
Una ciudadana del mundo

Mientras se prepara para participar en el Panama Jazz Festival, escuchando la música de Bárbara Wilson y aprendiendo sobre cultura panameña, la vocalista de 'jazz' se tomó unos minutos para hablar con Ellas sobre su carrera, su alma de artista y su pasión por la música.

PATRICIA ARAMBURÚ

Cuando se ha viajado por todo el mundo para presentarse ante públicos desconocidos, pero unidos por el alma musical; cuando se ha sido nominada a seis Grammy, reconocida internacionalmente y grabado 10 producciones discográficas; cuando se es escritora, productora, compositora, educadora y artista y aún se dice que le falta mucho por recorrer, significa tener alma de artista.

Esa es la esencia de Nnenna Freelon, quien aún no ha dicho ‘lo logré’, aunque pueda hacerlo, y espera nunca tener que decirlo porque para ella ese será el momento en que no tendrá nada más por qué luchar.

A quien consideran una de las cantantes de jazz contemporáneas más importantes y con la mejor voz de nuestros tiempos, nació heredera de un gran talento musical que no sacó a relucir hasta sus 30 años de edad, cuando decidió dedicarse a crear música.

Hace 20 años inició sus presentaciones, hace 10 grabó su primer disco y a sus 52 años de edad visitará Panamá para deleitar al público del Jazz Festival con su voz, su talento, su sensualidad y su estilo único y cautivador.

Rumbos inesperados

Creció en Boston, Estados Unidos, con padres amantes de la música que cantaban por diversión, rodeada de colecciones de discos de jazz y de swing de los 40. Su introducción al ambiente musical fue en el coro de la iglesia de su comunidad, cantando gospel.

‘Siempre fui una natural, amaba cantar y fui apreciada desde muy joven por mi talento. Pero nunca lo tomé muy en serio y no me di cuenta de lo importante que era para mí hasta mucho después’, cuenta Freelon, quien de joven decidió tomar otro rumbo profesional y estudiar Administración de Salud Pública, porque en esa época, aunque tenía el deseo de hacer música, ‘era un reto tener una carrera en las artes, no podías depender de eso’.

Sin embargo, tiempo después >>> >>> sentía que no era completamente feliz y ‘que era cantar lo que realmente me llamaba la atención. . . no podía ser feliz si no cantaba’.

Casada, con hijos chicos, a los 30 años de edad, Nnenna decidió emprender una carrera musical. ‘Ya me podía concentrar en lo que quería hacer con mi vida, lo que me apasionaba. Mi esposo es arquitecto, así que él podría mantener el hogar mientras yo me dedicaba a surgir como cantante, y además quería dar el ejemplo a mis tres hijos de que uno debe tratar de alcanzar las estrellas y hacer lo que le apasione, y en ese sentido ellos fueron una gran inspiración’.

En 1992 firmó con Columbia Records y grabó su primer disco homónimo. ‘Empiezas empujada por la pasión, pero pronto te das cuenta que no es suficiente, que tienes poco conocimiento; así que empecé a trabajar en mis áreas flojas’.

Había mucho de la música que Freelon necesitaba aprender, recuerda, así que se propuso metas semanales. Aprendía una canción cada semana, se inscribió en talleres de jazz, trabajó en su técnica vocal, aprendió de otros que la precedieron y lo tomó como un proceso, ‘nunca pensando en el destino final, sino en la importancia del momento’.

‘Mi repertorio de canciones y mis oportunidades reflejan ese esfuerzo, mientras más sabes más aprendes a expresarte, a interactuar con los músicos, a promoverte en un mercado difícil, todo es importante y muchas cosas no tienen nada que ver con cantar’, señala.

Al poco tiempo de firmar, Nnenna salió en gira mundial. Tuvo que dejar a sus hijos en casa con su esposo y su familia que la apoyaba. ‘El balance que logro entre mi familia y la música está en que cuando estoy en casa soy una mamá involucrada con mi familia y cuando estoy de gira esa es mi vida... y me enfoco en cada uno’.

Viajar se convirtió en parte de lo que tenía que hacer para mantenerse vigente y activa en la industria y Nnenna lo adoraba. Sentía que cada país, cada cultura que conocía, cada presentación que hacía frente a un público diferente y desconocido, la nutría más y la llenaba de energías para seguir creando música que pudiera llegar a cada rincón de la tierra y tocar almas.

‘Poco a poco me convertí en una artista internacional y ahora me siento una ciudadana del mundo y es un sentimiento excelente’. La inspiraban los músicos que se benefician e influencian de esa mezcla cultural, y ella se convirtió en uno de ellos.

Durante 10 años fue su propia manager, y honestamente dice que cometió muchos errores y aprendió a resolverlos.

Se le presentaron además muchos obstáculos, el mayor fue ‘no saber hacer las cosas y el hecho de tener un deseo y un talento y que nadie sepa sobre ti, y tienes que aprender a mercadearte y salir para darte a conocer’. Lo cual no fue fácil, pero lo logró.

Cuenta que tenía, y aún los tiene, diferentes sombreros para cada título: de arreglista, de compositora, de productora y el más importante: de artista; y en cada situación que se le presentaba escogía cuál debía ponerse y así enfrentaba cada paso del camino.

Honor a la grande

Lejos de querer imitar a Billie Holiday, Nnenna quiso emular el espíritu de esta cantante a quien llama ‘el ícono del jazz’, en su más reciente producción Blueprints of a Lady (Huellas de una dama), un homenaje a la cantante de jazz de todos los tiempos.

‘Billie es adonde vamos cuando queremos entender qué es una vocalista de jazz, ella es la respuesta a esa pregunta’, sostiene Freelon. ‘Tiene un sonido único, inventivo, era muy sensual y hermosa; además empezó en un lugar muy humilde y subió al tope. Era una niña chica con sueños grandes, y los realizó’.

Fue esa expresión de fortaleza, honestidad, belleza y creatividad lo que la atrajo para recrear su espíritu. ‘Ella era una voz singular, única y nunca ha habido una voz como la de ella... eso quería celebrar, no sonar como ella ni imitarla... tomar esos caracteres fuertes y ver si en mi música podría encontrar lugares donde me alineara con ella’.

Nnenna admiraba esa sensualidad que Holiday le inyectó a la música jazz, como nunca antes se había hecho, y quería revivir eso que encontraba tan atractivo de sus interpretaciones.

Las canciones que escogió para el álbum son de las viejas; de las 15 que contiene, 14 son de Holiday y una es de la composición personal de Freelon.

‘Las arreglé de manera diferente y sabía que eso sería un reto para mucha gente, porque muchas veces queremos escuchar las canciones como siempre las hemos escuchado. . . yo quería escuchar algo fresco porque Billie era la voz moderna de su generación y quería expresar algo que viniera de mi generación, así que naturalmente tenía que ser diferente porque yo me he influenciado por cosas diferentes’, explica Freelon. ‘Pienso que ella hubiera estado encantada de que lo hice a mi manera y que no la imité’.

Ciertamente logró captar la esencia de Billie Holiday en su disco y recibió una crítica positiva de la industria musical. Fue nominada al Grammy, aunque no ganó, siente que es un gran logro y además ha sido galardonada con los premios ‘Billie Holiday Award’ de la prestigiosa Academia de Jazz y de los premios ‘Eubie Blake Award’. También ha sido nominada dos veces para ‘Lady of Soul’ de Soul Train Award. Además, en su carrera ha realizado varias giras con importantes músicos como Ray Charles, Ellis Marsalis, Al Jarreau,

George Benson, entre otros.

Frases como: ‘Nnenna Freelon tiene la mejor voz del jazz. Es pura y brillante. . . ’, o ‘Nnenna Freelon posee esa rara cualidad que hace que todo suene fresco y nuevo, su lírica es original y te sorprende, su espíritu imaginativo te envuelve’, describen a una de las mejores vocalistas de jazz del siglo XXI, quien ha despertado un espíritu innovador y sensual en la comunidad artística, parecido a esa manera de improvisación y libertad de los legendarios.

Nnenna Freelon ha enfrentando la música a su manera y se ha liberado para expresarse de la única y mejor manera que sabe hacerlo: improvisando libremente y llena de talento, y planea seguir haciéndolo hasta que su cuerpo y su público se lo permitan.


 
 
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