Publicado el viernes 16 de abril de 2004 - Edici�n No. 741 | Inicio | | Foros | Favoritos | Buzón | ? |
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ESTA SEMANA

La mujer de la comarca

Tilila Valdespino es la primera mujer ind�gena en convertirse en autoridad m�xima de una comarca en Panam�.

Ileana P�rez Burgos

Las piraguas cargadas de pl�tanos verdes se agolpaban en el muelle de Yaviza, a orillas del Chucunaque. A lo lejos se acercaba otra piragua, ligera en carga, apenas tra�a al motorista, un ni�o y una mujer ind�gena. Ella parec�a preocupada. Eran las 12 del mediod�a y el cielo amenazaba lluvia.

�Es la gobernadora�, anunci� desde el muelle el profesor Oscar Berrugate, su m�s entusiasta asesor.

Tilila Valdespino es la primera mujer en ser nombrada gobernadora de la comarca ember�-wounaan, lo que significa que es la primera mujer ind�gena en convertirse en autoridad m�xima de su pueblo. Y lo suyo no es un simple nombramiento. Fue electa por aclamaci�n popular entre unas mil 700 personas en el Congreso General extraordinario de Salto Chucunaque, el 25 de julio del a�o pasado. Su cargo se hizo oficial por parte del Ministerio de Gobierno y Justicia el pasado 24 de marzo, por un periodo de cinco a�os.

En aquel momento, la gobernadora llegaba a Yaviza desde su finca. Ella y su esposo hab�an estado en la ciudad de Panam� una larga temporada, esperando el nombramiento de ella e instalando al hijo menor en la escuela secundaria. Su esposo se hab�a quedado con su hijo un tiempo m�s, mientras ella regresaba a tomar posesi�n de su cargo.

Sobre la piragua era una mujer m�s de la comarca: peque�a, calzada con chancletas y vestida con una colorida paruma (falda ember�). Pero en el momento en que pis� la arenilla maloliente de Yaviza, Tilila fue saludada efusivamente por cuanta mujer ember� cruzaba en su camino. Los hombres, ind�genas y latinos (como le llaman a los no ind�genas en Dari�n), tambi�n la saludaban pero con menos palabras.

Ella sonre�a y no dec�a mucho, hasta que lleg� el momento de contabilizar los galones de gasolina de la gobernaci�n.

�No acepten�, fue en�rgica con quienes la hab�an estado ayudando. �Todo tiene que llevar un orden. Tengo que hacer gira y me quedo sin gasolina�. Se refer�a a las peticiones de gasolina de otras autoridades de la comarca. Sum� y rest�, y les repiti� que no dieran gasolina a nadie. Unos minutos despu�s, estaba embarcada rumbo a Uni�n Choc�, la capital de la comarca, su centro de trabajo y su pueblo natal.

�He visto c�mo ella camina en las comunidades, c�mo se desenvuelve con el grupo de las mujeres. A nivel de los hombres tambi�n es una l�der�, dice Berrugate.

Tilila Valdespino, en el muelle de Yaviza.

La gobernadora tiene 35 a�os. Estudi� hasta segundo a�o, lo cual es un m�rito, considerando los niveles de escolaridad dentro de la comarca, donde todav�a no existe ning�n colegio secundario. �Naci� de pol�tica�, dice su hermana mayor Zulia Valdespino. Tilila es vicepresidenta de la dirigencia del Partido Arnulfista en la comarca y tambi�n es l�der entre las mujeres. Cre� la agrupaci�n de mujeres artesanas Werara Naneca, de la cual es presidenta, y ayud� a crear grupos similares en otras comunidades. Sus vecinos de Uni�n Choc� la describen como una mujer de �la lucha�, con lo cual se refieren a los esfuerzos por hacer valer los derechos de la comarca. Cuentan que siempre consigue donaciones de juguetes, art�culos de hogar y �tiles escolares; y hace reclamos formales ante las autoridades gubernamentales cuando es necesario. En una ocasi�n, fue a reclamar al Ministerio de Educaci�n porque cinco maestros ember�s no fueron nombrados, cuando en la comarca faltan educadores.

En cuanto llega la piragua a Uni�n Choc� pregunta cu�nto se consumi� en gasolina, seis galones. Menos de lo esperado. Entonces, se sumerge en el r�o, con todo y ropa, junto a unas mujeres que est�n lavando. Ellas la reciben con alegr�a.

�Realmente nosotros pensamos que la mujer no es m�s que el hombre ni el hombre m�s que la mujer�, explica de su cultura el encargado de Salud Ambiental de la regi�n, Manuelito Ca�samo. �La mujer va a hacer un trabajo magn�fico igual que un hombre, cuidado que puede ser hasta mejor que un hombre, puede tener mejores v�nculos sociales y de trabajo�, se�al�.

En la capital comarcal, se hace evidente que la mujer cada vez toma un rol m�s predominante en la econom�a familiar. Adem�s del grupo artesanal, existen grupos de mujeres que manejan kioscos de comestibles.

�Hoy yo estoy aqu� porque muchos hombres dec�an que las mujeres tambi�n se merecen el mismo derecho de gobernar�, comenta Valdespino.

Para su hermana Zulia el cambio en la vida de las mujeres ember�-wounaan, �depende de ella, de como va trabajando�.

Los residentes de Uni�n Choc�, alrededor de 700, conocen bien a Tilila, pero tambi�n desconf�an de las autoridades. El �ltimo gobernador, Clamedes Carpio, visit� su oficina apenas dos veces en cinco a�os. Hace m�s de dos a�os que no se sabe de �l. �Dicen que vive en Yaviza�, comenta un morador; y otro a�ade que �tom� materiales de la gobernaci�n para �l�.

�Para nosotros s� va a haber cambio�, afirma el noco (dirigente tradicional) de Uni�n Choc�, Oscar Cham�. �Estamos pensando que hay una esperanza con la gobernadora ahora�.

Cae la tarde. Los maestros juegan un partido de f�tbol contra los polic�as. Las mujeres entran a sus casas a preparar la cena. Las guarichas se van encendiendo. La casa de Tilila destaca entre el resto - la mayor�a tambos -, porque es de cemento, de dos plantas, pintada de blanco con ribetes celestes y con letrina. Dentro, los muebles son tan escasos como en las chozas, a lo sumo una mesa, un mueble de cocina y una escalera de madera que conduce al piso superior. Pero luego de echar un vistazo al interior, ella se va al tambo de su padre y madrastra.

�Hay algunos dirigentes que nada m�s se preocupan por sus intereses personales con todo que el gobierno de buen coraz�n le da un poder para que vele por sus comunidades�, dice ella de algunas autoridades ember�s. �Pero esos no se preocupan, m�s bien se van para otros lugares�.

Familiares pintan a Tilila con jagua, como preparaci�n para su toma de posesi�n.

Esa noche, su primera en el pueblo como gobernadora, fue citada a la Casa Comunal. El noco comenz� a hablar sobre la celebraci�n de �la santa� (Semana Santa), y luego le dio la palabra al cacique general, Francisco Agapi, y al cacique regional de Cemaco, Norman Cabrera, quienes hab�an venido para la ceremonia de toma de posesi�n de Valdespino. Los comentarios de algunos de los moradores dejaron sentir cierto aire de frustraci�n hacia las autoridades. Uno pidi� que volvieran al tema de la Semana Santa, dando a entender que no quer�a escuchar a los caciques. El tono de la reuni�n cambi� cuando el noco present� a la gobernadora.

�Mil gracias�, dijo ella entre ember� y espa�ol. �Estoy muy agradecida por el apoyo�. Prometi� trabajar en coordinaci�n con los caciques y ofreci� 40 d�lares para comprar lo necesario para la celebraci�n de la Semana Santa. �Yo por ustedes he llegado aqu�, afirm�.

Cuatro caballeros pidieron la palabra para felicitarla en p�blico con po�ticos discursos en ember�.

�Independientemente de que pensamos diferente, le dimos el voto�, le dijo el profesor Rufino Ortega. �Le pedimos que no cambie su forma de ser, una humilde m�s de la comunidad y que est� en la oficina�.

Terminada la reuni�n, la gobernadora se dirigi� otra vez a la casa de su familia. A la luz de una guaricha y de una linterna, las hermanas de Tilila la pintaron con jagua de la boca a los pies, en la tradici�n ember� que la preparaba para celebrar.

A las seis de la ma�ana, el pueblo ya estaba en plena acci�n. Dos hombres barr�an la Casa Comunal, otros tra�an sillas. El noco caminaba a reunirse con los caciques. Un grupo de mujeres hac�a una corona de papos. Tilila desayunaba hojaldre con pav�n.

�Un d�a de la madre puse a las mujeres a jugar basquetbol�, cuenta la gobernadora. �Los hombres siempre critican. Hicieron una reuni�n y dijeron que eso estaba feo�. Fue en 1998, recuerda ella. Convenci� a las mujeres de jugar a cambio de ganarse regalos donados por un legislador. En la comarca, se corri� la voz de que las mujeres jugar�an basquetbol, y para el 8 de diciembre vinieron personas de 15 comunidades a Uni�n Choc� a ver el partido de las ember�s contra un grupo de latinas de un pueblo cercano. Hoy, los partidos femeninos son una tradici�n cada D�a de la Madre y 18 de enero, cuando se celebra la creaci�n de la comarca.

Tilita se pone de pie y busca una funda guindada en lo alto del tambo. Se sienta sobre el piso y la abre. Son las joyas de la familia, collares de monedas de plata y chaquira de su tatara tarara abuela que datan de 1800. Los comienza a limpiar con un pa�o.

La educaci�n es el primer problema de la comarca que interesa a la gobernadora. �Estamos tratando de crear un ciclo b�sico de secundaria aqu� en Uni�n Choc�. Su segunda meta es mejorar la econom�a de la poblaci�n. �La mayor�a dependemos del producto, pero cuando la carretera se da�a o para el tiempo de verano, se nos presenta una crisis grand�sima. Por eso, estoy promoviendo a las mujeres a la artesan�a que hoy d�a vale much�simo. Para ver si podemos mejorar la calidad de vida�.

De la gobernadora, el pueblo embera-wounaan espera acciones concretas. Cada morador entrevistado ped�a lo mismo: suministro de energ�a el�ctrica, agua potable y un centro de salud. El tendido el�ctrico est�, pero no suministran la energ�a. El proyecto de acueducto se aprob� en el gobierno de Guillermo Endara, pero no se ha terminado. Existe un puesto de salud, sin medicinas, apenas con un asistente de salud que no tiene materiales ni para los primeros auxilios.

�Hay muchos proyectos que est�n estancados�, dice la gobernadora. �Quiero poner todo eso en conocimiento de los ministros para que le den seguimiento durante estos seis meses que les quedan�.

Tilila limpia las joyas de la familia que usar� esa ma�ana para el acto de la Casa Comunal.

Un grupo de mujeres cruza el pueblo hasta la casa de Tilila. Ella las espera vestida con una paruma rojiza y los collares de la familia cubri�ndole el pecho. Las mujeres le colocan la corona de papos en la cabeza y caminan con ella hasta la Casa Comunal. Dentro est�n las autoridades del pueblo y la comarca, adem�s de todos los ni�os de la escuela y algunos residentes. La gobernadora entra con su cortejo al son de un peque�o tambor. Todos aplauden.

�Vamos a ver, ojal� ayude a los de poca econom�a que quieren enviar los ni�os a la escuela�, dice Denzel Cabrera, un hombre que se acerca tras confirmar con una llamada telef�nica que su hija enferma en Panam� est� mejor.

Algunas de las autoridades felicitan a la gobernadora con breves discursos y las mujeres danzan entre un orador y otro. Terminado el acto, todos siguen a Valdespino hasta sus oficinas en una peque�a estructura frente a la estaci�n de polic�a, que dice en el exterior �Ministerio de Gobierno y Justicia. Gobierno comarcal ember� wounaan. Juzgado municipal de la comarca�.

Detr�s de su escritorio, la gobernadora toma y eleva las manos de los caciques en se�al de triunfo. Es la primera mujer de la comarca.





ESTA SEMANA
La mujer de la comarca
Amor, hablemos de dinero
Corona contra cabellera