Made in Panam�
En los �ltimos 26 a�os, ellos han visto crecer la producci�n artesanal, los clientes y tambi�n sus ingresos
Ileana P�rez Burgos
 |
Adela López hace molas desde los diez años |
Bajo la estrella con el nombre de Dari�n, un hombre de acento espa�ol le pide 20 d�lares m�s de rebaja a una chica ember�. Ella, un poco nerviosa, presiona botones en la calculadora y los n�meros no la convencen. Le explica al se�or que las piezas (tres esculturas en cocobolo) requirieron de mucho trabajo y tiempo. El la amenaza con irse sin comprar, sino le rebaja m�s.
As� se maneja la venta para muchos artesanos paname�os, entre el trabajo que les cuesta producir cada pieza a mano y el poco valor que le da el consumidor. Sin embargo, la industria de las artesan�as ha ido mejorando, no solo ante la promesa de m�s turistas, sino tambi�n con la popularidad que cobran entre los paname�os.
La semana pasada se celebr� la Feria Nacional de Artesan�as n�mero 26, organizada por la Direcci�n General de Artesan�as Nacionales del Ministerio de Comercio e Industrias. Se presentaron 435 artesanos, 181 conjuntos t�picos y se recibieron m�s de 35 mil visitantes. Aunque a�n no se tiene la cifra final de las ganancias netas, se estima que la venta realizada por los artesanos fue mayor a la del a�o pasado, cerca de 250 mil d�lares.
M�s que un punto de venta, para los artesanos la feria es un encuentro donde viven la presi�n de la competencia, comparten nuevas t�cnicas y asisten a talleres.
Cuatro artesanos han estado en la feria desde su primer a�o, sin fallar, y el ministerio los condecor� el domingo pasado. Entre las mesas repartidas en las Islas de ATLAPA, encontramos a dos de ellos, Claudino Sandoval y Adela L�pez.
Molas turquesa
Adela L�pez educ� a todos sus hijos con puntadas de aguja e hilo. Comenz� a coser molas a los 10 a�os, pero entonces solo hac�a piezas que vest�a su mam� y para algunos regalitos que llevaba su pap� a amigos en la capital. Estaba lejos de imaginar que aquello podr�a ser un trabajo rentable.
En 1966, se uni� a la cooperativa de molas que iniciaron voluntarias del Cuerpo de Paz en Kunayala. �Pero no hab�a turistas�, recuerda Olga, quien se cri� en San Ignacio de Tupile. �No hab�a a qui�n vender. Entonces, cuando ten�a 10 molas, llegaba un m�dico y me compraba todo. Yo le vend�a a tres d�lares cada una y yo dec�a �ay, yo vend� mi mola cara�. Qu� va, ahora la mola es plata�.
Se mud� a la ciudad de Panam� hace 30 a�os para darle una mejor educaci�n a sus hijos y hace 16 a�os se independiz� de la cooperativa de molas.
�Yo antes pensaba que la mola no se iba a seguir vendiendo�, cuenta ella. �Pero en cada feria, yo vendo m�s, y voy modernizando las molas. Ahora tengo colores pasteles. Hay que cambiar un poquito para poder vender bien. La gente lo aprecia mucho, algunos no compran, pero dicen �ustedes tienen la mano divina��.
Olga sonr�e con satisfacci�n frente a su colorida exhibici�n que va desde agarraderos de olla hasta individuales con molas turquesa.
En banquillo de cuero
 |
El repujador de cuero, Claudino Sandoval |
En la familia de Claudino Sandoval, nadie entend�a de repujar cueros, pero �l lo tom� como profesi�n cuando apenas ten�a 15 a�os. �Aprend� con el profesor Luis Espinosa, trabajamos en ese tiempo en la muebler�a Fino fino, en Chitr�, de don Camilo Espadafora, que Dios lo tenga en la gloria�.
Ahora tiene su propio taller en Monagrillo y es el coordinador de artesan�as del Ministerio de Comercio e Industrias en Herrera. Para esta feria, Claudino trajo a cinco artesanos herreranos por primera vez.
�Yo antes de venir les explico todos los detalles, para que traigan cantidad y buena mercanc�a, porque ac� se van a encontrar con otros artesanos y hay competencia�, explica el repujador de cuero. �Uno cada d�a aprende m�s. Cuando se viene a estos eventos feriales, uno se anima porque ve a otros compa�eros que est�n bastante adelantados en el acabado de la artesan�a. Uno se entusiasma y no puede dejar este arte�.
Sin embargo, considera que todav�a las artesan�as son poco apreciadas, sobre todo en relaci�n con su precio. �Todav�a en Panam� falta para que la gente le de valor al trabajo de uno, porque realmente se pide mucha rebaja y la gente no sabe lo que est� comprando. Si uno no le da valor al producto, qui�n se lo va a dar. Me da l�stima con algunos artesanos, que venden mercanc�a a muy bajo precio, ser� por falta de dinero, pero la verdad es que la mercanc�a cuesta�.
En la noche del domingo, la monta�a de banquillos y sillas de Claudino hab�a bajado. Apenas quedaban unas banquetas que fueron empacadas de regreso a casa.
|