Publicado el viernes 27 de febrero de 2004 - Edici�n No. 734 | Inicio | | Foros | Favoritos | Buzón | ? |
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ESTA SEMANA

Si ella gana m�s

Cada vez hay m�s mujeres ocupando posiciones jer�rquicas, pero c�mo afecta esto su lugar en la casa

Roxana Mu�oz

No son la mayor�a. Pero las hay. Mujeres que llevan a casa m�s dinero que su pareja. Con esta variaci�n en los roles, pues el hombre es quien tradicionalmente lleva el dinero al hogar, la din�mica familiar se est� alterando. Para algunos varones la situaci�n es inc�moda, se sienten extra�os ante esta nueva situaci�n, mientras que para otros no representa mayor molestia.

Este af�n de independencia econ�mica en la mujer no ocurre al azar. Las madres de las �ltimas generaciones han insistido en �hija, estudie y grad�ese; gane su dinero para nunca depender totalmente de un hombre�, as� le dec�a su madre a Mariela* una relacionista p�blica que piensa que los hombres se intimidan cuando las mujeres ganan m�s que ellos.

�Desde el noviazgo muchos quieren pagar todo, es una forma de demostrar que pueden�, dice ella. Sin embargo, Mariela acepta que nunca se ha sentido bien aceptando que otro pague todo. �Parece tonto, pero es que me ense�aron a ser as�.

Ernesto*, soltero, afirma que no tendr�a problemas si su pareja ganara m�s que �l, de hecho, ha salido con mujeres en esa condici�n. �Ser�a mejor�. No solamente significar�a m�s dinero para la casa, sino que �esa plata extra la podr�a usar en esas cosas de belleza, ropa y moda que necesitan las mujeres�.

Para Laura*, mujer profesional casada y con dos hijos, esa plata �de m�s� no necesariamente es para usarla en salones de belleza o gimnasios. �Si el esposo gana menos, nosotras tenemos que dar la cara por el hogar�.

Ella considera que la mujer que gana m�s camina a veces sobre arenas movedizas. �Si �l compra una l�mpara para la casa est� bien, pero cuando lo haces t� �l entiende que le est�s diciendo �lo compro porque t� no puedes hacerlo�. Agrega que hace falta madurez para que los dos acepten esta alteraci�n en los roles.

Mi salario, mi secreto

Ligia Plata y Alvaro Carrera son una pareja de esposos que participa activamente en la iglesia y dictan charlas prematrimoniales. En los �ltimos a�os han visto aumentar la edad promedio de las parejas, novios entre 28 y 35 a�os.

La principal raz�n para postergar el matrimonio es el inter�s de consolidar primero una carrera profesional. Les ha tocado ver casos de mujeres que ocupan cargos de mayor jerarqu�a que su pareja. Comenta Alvaro Carrera que antes las mujeres se preparaban para el matrimonio, pero ahora han descubierto otros intereses y aspiraciones: vuelven a la universidad y se inscriben en seminarios y cursos de capacitaci�n.

Entre las parejas han encontrado un denominador com�n: el tema del salario es informaci�n reservada durante el noviazgo. Puede que en algunas ocasiones los hombres no tengan idea de que sus esposas ganan m�s, y que ellas tampoco sepan cu�nto recibe �l por mes. Conocieron una pareja que despu�s de 10 a�os descubri� cada uno cu�nto ganaba el otro en el momento en que solicitaron un pr�stamo hipotecario. Este parece ser un tema tab�.

�Los novios no suelen decirse todo, no saben cu�l es el verdadero trabajo que el otro realiza ni la responsabilidad de su cargo. Tampoco saben sus salarios y es que para muchas personas esta informaci�n es muy personal y no quieren compartirla�.

La falta de di�logo es el principal problema de los matrimonios. Y esto est� ligado con otro aspecto que origina conflicto en la pareja: el asunto econ�mico. �Una vez casadas las parejas intentan instaurar aquello de que esto es m�o y esto es tuyo; yo pago la casa y t� pagas el agua y la luz, sin darse cuenta de que ahora son una sociedad y que su dinero forma parte de un fondo com�n�.

Esta forma de dividir el dinero genera, a la larga, conflictos. Tambi�n es fuente de problemas el hecho de que como no saben las responsabilidades de la pareja (falta de comunicaci�n), cuando llegan al matrimonio les molesta el trabajo del otro, sus compromisos sociales o las largas jornadas en la oficina.

A veces no se cae en cuenta de que un buen salario o una jefatura que permite una buena casa y carros de lujo significa muchas horas en la oficina. Es el precio que se debe pagar y las parejas deben conocerlo antes de llegar al altar.

�Quien paga manda?

Para muchos hombres es dif�cil aceptar que su pareja gane m�s que ellos, afirma Carrera. Para algunos, eso trae como consecuencia el sentir que no est�n cumpliendo con el papel que les corresponde. Sobre todo si en un inicio �l ganaba m�s y luego ella empieza a ascender hasta superar su salario. Entre m�s inseguro sea el hombre, m�s probable es que esta situaci�n le incomode.

Y es que en muchos hogares predomina la idea de que quien paga manda. En los hogares machistas de antes, muchos hombres se daban golpes de pecho sintiendo que porque ellos suministraban el dinero ten�an derecho a la �ltima palabra, sin notar que, gracias a la administradora que ten�an en el hogar, ellos pod�an ir a su trabajo y tener un lugar c�modo donde llegar despu�s de la jornada.

Seg�n Ligia Plata, hace falta madurez en la pareja, �amor maduro, m�s all� de la pura atracci�n f�sica� para manejar esta situaci�n y seguir adelante como un equipo.

Agrega Ligia que en sus charlas ponen mucho �nfasis en el aspecto de la dignidad. La pareja tiene que sentir respeto mutuo, valorar al otro por lo que es como persona y no por su salario o su trabajo. �El hecho de tener un cargo importante o ganar m�s no da derecho a despreciar a otra persona�.

Este es otro punto que debe analizarse durante el noviazgo: hasta d�nde quieren llegar profesionalmente y si su pareja est� dispuesta a acompa�arlos. Igualmente ambos deben analizar qu� esperan de su pareja. No faltan mujeres que se casan con un muchacho pensando en que �ste va a ser muy exitoso �econ�micamente� cuando en realidad esta no es la visi�n que �l tiene de �xito, con el pasar de los a�os la pareja se frustra al no cumplirse las expectativas con que empezaron.

Compa�ero, no competidor

Ysela Alaniz Chiari, abogada de g�nero y derechos humanos, comenta que el fen�meno de las mujeres m�s preparadas se refleja en muchos pa�ses, y Panam� no se escapa de ello. Pero, en promedio, las mujeres reciben menos ingresos por el trabajo remunerado que los hombres. Como lo se�ala el �ltimo Informe Nacional Clara Gonz�lez sobre la situaci�n de la mujer en Panam�. Un resultado que no se aleja a los de estudios similares hechos en otras regiones.

Opina la abogada que para estas mujeres no ha sido nada f�cil alcanzar un estatus en su profesi�n y mantenerlo; �han tenido que demostrar, incluso, m�s capacidad que los hombres�. Estas mujeres se enfrentan al hecho de tener que dedicarse enteramente a sus carreras, posponiendo el matrimonio. Cuando deciden casarse y se enfrentan a la maternidad tienen que lidiar con el sentimiento de culpa porque sienten �y a veces les hacen sentir� que est�n descuidando a sus hijos por estar concentradas en sus trabajos. Pero por otro lado la mujer de hoy est� presionada para trabajar en la calle y hacerlo bien.

El hecho de que las mujeres est�n dedicadas m�s a su carrera ha llevado a los hombres a cumplir con roles que tradicionalmente no ejerc�an en el hogar, lo cual se considera positivo por los movimientos a favor de la igualdad.

En algunos hogares las mujeres ganan m�s y siguen cumpliendo con todas las otras labores de la casa sin contar con el apoyo de un esposo que se alegre por sus logros y le brinde el respaldo para que puedan seguir super�ndose. Son ellas quienes administran el hogar y se encargan de velar por el bienestar de los ni�os, mientras el hombre hace un papel m�s pasivo y �ayuda� a la esposa, en vez de entender que las tareas del hogar son responsabilidad de ambos.

A pesar de todos los logros que est�n alcanzando ellas, hay algo que no debe pasarse por alto: �Estas mujeres no pretenden intimidar a sus compa�eros o desmeritarlos�, ninguna va a la universidad de noche pensando en eso, resalta Alaniz Chiari. Estas mujeres se acuestan y sue�an, no con competir o traer a casa m�s dinero que su hombre, sino con encontrar un compa�ero que est� a su lado, alguien con quien celebrar sus triunfos personales y profesionales.

* Los nombres han sido cambiados



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Si ella gana m�s
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