Nuevo sitio Ramsar
La designaci�n de la bah�a de Panam� como sitio Ramsar presenta el reto de que la comunidad aprenda a convivir en esta �rea y protegerla
Roxana Mu�oz
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La protección de los humedades es compatible con la conviviencia humana. |
En octubre, millones de aves migratorias arriban a la bah�a de Panam� en su tr�nsito hacia el sur, es algo as� como una parada t�cnica: estas aves vienen desde el norte huyendo del fr�o que se avecina y se dirigen hacia el sur en busca del calorcito que les espera en el otro lado de la Tierra.
Este a�o, cuando estas aves descansaban aqu�, nuestro pa�s hizo oficial la designaci�n de la bah�a de Panam� como sitio Ramsar, lo que significa el compromiso de propiciar la conservaci�n de un humedal, incluyendo los recursos costeros como bosques de mangle, lagunas perennes o temporales, estuarios y la diversidad biol�gica que habita en estos ecosistemas.
La conservaci�n de estos lugares hace posible que las aves migratorias y otros animales tengan un lugar para posarse, comer y descansar.
Panam� suscribi� hace a�os la convenci�n Ramsar. La bah�a de Panam� es el cuarto humedal de importancia internacional que designa. Los otros son Punta Pati�o (Dari�n), Montijo (Veraguas) y San San-Pond Sak (Bocas del Toro).
Para que un humedal entre a formar parte de este grupo, el pa�s tiene primero que elevar la propuesta ante la Convenci�n Ramsar. En este caso, la Autoridad Nacional del Ambiente, ANAM, es la encargada de hacer esta petici�n, que necesita de la presentaci�n de una ficha t�cnica y una exposici�n de motivos que explican por qu� este sitio es un humedal de importancia internacional.
Kruskaya de Melgarejo, de la ANAM, quien trabaj� estrechamente en este proyecto, explica que ONG como Audubon y Fundaci�n Natura contribuyeron en la elaboraci�n de la ficha t�cnica, el mapa e incluso en las consultas con los habitantes de la regi�n.
Qu� bah�a
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Miembros de la AUDUBON observan la llegada de las primeras aves migratorias. |
El que la bah�a de Panam� sea a�n una zona tan importante ecol�gicamente es algo que puede tomar por sorpresa a los paname�os. �Acaso no est� muy contaminada? Seg�n Melgarejo, por esta misma raz�n se hace m�s necesaria su protecci�n. En el caso de la bah�a siempre hab�a estado latente el inter�s de designarlo sitio Ramsar.
Justo por ser un lugar sumamente poblado hab�a que realizar consultas entre la comunidad, sobre todo concienciar a las personas sobre el significado de estos humedales y la importancia de mantenerlos.
Este sitio es un punto de parada importante para las aves playeras migratorias. All� se han contado hasta 360 mil aves y se estima que entre uno y dos millones de aves se detienen all� durante la migraci�n. Esta informaci�n la suministra el sitio www.ramsar.org/archives_trans_panama_bahia.htm.
El �rea designada comprende unas 48,919 hect�reas. Comprende el lugar bajos intermareales de lodo divididos por varios estuarios, manglares, bosques inundables, ci�nagas y lagunas de agua dulce. Incluye desde los fangales frente a Costa del Este hasta los manglares pr�ximos a los r�os Maestro y Corot�. En el intermedio se incluyen �reas del r�o Tapia, la boca del r�o Pacora y �reas de Chepo y la parte baja del r�o Bayano.
El criterio que mejor se cumpl�a para ser designado sitio Ramsar era la cantidad de aves playeras migratorias que usan el lugar. Una de las aves que m�s frecuenta la zona es el calidris mauri, el playero occidental. En la lama que queda en la bah�a cuando baja la marea, estas aves encuentran alimento.
Ellas vuelven a estacionarse en el �rea durante los meses de marzo y abril, cuando emprenden el vuelo de regreso a casa para tener sus beb�s en el hemisferio norte.
Protegida, no intocable
El t�rmino �rea protegida puede provocar recelo entre los habitantes de un lugar. �Significa acaso que ahora el lugar es un sitio vedado para las personas? No es as�, afirma Loyda S�nchez, directora ejecutiva de Audubon y directora del proyecto de concienciaci�n p�blica que lleva adelante esta ONG.
Las reuniones que han tenido con los moradores de la comunidad han sido tambi�n para ense�arles que se puede convivir en el �rea, aprovechar sus recursos y a la vez protegerla. �Las actividades humanas no tienen por qu� ser incompatibles con la protecci�n de la naturaleza�.
Quienes han trabajado en este proyecto saben que el nuevo sitio Ramsar es un importante asentamiento humano, donde adem�s de comunidades hay tambi�n zonas de agricultura, como son los arrozales pr�ximos a Chepo. Con todas estas personas involucradas se han llevado a cambio reuniones para estructurar formas de proteger el lugar.
Lo que se promueve es el uso razonable de la zona; no talar el manglar ni acabar con el recurso. Comenta S�nchez que a nivel mundial los programas de protecci�n de la naturaleza est�n cambiando ese concepto de zonas intocables. Incluso en los parques nacionales, despu�s de que se hace un plan de manejo y se excluyen ciertas �reas que necesitan m�s protecci�n, se promueve que �l �rea sea utilizada para programas de educaci�n ambiental, ecoturismo y otras actividades �amigables� con el parque.
Qu� es Ramsar
La Convenci�n se firm� en la ciudad de Ramsar, Ir�n, en 1971, y entr� en vigor en 1975. Al 1� de agosto de 2003, contaba con 137 Estados miembros y muchos otros estaban preparando su adhesi�n. Ramsar es el �nico convenio medioambiental que se ocupa de un ecosistema espec�fico.
Humedales
Seg�n la convenci�n Ramsar son humedales las extensiones de marismas, pantanos y turberas o superficies cubiertas de agua, sean �stas de r�gimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros.
Los humedales regulan los reg�menes hidrol�gicos y son h�bitat de una muy rica biodiversidad.
El da�o o desaparici�n de los mismos constituyen un da�o ambiental serio. Pueden conservarse mediante un uso racional y sostenible. El uso humano de un humedal permite la obtenci�n de un m�ximo de beneficios de manera continuada para las generaciones presentes.
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