El desempleo es un fenómeno muy frecuente en nuestra economía. Sus razones son múltiples y el impacto de este sobre cada individuo es diferente. Cuando surge este hecho, la persona desempleada tiene que resolver una infinidad de problemas y situaciones, que como una onda expansiva van afectando a la pareja, los hijos, los amigos, las relaciones sociales. Es como un boomerang que vuelve a impactar a la persona una y otra vez.

¿Dónde consigo la motivación para no rendirme? ¿Dónde y cómo busco otro trabajo si no tengo ni la práctica y estoy atemorizado o deprimido? ¿Cómo manejo el dinero de la liquidación? En fin, surgen mil y una preguntas que nos pueden sumir en una crisis si no nos hemos preparado adecuadamente para algo que, hasta cierto punto, es previsible.

Si llegó al punto de estar desempleada o desempleado, una de las primeras cosas que debe hacer es tratar de no deprimirse. Converse con su pareja, su familia y sus amistades sobre sus sentimientos. Es normal al estar desempleado sentirse abatido y triste, pero no debe convertirse en su actitud permanente en los próximos meses. No se quede todos los días en casa. Cuide su apariencia personal, salga y converse con antiguos clientes, proveedores, amigos. Dígales que busca un trabajo y no piense ni se aferre a la idea de que debe ser igual o el mismo que tenía antes. Ahora es cuando usted debe pensar en cambiar de línea de trabajo si no consigue uno igual o parecido al que tenía. A lo mejor descubre en usted habilidades y destrezas que tenía pero que no utilizaba a plenitud. Si no halla un trabajo en el área de su competencia o experiencia, trate de encontrarlo en un área relacionada.

Hay personas que al quedar desempleadas inician cursos para complementar sus habilidades y conocimientos, pero hay quienes no cuentan con los recursos para estudios y tienen que, por necesidad económica, buscar el trabajo que sea para sustentarse. En ese sentido, señala una experta en reclutamiento de recursos humanos, debe buscarse un empleo que sea un complemento del área que se estudió.

‘Hay que evaluar qué hace sentir mejor a la persona en el proceso, que es de mucha incertidumbre y, por otra parte, cómo percibe el mercado las actividades que se emprenden, porque eso también condiciona el acceso al mercado laboral’. Agrega dicha experta: ‘A veces el mercado puede castigar muy duro el que uno se dedique a algo demasiado distinto a lo que ha hecho antes. Lo puede interpretar como una falta de habilidades a lo que haya hecho antes y puede ser una señal para que lo confundan y se pregunten por qué se puso a hacer esto. Eso es menos relevante o menos tomado en cuenta cuando se trata de personas casadas y con hijos, porque el mercado asume que se ponen a trabajar en algo mientras tanto y necesitan generar un ingreso’.

No piense solamente en un trabajo fijo, sino también en uno temporal, el cual también conlleva beneficios tales como ganar dinero rápido, la oportunidad de interactuar con otras personas, la flexibilidad de horarios, la oportunidad de trabajar en una variedad de empleos que le pueden ayudar a desarrollar otras destrezas, y lo mejor es que a través de un empleo temporal podría llegar a obtener uno fijo o permanente. Las desventajas son que el empleo es por tiempo definido, es esporádico y variable y puede que sea un empleo que no le guste para nada, además de que no tiene prestaciones sociales. No obstante, vale la pena tomar un empleo temporal mientras encuentra uno permanente en su área de trabajo.

No es mala idea reunirse con otras personas que están en igual condición. Con frecuencia ocurre que el ex empleador ha despedido a varios en la empresa y si uno se reúne con ellos de vez en cuando se puede sentir mejor comprendido y menos solo. El riesgo es que también le pueden contaminar de desánimo, amargura y frustración. Evalúe esta idea y proceda en consecuencia.

Converse con sus acreedores y explíqueles su situación y mejor si es por escrito. Concerte de ser necesarios arreglos de pago, reestructuraciones de deuda y siempre revise el estatus legal de sus propiedades y bienes, porque podrían entrar en una zona de riesgo de pérdida si tiene muchas deudas.

No descuide el diálogo con su pareja e hijos y por ningún motivo entre en pánico. Calma y creatividad, un poco de apertura al riesgo y mucha prudencia es lo que le ayudará a sobrepasar este momento.

" El autor es asesor financiero personal.

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