Panam�, dulce hogar
Extranjeros radicados en Panam� nos cuentan por qu� escogieron este pa�s por casa
Ileana P�rez Burgos
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Jan y Helene Breebaart junto a Marc y Vicky Wagner |
Panam� es un para�so. �De ver�s? �y la corrupci�n? �y el tr�fico? �y la poca cortes�a de aquella vendedora? �Y el calor que cocina? S�, todo eso es real.
Pero igual lo es el mar, la sonrisa de la gente, las fiestas con cualquier excusa, los profesionales que construyen y la gente que se entrega.
Los extranjeros que escogieron Panam� por casa generalmente aprecian m�s lo �ltimo, y hablan m�s de ello que de lo primero. Ellos se quedaron aqu� porque encontraron atributos que no vieron en otros lugares. Para algunos fue la paz, para otros la calidez de la gente, o la geograf�a estrat�gica para los negocios.
El mar y la zona libre
El cielo amenazaba lluvia, y en la calle una �yakama�, con la cual se arreglaba la calle, daba el sonido de fondo a la vista de la ciudad de Panam� desde el balc�n de los Breebaart.
El, Jan Breebart, es de origen holand�s, vivi� su juventud en Indonesia, y termin� viviendo la mayor parte de su vida en Panam�. Ella, Helene, es francesa pero es considerada una dise�adora de moda del patio por sus famosos dise�os con t�cnicas artesanales locales. Los invitados a almorzar eran los Wagner (pronunciando la W como V), Marc y Vicky, �l es franc�s nacionalizado paname�o, antes empresario del mercado de los perfumes, hoy dedicado al turismo mar�timo. Ella s� naci� aqu�. Los cuatro se hab�an reunido a recordar por qu� llegaron a Panam�.
Jan Breebaart se acababa de graduar de la universidad en Holanda y quer�a vivir en el tr�pico, as� que con la Curacao Trading Company se mud� a Honduras y, luego, a Guatemala. Entonces, acept� la invitaci�n de un amigo norteamericano de mudarse a Panam� para instalar una compa��a de papel. �En Panam�, hay mucho que hacer y se puede hacer un poco de plata�, le contaron.
Vendi� papel un tiempo, y despu�s pas� a la zona libre con Motta Internacional y Christian Dior, hasta que comenz� su propia compa��a de servicios. En ese lapso, se enamor� de Helene y estableci� su hogar aqu�. Sus hijos y sus nietos son paname�os.
�Cuando yo dije que no quer�a quedarme en Holanda, no era tanto porque yo hab�a estado en el tr�pico, sino por la actitud de la gente. Los holandeses entonces ten�an una visi�n de t�nel y contaban los centavos. Ahora Holanda es s�per liberal. Aqu� en Latinoam�rica, la gente sin importar si tiene mucho dinero o no, es m�s abierta. En ning�n otro pa�s t� vas a una tienda y una vendedora te dice ��qu� puedo hacer por ti, amor?�
Marc Wagner le hac�a la competencia amistosa en la zona libre con su empresa de distribuci�n de perfumes. El hab�a llegado para trabajar con CUPFSA, la compa��a que distribuye Chanel en la regi�n, y luego de diez a�os, se independiz�.
�La zona libre es un concepto que ha sido inventado aqu� en Panam�. La Zona Libre de Col�n era la primera zona libre de Am�rica. En Panam�, hay una flexibilidad en el funcionamiento, un costo de operaci�n bastante m�s bajo que en Estados Unidos, y la fiscalizaci�n... Es una zona libre sin impuesto sobre los beneficios. Esa es la raz�n por la cual la gente viene a Col�n. Mientras que Panam� tenga el sistema fiscal que tiene, va a desarrollarse la Zona Libre de Col�n�.
A Marc, Panam� tambi�n le atrap� el coraz�n. �Yo me cas� con una paname�a y ya eso le dice que pienso que las paname�as son las m�s bellas, las m�s inteligentes, la mejor gente del mundo (le da un beso a su esposa). La gente aqu� es muy agradable. Me gusta el ambiente de fiesta que hay aqu�, es el gusto de vivir�. Sobre todo, aprecia la sinceridad del paname�o.
�Hay mucha gente que dice que para el turismo la gente en Panam� no es tan servicial. Yo de eso negativo, hago un positivo. Yo pienso que la gente aqu� es m�s sincera, m�s aut�ntica. Si no le gusta hacer una cosa, te lo hace sentir y no lo hace por servilismo o por una propina. Eso me gusta, ponen su propio l�mite. Yo vender�a Panam� como un pa�s aut�ntico, con gente aut�ntica�.
Tanto a Marc como a Jan los tiene encantados el clima y el mar. Marc habla del archipi�lago de Las Perlas como si fuese su casa, y Jan habla de la gente del interior como si fuesen sus vecinos.
Marc incluso se nacionaliz� y su abogado de entonces, Eduardo Vald�s, le regal� sus honorarios pues estaba orgulloso de que se hiciera paname�o. El otro d�a, cuando un chico de 18 a�os lo trat� despectivamente como extranjero, Marc le contest�, ��t� sabes que yo tengo m�s tiempo en este pa�s que t�? Tengo 32 a�os aqu�, �viste que soy m�s paname�o que t�? Y adem�s escog� la nacionalidad paname�a�.
Tierra de entrega
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Paola Schmitt |
�Donde van las gallinas van los pollitos�, por esa raz�n lleg� la pintora y empresaria Paola Schmitt a Panam�, siguiendo a sus padres que ven�an a abrir una empresa. No fue su decisi�n venir, pero s� fue su decisi�n quedarse. Lo mismo que para el resto de su familia. Su hermana mayor estudi� y se cas� en Colombia, pero regres� a Panam� con su nueva familia. Su hermana menor estudi� en Estados Unidos y hoy trabaja en TVN. Para sus padres, este sigue siendo su hogar.
�Hay veces que yo misma siento que estoy en Panam� de paso, pero esto es un paso que ya tiene casi 20 a�os. Y si yo estoy en Panam�, es porque Panam� es mi hogar�, afirma la propietaria del restaurante-galer�a La Boheme.
Paola naci� en Bogot�, se cri� en Espa�a (la tierra de madre), su pasaporte es alem�n (como su padre), pero cuando le preguntan de d�nde es, contesta �de Panam�.
�En la �poca de la crisis fue la primera vez que comenc� realmente a cantar el himno los lunes en el colegio porque me doli� la situaci�n como le pudo haber dolido a cualquier paname�o. No tener el pasaporte paname�o no me ha hecho sentirme menos del lugar, solamente que no voto�.
De vez en cuando, Paola sale del pa�s a tomar alg�n curso, pero a diferencia de sus hermanas, su licenciatura y maestr�a las hizo aqu�. Para ella, esta es una tierra de oportunidades.
�Panam� te da la oportunidad de desarrollar proyectos, si verdaderamente quieres poner empe�o. Yo he tenido muchos proyectos. Tuve el Festival de San Felipe, ahora La Boheme. La gente es s�per abierta a trabajar. Hay mucha gente entusiasta, muy de calidad y muy dada. Si se entusiasman con el proyecto, lo apoyan, independientemente de cual sea el retorno personal�.
Con la virgen del Carmen
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Lezlie Milson |
L�zaro Gago lleg� de Espa�a en 1950, cuando la Avenida Balboa acababa en el Parque Urrac� y Punta Paitilla no exist�a. Era el a�o en que se constru�a la Iglesia del Carmen y el Hotel El Panam�. El lleg� a trabajar en la cadena de supermercados de su padre, La Vizca�na, y ganaba 12 d�lares por semana, el salario m�nimo de la �poca.
Rosario de Gago hab�a perdido a sus padres y conoc�a de cerca el estado en que la guerra civil hab�a dejado Espa�a. Acept� entonces venir a vivir con un hermano que ten�a en Panam�. Aqu� conoci� a L�zaro y se casaron un a�o despu�s en la iglesia del Carmen, cuando el piso todav�a era de cemento. Fue la segunda boda celebrada en esa iglesia.
�Panam� es un pa�s muy acogedor. Aqu� no hay discriminaci�n de razas ni de religi�n, as� que es un gran pa�s Panam� en ese sentido. El que quiere trabajar va a echar para adelante�, comenta L�zaro, que en 1962 estableci� su cadena de supermercados, entonces llamada �Supermercados Panam�, que luego pas� a ser Gago. �El problema de Panam� es que se ahorra poco�.
Rosario dice que nunca sinti� a�oranza por Espa�a. Por el contrario, no solo se enamor� en y de Panam�, sino tambi�n de su traje t�pico. Tiene siete polleras.
�Yo siempre hab�a pensado �cuando tenga una hija lo primero que voy a comprar es una pollera�. A los dos meses de nacida Maricarmen, le encargu� su pollera roja, que me la hizo Teresa Terrientes. Esa pollera era tan preciosa que gan� el primer premio. De all� comenc� a ir consiguiendo las prendas de la pollera y cada a�o consegu�a una y llegu� a formar el cofre completo�, cuenta la se�ora Rosario, fundadora de Hogares Crea.
Y no le bast� con atesorar polleras, estudi� la historia y tradici�n detr�s de la zaraza y el mundillo. Conversaba, y se hizo amiga de Dora de Z�rate, Margarita Escala, Bertilda Terrientes, Petita Escobar, Chavelita Pinz�n y Juan Castro. �Hice mi mundo alrededor de todos ellos�. Fue ella quien ayud� a Dora de Z�rate a editar su libro sobre la pollera, y actualmente est� buscando editorial para hacer la segunda edici�n.
Su hija, que estuvo en clases de t�pico desde muy peque�a, gan� dos veces el premio de Dama de la Pollera. �Mis polleras donde salgan son ganadoras, puedo presumir de eso�, dice Rosario con una sonrisa.
Ella solo se ha empollerado una vez, para una boda, pues considera que no tiene gracia para llevarla. Pero comenta que �[la pollera] ha sido parte de mi mundo bonito de Panam�.
Matenidad entre bombas
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Los esposos Lázaro y Rosario Gago |
La escultora Lezlie Milson pis� Panam� por primera vez en 1986 para visitar a un amigo de universidad. Un a�o m�s tarde ya no eran solo amigos y decidieron que no pod�an vivir separados. Ella dej� Nueva York, donde trabajaba, para venirse, a lo que pensaban ambos que ser�a un hogar m�s sereno y divertido. Por si acaso no le gustaba, Lezlie mantuvo su trabajo de dise�adora en NY y enviaba los dise�os por fax.
Pero el clima aqu� no era nada calmo. Aterriz� en plena dictatura militar.
�Era fascinante. No era la vida calmada que pensamos, pero fue interesante ver el cambio social, y cuando no tienes hijos, nada te da miedo�. Las bombas no eran novedad para ella, se hab�a acostumbrado a ellas cuando vivi� en Israel a los 17 a�os.
En uno de sus viajes de trabajo a la Gran Manzana, mientras ve�a las noticias en televisi�n sobre Panam� se dio cuenta de que �quer�a estar aqu�, porque aqu� estaba pasando todo�.
Lo que la at� definitivamente a esta tierra fue dar a luz en plena invasi�n.
�Era el 21 de diciembre. Viv�amos frente a la Radio Nacional y recuerdo sentirme transfigurada al ver los helic�pteros dar vueltas sobre el edificio y los hombres descendiendo en una escalera vestidos de negro. El edificio simplemente �boom!, y las ondas de choque me hicieron sentir que iba a tener el beb�.
Logr� aguantar hasta el 23 de diciembre. Como la ambulancia no pod�a llegar hasta su casa en Bella Vista, tuvo que caminar con dolores hasta avenida Balboa.
Samuel naci� el mismo d�a que su abuelo. Ser�a el primero de sus tres hijos.
Aunque por su fuerte acento y sus rizos rojos es casi imposible no reconocerla como extranjera, ella adora rincones tan paname�os como Salsipuedes y el mercado de abastos.
�El mercado de abastos, �Ah, me encanta! Es tan hermoso. Esa especie de caos organizado en que toda la gente va en diferentes direcciones, y las pilas de cosas de colores hermosos...�.
Admira a las empleadas dom�sticas. �Son muy valientes cuando ves lo que ellas afrontan en la vida y cu�n pocos son sus derechos sociales, y trabajan tan duro...�.
Despu�s de todo, ha vivido aqu� m�s que en cualquier otro lugar. Este es su hogar.
Qu� cambiar�an
�Panam� nunca ser� Suiza y no queremos que lo sea, no queremos que cambie tampoco, pero se podr�an mejorar cosas que se hacen hasta en los pa�ses vecinos. Por ejemplo, el tr�fico, mejorar la disciplina de la gente que maneja. Salvar�a vidas�.
Marc Wagner
Que haya un mayor empuje para educar a la gente mejor, porque esa es la �nica forma de hacer que las cosas mejoren.
Lezlie Milson
�Tenemos que cambiar actitudes de los individuos�.
Rosario Gago
�Lo que tenemos que cambiar son los pol�ticos. Los pol�ticos tienen que sentarse con los clubes c�vicos, con los sindicatos, con los comercios, con todos para hacer una uni�n de Panam� porque esas peleas no llevan a nada�.
L�zaro Gago
�Yo he tenido mal�simas experiencias con el sistema judicial. Funciona para el que m�s paga o el que m�s contactos tiene. Eso tiene que cambiar porque es importante para los inversionistas�.
Jan Breebaart
�Es una idiosincrasia de las ciudades peque�as, de que todav�a se vive muy pendiente unos de otros. Mucha gente deja de hacer o decir cosas por pensar en lo que los dem�s van a decir de eso�.
Paola Schmitt
Panam�, en breve
Arabia Zapata de Crismatt lleg� a Panam� hace 30 a�os, importada de Colombia por asuntos del coraz�n: se enamor� de un paname�o.
�Qu� imagen ten�a del pa�s ante de llegar ac�?
Me hab�an dicho que era feo y que llov�a a menudo. Pensaba en un pa�s muy inestable pol�ticamente, sobre todo, para esa �poca.
�Qu� cosas le parecieron exactamente como las hab�a imaginado?
Lo exuberante de su vegetaci�n.
�Cu�l cree usted que es la caracter�stica distintiva del paname�o?
Su alegr�a. Su voz alta y el movimiento de sus manos cuando habla... y su juega vivo. Son excelentes bailadores.
�Qu� conductas del paname�o le agradan?
Me agrada su espontaneidad en el trato.
�Cu�les le desagradan?
Las empleadas de los almacenes que no saben tratar al p�blico. Eso lo resiente uno cuando viene de un pa�s como Colombia, donde no importa la categor�a del almac�n o del cliente, siempre te tratan bien.
�Panam� tiene cosas que los paname�os no valoran?
Los paname�os no aman su ciudad. La gente va por las calles tirando basura. Los padres no educan a sus hijos en ese sentido, y la ciudad cada vez est� m�s hermosa pero sucia. No tienen conciencia de la importancia de la selva y han dejado que la gente tale indiscriminadamente. Prueba de ello es el �rea entre Panam� y Arraij�n, en 1973 era selva, ahora son poblados. En Panam�, todav�a se puede respirar aire puro, no debemos dejar que los buses y carros en mal estado contaminen nuestro ambiente .
�Qu� es lo que m�s le gusta de aqu�?
De Panam� me gusta todo: los amaneceres, los atardeceres, los paisajes, el mar, los d�as de lluvia, los d�as de sol.
Si pudiera retroceder el tiempo, �regresar�a a su pa�s?
Amo a Colombia, pero mi vida est� en Panam�, y creo que vivir� por siempre aqu�.
Amor a lo paname�o
Rosas de sem�foro, besitos en las bancas, juraramentos de amor en la parada. As� es el amor paname�o
Roxana Mu�oz
Pssssssssss� �No le suena familiar? Seguro. Es el callejero coqueteo que se desinfla tras alguna guapa mujer o -por qu� no- un hombre. Y es que, aunque el pudor suele mantener muchas demostraciones de afecto dentro de la casa, siempre se puede ver algo en la calle.
El amor est� en el sem�foro, en las rosas de a d�lar que tenazmente intentan meter en las ventanillas de los autos antes que cambie la luz. Son esas rosas las que con amenazas se ofrecen a los enamorados de a pie: �C�mprasela, sae, ella se lo merece�, poniendo en apuros a los pretendientes �limpios� y en situaci�n inc�moda a la pretendida.
El amor tiene lugar en los parques despu�s de las 5:00 p.m., que antes de eso cualquier Romeo se derrite. Si Vasco N��ez hablara, tendr�amos material suficiente para varias telenovelas.
All�, en la avenida Balboa, los amores crecen al arrullo de las olas: �l sentado en la baranda, ella acurrucada entre sus piernas y brazos, en un dulce maf�, que por un pelito no les vale la reprimenda de alg�n agente que les recuerde... mj, mjj... que este es un lugar p�blico.
De espect�culos m�s atrevidos nos libran los vidrios ahumados de algunos carros estrat�gicamente estacionados, cuyo cari�o sigiloso apenas si empa�a las ventanas. El amor tambi�n se resguarda detr�s de los verd�simos sauces llorones que protegen ciertos residenciales de miradas indiscretas, all� el fuego de la pasi�n se refresca con aire acondicionado las 24 horas del d�a.
Otros nidos de amor -algo m�s clandestinos- se anuncian durante la noche en letras luminosas, llamando la atenci�n de los ni�os y poniendo en aprietos a pap� y mam�: �No, hijo ese es un hotel de gente grande�.
Al �mpetu de los enamorados se le puede achacar otro da�o a terceros, como es el deterioro del mobiliario urbano; casetas, bancas, muros y hasta postes de luz son v�ctimas del �Ana y Jair� o �Yeisi y Beto Forever�.
Buena parte de esos mensajes son escritos por las parejitas de estudiantes que caminan agarraditas de la mano: ella que sonr�e de par en par (ni piensa en que la vecina puede verla) y �l que le lleva la mochila rosada, sin que por ello nadie dude de su masculinidad.
Y la pasi�n pega, eso es lo �nico que explica que tantos enamorados caminen agarrados como si se hubieran untado crazy glue, no quieren descruzarse ni para dejar pasar al resto de los transe�ntes.
Quienes andan tan acaramelados probablemente tambi�n bailan t�pico apercolladitos, claro que entre m�s chica es ella, m�s est� �l en riesgo de morir desnucado en los brazos de la pasi�n.
Otros enamorados prefieren otro tipo de p�blico y manifiestan su afecto llamando a las emisoras para dejar misteriosos mensajitos: �para la chinita, de quien solo ella sabe�.
Pero en esta vida nada es perfecto. El amor tambi�n tiene una cara fea; quienes han tenido el disgusto de verla dudan de aquello de que es mejor querer y despu�s perder.
Para los inconformes, que se encomiendan a lo sobrenatural, existen los ba�itos de colores, esos perfumados que juran encontrar o devolver el cari�o perdido: 7 potencias, Amansa Guapo, Don Juan del Amor, Vente Conmigo... Puede completar la lista en Salsipuedes.
Claro que si con los ba�itos solo se logra una reca�da de la sinusitis, los amantes desesperados siempre cuentan con un �ltimo recurso: amenazar con tirarse del Puente de las Am�ricas �si no vuelves conmigo�.
Esta �ltima opci�n para nada vale la pena, pues probablemente el motivo de sus desvelos ya ande por all� con un nuevo amor buscando el �ltimo puesto de un bus para darse besitos a escondidas de los pasajeros, pero a ojos de todos los conductores que van detr�s.
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