Publicado el viernes 10 de octubre de 2003 - Edici�n No. 714 | Inicio | | Foros | Favoritos | Buzón | ? |
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Sexualidad de la mujer mastectomizada

Sandra Patterson

Por excelencia, el cuerpo de la mujer es un s�mbolo sexual. Cada una de sus partes constituyen elementos de su sexualidad atractivos al sexo opuesto. De todas ellas, tal vez las mamas son las de mayor relevancia, no solo porque representan el atractivo m�s visible y tangible de la feminidad, sino porque con ellas, la mujer perpet�a su relaci�n madre-hijo.

El c�ncer de mamas es una de las enfermedades que m�s publicidad ha recibido en los �ltimos a�os por su alta incidencia en los pa�ses desarrollados. En Panam� se detecta un promedio de 300 mujeres cada a�o con c�ncer de mama, siendo la segunda causa de morbilidad dentro de las diferentes localizaciones de c�ncer en el sexo femenino.

Se define el carcinoma mamario como una tumoraci�n dura e irregular generalmente con c�lulas que tienden a infiltrarse en los tejidos vecinos.

Mastectom�a

La extirpaci�n quir�rgica de la mama o mastectom�a es una forma de tratar el c�ncer de mama. Hasta hace pocos a�os, representaba una cirug�a cruenta que adem�s de dejar la ausencia de la mama, quedaba una horrenda cicatriz y otras secuelas. Hoy d�a se trata de conservar hasta donde sea posible la mama, o dejar suficiente tejido (piel) para una posterior reconstrucci�n o colocaci�n de pr�tesis.

Es evidente que la mastectom�a representa un enfoque radical de tratamiento de una enfermedad agresiva y una agresi�n importante contra la imagen corporal, global y la autoestima de la mujer.

Sexualidad

El concepto sexualidad comprende tanto el impulso sexual, dirigido al goce y a la reproducci�n, como los diferentes aspectos de la relaci�n psicol�gica con el propio cuerpo y de las expectativas de rol social. En la vida cotidiana cumple un papel destacado que, desde el punto de vista emotivo y de la relaci�n entre personas, va mucho m�s all� de la finalidad reproductiva y de las normas o sanciones que estipula la sociedad.

La conducta sexual humana descansa en un complejo proceso de orden psico-fisiol�gico que, si bien no es muy diferente de otras motivaciones m�s primarias (hambre, sed), tiene caracter�sticas peculiares que la convierten en una actividad que cabalga entre los impulsos m�s primitivos y las emociones m�s sofisticadas.

Las manifestaciones sexuales son m�s que una actividad biol�gica. Es una forma de comunicaci�n, significa acercamiento, confort, expresi�n de amor. Tal parece que vivimos en una sociedad orientada hacia el sexo, sin embargo, las necesidades y acciones sexuales solo son aceptadas dentro de ciertas conductas culturales definidas.

Llegar a amar o aceptar nuestro cuerpo como parte de nuestra sexualidad es algo fundamental. Una cosa es nuestra imagen p�blica y otra es la realidad de nuestro cuerpo desnudo. Su aceptaci�n o rechazo influir� de manera decisiva las relaciones sexuales. La mujer suele vivir esta situaci�n desde el problema b�sico de considerarse m�s o menos hermosa; el hombre, por el contrario, da m�s �nfasis a su funcionamiento sexual que a su aspecto f�sico.

Una de las principales fuentes de dificultades de la vida de pareja es el manejo de la sexualidad y espec�ficamente la experiencia del acto sexual. Otro aspecto relevante de la uni�n sexual tiene que ver con la respuesta sexual del hombre y la mujer a trav�s de sus cuatro fases comunes: excitaci�n, meseta, orgasmo y resoluci�n.

La fase de excitaci�n (primera) se inicia cuando el individuo es estimulado a trav�s de cualquiera de sus sentidos (caricias, abrazos, visi�n de un cuerpo desnudo, o la misma elaboraci�n mental de tipo er�tico). Su duraci�n var�a de acuerdo con la persona, su disposici�n para el acto sexual y con la intensidad y caracter�sticas del est�mulo. La mujer para ser estimulada necesita escuchar que es amada, sentirse segura con su pareja, ser acariciada de tal forma que experimente amor y ternura. Las caricias, los besos, la manipulaci�n y los toques suaves constituyen est�mulos adecuados en zonas como: orejas, cuello, cintura, abdomen y las m�s receptivas son las mamas y los

Estad�sticas

Seg�n datos estad�sticos del Registro Nacional del C�ncer, de los 4,458 casos nuevos diagnosticados en 1999 en la Rep�blica de Panam�, 316 fueron de c�ncer de mama femenino en mujeres entre los 15 y m�s de 70 a�os de edad, con marcada incidencia en mujeres de 30 a 59 a�os, cuando la mujer se encuentra en el pin�culo de su sexualidad.

De 1995 a 1999 el c�ncer de mama mantuvo entre 275 a 322 casos nuevos por a�o. Por otro lado, las estad�sticas muestran que durante ese mismo periodo se registraron 483 defunciones por esta causa, indicando que el c�ncer de mama es �altamente curable� por lo que la mujer mastectomizada tiene mayores oportunidades de continuar una vida normal.



ESTA SEMANA
Sexualidad de la mujer mastectomizada
�Anorexia? Por qu� en esta casa
Pensi�n alimenticia