Publicado el viernes 19 de marzo de 2004 - Edici�n No. 737 | Inicio | | Foros | Favoritos | Buzón | ? |
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�CUANDO ES SUFICIENTE?

�Pasarse es tan malo como quedarse corto� Proverbio chino

Julieta de Diego de F�brega

Parece mentira que los hispano-parlantes nos pasemos una eternidad usando vocablos sin descubrir la importancia que pueden tener, no s�lo para nuestra comunicaci�n con otros seres vivos, sino tambi�n para el desenvolvimiento exitoso de nuestra vida personal y profesional. Suficiente es uno de esos que est� presente en todos lados, sin que comprendamos el peso espec�fico que tiene.

Empecemos con algo f�cil, comer, por ejemplo. Un verbo que algunos odian, otros aman y la mayor�a no logra insertar c�modamente dentro de la rutina. Quien no tiene que comer definitivamente a�ora poderse sentar frente a un plato de alimentos al menos una vez al d�a, lo cual, por supuesto, no es suficiente. Aquellos que han ca�do en el vicio de llevarse cositas a la boca, pues, matar�an por tener una campanita en el cerebro que sonara bien fuerte en el momento justo en que ingirieron el bocado que los hace sentir satisfechos y no cuando ya est�n hartos. Necesitan con urgencia entender y procesar el concepto de suficiencia.

Pasado este ejemplo tan gr�fico podemos entrar en los que son un poco m�s abstractos. �A cu�ntas conferencias ha ido usted �ltimamente? Seguramente a varias porque est�n s�per de moda. Y dentro de conferencias podemos incluir seminarios, charlas y hasta conversaciones con el jefe. Digamos que es toda aquella actividad en que una persona habla y las dem�s escuchan o en la que dos o m�s personas intercambian conceptos.

Imag�nense esta escena: una persona toma la palabra y empieza a exponer un tema. La audiencia, sea una o un mill�n de personas, queda totalmente cautivada. La introducci�n es poderosa, tienta el intelecto y nos deja con ganas de saber m�s. Concluimos que estamos frente a un gran orador. Prosigue la presentaci�n y de repente nos empezamos a sentir como atrapados en un remolino.

Los m�s atentos se dan cuenta que el orador dej� de preocuparse por su p�blico y se dej� llevar por la emoci�n de escucharse a s� mismo, sin darse cuenta que las repeticiones y/o sustentaciones de la idea original que no aportan absolutamente nada. �Qu� logr�? La ausencia mental de quienes hasta hace un minuto le escuchaban atentamente y, m�s a�n, la cr�tica silenciosa, pues a partir de ese momento la gente lo �nico que desea es que ��termine, por favor!�

La �nica falta que cometi� ese orador fue no detenerse en el momento exacto en que hab�a hablado suficiente. Schehrazada, la cuenta-cuentos de �Las Mil y Una Noches�, conoc�a a la perfecci�n el significado de suficiente. La mantuvo viva por tres a�os y logr� que el sult�n se enamorara de ella. �C�mo lo lograba? Le contaba lo suficiente como para despertar su inter�s, pero no llegaba jam�s al demasiado.

Los padres nos quejamos de que los muchachos no nos prestan atenci�n cuando les hablamos, pero creo que tambi�n es justo que reconozcamos cuando el discurso va m�s all� de la tolerancia de una persona de diecis�is a�os. Se nos va la mano en los castigos de una forma monumental. Quien trajo un bolet�n feo no puede ver la luz del d�a hasta el pr�ximo bolet�n. �Excuse me flower�, pero el pr�ximo bolet�n es dentro de dos meses. Toda una vida para un adolescente. Y si no hay nada por qu� vivir -en sentido figurado, por supuesto- entonces para qu� estudiar esta semana.

Todo en exceso empalaga y aburre, no s�lo comer pastillas. Aquellos novios que son como un osti�n pegado a la piedra con sus parejas, divierten al principio pues la piedra se siente importante, pero m�s a la corta que a la larga empieza a sentir la asfixia de no tener espacio propio. De no poder pensar en solitario. Para encontrar ese punto exacto llamado �suficiente� hay que experimentar, ir de un lado para otro como un p�ndulo. Llegar, pasarse, ajustar y volver a llegar.

No deje que lo ataque la impaciencia pues esta es una de esas situaciones en que la velocidad no ayuda. Imag�nese que est� ajustando una pesa. Por lo general, un octavo de vuelta del tornillo es m�s que suficiente para ponerla en cero.