�Es justa la mano dura?
Quienes est�n en contra del plan Mano Dura no apoyan la permisividad, sino la justicia para los menores
Roxana Mu�oz
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Niños participan en la caminata “Seguridad ciudadana por la paz”, de la Policía Nacional. |
En El Salvador, primero fue el Plan Mano Dura y luego el Plan Super Mano Dura, para intentar detener la violencia de las pandillas �maras� de este pa�s.
Seg�n Alfredo Missair, director regional adjunto de UNICEF, atacar con violencia a los pandilleros solo ha generado m�s violencia.
El Gobierno de El Salvador ha incluido la llamada �Mano Extendida�, para darle la oportunidad a quienes quieren resocializarse, y el Proyecto Deporv�a, para fomentar el deporte en los barrios marginales, como una opci�n a la delincuencia.
Al igual que en Panam�, en El Salvador, la ciudadan�a en general �preocupada por su seguridad� vio con buenos ojos las medidas fuertes contra la delincuencia.
Sin embargo, adem�s de penas m�s fuertes, el problema de la delincuencia necesita ser abordado desde otros puntos.
Este tema fue tratado dentro del seminario-taller �Protagonismo del adolescente y medios de comunicaci�n�, actividad dirigida a periodistas y organizada por UNICEF y el Colegio Nacional de Periodistas.
�Ellos son los culpables?
En Panam�, los delitos son cometidos �en su mayor�a� por adultos y no por menores de edad.
De cada 10 delitos, nueve son cometidos por adultos y uno por adolescentes. En el caso de los delitos graves (homicidio, robo, violaci�n, secuestro, terrorismo, tr�fico il�cito de drogas y lesiones personales) de cada 100 delitos, 98 son perpetrados por mayores de edad y solamente dos por adolescentes.
Incluso de cada 10 pandillas, nueve son lideradas por adultos.
James Bernard, de la Defensor�a del Pueblo, dijo en su exposici�n, que el crimen aumenta cada vez que hay problemas econ�micos, espec�ficamente los delitos contra el patrimonio, como el robo y el hurto.
Agrega Bernard, que al ser la violencia un problema tan complejo, �sta no puede resolverse simplemente con una medida sencilla.
Los menores infractores suelen ser j�venes que re�nen ciertas caracter�sticas, muchos de ellos viven en barrios marginados, provienen de hogares disgregados y no cuentan con opciones para su tiempo libre.
Las mismas casas de los barrios humildes no est�n hechas para que los menores est�n all�. Son cuartos, m�s bien dormitorios, donde comparten con varias personas. No hay un espacio propio para nadie.
La calle se convierte entonces en el mejor lugar para estar y es all� donde los j�venes quedan en riesgo de involucrarse en actividades delictivas.
�Ha fallado la Ley 40?
En 1999 se aprob� la ley d�ndole responsabilidad a los menores que comet�an un delito, a partir de los 14 a�os de edad.
Se tom� ese rango de edad porque es a partir de all� donde empieza a haber casos de criminalidad en la adolescencia; por debajo de esa edad solo hay ejemplos excepcionales y como tales, merecen otro tipo de atenci�n.
Esta ley hace responsable al menor de sus actos, tomando en cuenta su condici�n de persona en formaci�n, el objetivo es tambi�n rehabilitarlo e insertarlo en la sociedad.
Cuatro a�os despu�s, en el 2003, mediante la Ley 46 se introdujeron reformas a esta ley, aumentando la pena para los menores de edad.
La Ley 40 establec�a el funcionamiento de tribunales especiales para atender los casos de menores infractores.
No es hasta septiembre de 2003 que estos juzgados empiezan a funcionar. Actualmente, hay dos en Panam�, uno en Col�n, uno en San Miguelito y otro en La Chorrera.
Juzgados como el de San Miguelito recibieron de una sola vez mil expedientes de menores infractores, algunos de los cuales ten�an varios a�os esperando soluci�n.
Carlos Trujillo, psic�logo del Centro de Cumplimiento, donde los menores infractores que resultan culpables deben purgar su pena, coment� en su exposici�n que el adolescente infractor m�s que un problema debe verse como un reto.
En su intervenci�n explic� los diferentes programas que llevan adelante dentro del Centro. Los j�venes all� siguen con su educaci�n, practican actividades deportivas, cuentan con biblioteca y realizan trabajos de mantenimiento en el centro, los cuales los mantienen ocupados.
Tomando en cuenta esto, y el hecho de que la misma ley est� apenas por cumplir cinco a�os, los especialistas se preguntan si no es demasiado temprano para decir que las cosas no se est�n haciendo bien y lo que hace falta es una medida de fuerza.
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