Publicado el viernes 19 de diciembre de 2003 - Edici�n No. 724 | Inicio | | Foros | Favoritos | Buzón | ? |
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FINANZAS

Del aula a la fila de deudores

Ya en las aulas universitarias algunos j�venes reciben tentadoras ofertas de entidades de pr�stamo

Jos� S. Canto A.
Asesor Financiero Personal

El final de los estudios universitarios, y en muchos casos la salida de sexto a�o de secundaria, implican la entrada al mundo del trabajo para miles de j�venes de ambos sexos. Con 18 � 25 a�os aproximadamente, estos j�venes empiezan a formar parte de la poblaci�n econ�micamente activa al empezar a ganar dinero gracias a su trabajo.

Muchos de ellos, al poco tiempo de haber iniciado su vida laboral, ya est�n como muchos de sus padres: recorriendo el tortuoso camino del endeudamiento, o haciendo la procesi�n hacia el banco para pagar deudas o esperando para estampar en un fr�o documento su firma que autoriza el descuento directo para pagar deudas de carro, de tarjetas, etc., etc., etc. Este es el inicio de una carrera que en algunos casos incluso va m�s all� de la jubilaci�n.

Al obtener el diploma e ingresar a trabajar estos j�venes se convierten en �presas de caza� para bancos, financieras, emisores de tarjetas de cr�dito, casas comerciales y similares. La se�al de partida para esta cacer�a de j�venes se inicia mucho antes de abandonar las aulas universitarias, donde son tentados por los vendedores de tarjetas de cr�dito, de pr�stamos, de art�culos de todo tipo, para que empiecen a vivir bajo el lema suicida �compra ahora y paga despu�s�, que mejor deber�a rezar �compra ahora y ah�gate desde ya�.

Muchos de los j�venes trabajadores se enzarzan en una batalla por comprar la �ltima moda, relojes, aparatos electr�nicos, autos, rines para auto, ir a discotecas y tomar licor, comprar prendas a cr�dito, comprar maquillaje, etc. etc. Se endeudan y no ahorran. Se lo gastan todo para luego pedir prestado a las �culebras� internas y externas y aprender a flotar hasta la pr�xima quincena.

La ausencia o poca claridad de valores personales positivos, de principios de control, de paciencia, de madurez, unidos a la fuerte presi�n social, a�os de ansias reprimidas, el bombardeo constante con mensajes consumistas que utilizan sexo, a figuras del mundo del deporte y de la far�ndula para vender de todo. Una estrategia que se une a facilidades de cr�dito y a esquemas superatractivos de enganche, que en fin, todo se hace para que los j�venes caigan en la drogadicci�n del �consumo�.

Al poco tiempo de estar trabajando, y en muchos casos a�n viviendo en casa de sus padres, los nuevos deudores ven quincena tras quincena c�mo su salario apenas si les alcanza para comer. Por suerte, ahora las dietas est�n de moda y nadie se sorprende por la figura quijotesca de algunos y algunas. �Ahorrar? Pues pocos pueden hacerlo o bien no ven la necesidad a ning�n plazo.

Estos j�venes no pueden ganar as� ni la batalla y menos la guerra contra el consumo, ya que han recibido poca educaci�n en el manejo del dinero; est�n desorientados y confundidos y sus padres tampoco les pueden ayudar pues tampoco son muy duchos en este asunto, pues nadie les ense��.

El ciclo del endeudamiento-refinanciamiento-m�s deuda-refinanciamiento es igual a deuda eterna, y se lleva a extremos tales que se prolonga toda la vida laboral del individuo. Finalizada la vida laboral, el individuo inicia otro ciclo de deudas y penas. Con el nuevo t�tulo de jubilado/pensionado se dispone a �gozar� de la �ventaja� de tener hasta un 75% del salario disponible para endeudarse.

Los padres, los maestros, la Iglesia, la comunidad, pueden y deben ayudar al joven para que no crezca y viva convencido, como est�n muchos, de que es �normal� estar endeudados siempre. Muchos dicen �no eres nadie si no puedes pedir y tener cr�dito�. As� est�n las cosas. Lo cierto es que se puede hacer uso inteligente del cr�dito, solo que antes se necesita aprender a utilizarlo y controlarlo.

Ser�a ideal que estas instituciones sociales arriba mencionadas iniciaran una campa�a inteligente, tendiente a ense�ar a ni�os, adolescentes y adultos a c�mo utilizar el dinero con sabidur�a, con prudencia.

La Biblia tiene una posici�n anti - endeudamiento muy clara, pero son pocos los que la leen y le hacen caso. Muchos casos de violencia intrafamiliar, de depresiones en j�venes empleados, de peleas entre c�nyuges, de apropiaci�n indebida de fondos etc., de abusos contra jubilados, son el resultado de estas pr�cticas malsanas de uso del dinero y de la carencia de liderazgo espiritual, de una pr�ctica de los valores y principios eternos que representan una gu�a adecuada para estos j�venes que empiezan y probablemente vivir�n gran parte de su vida laboral endeudados si no cambian su filosof�a de vida.