Ganan las noticias
A nadie le faltan fuerzas; lo que a much�simos les falta es voluntad V�ctor Hugo
Una encuesta realizada en Inglaterra descubri� que los ni�os encuentran las im�genes de televisi�n de noticias violentas m�s inquietantes que la violencia de ficci�n, y distinguen claramente entre ambas.
El estudio realizado con ni�os de 13 a�os sugiere que las im�genes de violencia real tienen un efecto mayor, especialmente si afectan a otros ni�os o a personas y lugares con los que se identifican. El informe, publicado por la televisi�n brit�nica y la comisi�n de vigilancia del cine y la BBC, tambi�n dijo que los ni�os juzgan la violencia de una imagen seg�n c�mo sienten que est� justificada y lo cercano que est� a sus propias vidas.
La violencia mostrada en un ambiente reconocible o en un lugar que los ni�os consideraban seguro se aprecia como m�s amenazadora que la violencia en un paisaje de fantas�a.
�Esta investigaci�n muestra que los ni�os menores de 12 a�os desarrollan una fuerte comprensi�n de lo que encuentran violento y de lo que la violencia significa para ellos�, dijo Paul Bols, director de la Broadcasting Standars Commision. �Son capaces de interpretar lo que ven en la pantalla, para distinguir entre la realidad y la ficci�n y desplegar una imaginaci�n moral a la hora de evaluar las im�genes�, agreg�.
El estudio hall� que los ni�os son m�s propensos a seleccionar y ver im�genes de violencia que las ni�as, a�adiendo que los ni�os en particular se divert�an con los efectos especiales de la sangre, v�sceras y las pu�aladas; especialmente si no se sent�an amenazados.
Remodelan Maxim�s
El dise�ador de alta costura inform� que la dama antigua de los restaurantes de Par�s, el Maxim�s, ser� retocada por �l, a tiempo para su cumplea�os 110.
Para revitalizar el Maxim�s, Cardin, de 81 a�os, planea atraer a grandes figuras del entretenimiento, el deporte y los negocios a un nuevo club con cuotas para ser miembros de 450 d�lares el primer a�o.
�Todo club muere sin gente joven�, dijo Cardin, el propietario del restaurante que revolucion� la moda en la d�cada de 1960 con sus dise�os de la era espacial. �Uno puede decir en broma que es una cirug�a pl�stica facial�, agreg�.
El club del Maxim�s fue en un tiempo considerado la c�spide de la sofisticaci�n parisina, pero su opulento interior Art Nouveau ahora atrae principalmente a turistas.
Los cr�ticos dicen que los est�ndares han ca�do desde que Cardin lo compr� en 1981 y otorg� el nombre en licencia en el mundo.
Un triunfo mundial
Con una gran sonrisa, seguramente, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), inform� que m�s de mil aldeas de Senegal acordaron terminar con la controversial pr�ctica de mutilaci�n genital femenina. La renuncia al tradicional rito surgi� en una serie de ceremonias recientes.
El representante de Unicef en Senegal, Ian Hopwood, se�al� que �jefes locales y l�deres religiosos decidieron abandonar la pr�ctica�.
Conocida a veces como la circuncisi�n femenina, la pr�ctica consiste en el corte del cl�toris de la ni�a. A pesar de ser considerada como una violaci�n brutal de los derechos de la ni�a, a�n permanece en docenas de pa�ses, principalmente en Africa. El Gobierno de Senegal prohibi� la mutilaci�n genital femenina, pero junto a Unicef descubri� que era efectivo alentar a los l�deres locales influyentes para que se declaren contra la pr�ctica.
Nexo entre verdad, bien y libertad
El Papa se ha mostrado partidario de que los religiosos profundicen en el nexo existente entre la verdad, el bien y la libertad, como manera de afrontar el creciente relativismo frente a la ley moral.
As� lo afirma en un mensaje dirigido al prefecto para la Congregaci�n de la Fe, el cardenal Joseph Ratzinger, como promotor del seminario que ese departamento ha organizado sobre la enc�clica Veritatis splendor que el papa firm� hace 10 a�os.
Reconoce en el mensaje que �parece cada vez m�s dif�cil para los pastores de la Iglesia, para los estudiosos y los maestros de la moral cristiana acompa�ar a los fieles en la formulaci�n de juicios seg�n la verdad�, en el marco de ese clima de relativismo.
La referencia b�sica de la moral cristiana no ha de ser la cultura del hombre �sino el proyecto de Dios en la creaci�n y en la redenci�n�, seg�n el Pont�fice, para quien �al margen de todos los ef�meros cambios culturales hay realidades esenciales que no se modifican, sino que encuentran su �ltimo fundamento en Cristo�.
|