Calzoncillo party
Roxana Mu�oz
Debo aclarar que este no es el t�tulo elegido para las tarjetas de invitaci�n que convocar�n a mi descocada despedida de soltera. Tampoco es el nombre de una pasarela de ropa interior masculina modelada por los vistos y revistos caballeros de Trapos Intimos. Todo este asunto tiene ra�ces bastante inocentes.
Resulta que los hermanos peque�os (tendr�n alrededor de 9 a�os) de una de mis mejores amigas, han levantado su m�s en�rgica protesta. Todo por culpa de una fiestecita.
A la hermana mayor de ellos, junto a algunas primas, les organizaron un Pijama Party, evento en el cual estrenaron camisones, se pintaron las u�as, vieron pel�culas, comieron dulces, se hicieron bromas y, lo mejor de todo, se acostaron a dormir hasta tarde.
�Y mientras tanto ellos? Bien gracias, en la casa, acost�ndose temprano. Porque como todos saben, a los ni�os no los invitan a eso. Los Pijamas Party son cosas de mujeres.
Cuando se supo lo divertida que estuvo la fiesta, uno de los hermanos reclam�: ��Cuando vamos a tener nuestro calzoncillo party?�. Frase que por supuesto desconcert� a sus padres y pas� a la antolog�a de an�cdotas familiares.
Lo que �l reclamaba, con justicia, era su derecho a comer rico, corrinchar por toda la casa y jugar hasta bien entrada la noche. Para nada le interesaba arreglarse las u�as y mucho menos estrenar pijamas. Como es bien sabido, para la mayor�a de los hombres la mejor ropa de dormir es la interior �bueno, eso mientras viven con la mam� y las hermanas, luego todo queda a su conciencia y a las m�s elementales normas de educaci�n que imponga su esposa en casa�.
Despu�s de re�rme mucho con tal an�cdota, me puse a pensar sobre las inflexibles reglas que amarran a los hombres. Cu�ntos de ellos no habr�n querido hacer algo �femenino� (algo as� como tener un Menudo favorito o tomar soda light) y no lo hacen porque la sociedad los apuntar�a con su cruel dedo (Aaaaay. �Velo!).
A ellos todav�a no les ha llegado la liberaci�n masculina. (Si no, c�mo podr�amos explicar que tantos hombres se sigan escondiendo para que no los vean tendiendo ropa en el patio).
Muy en su interior, donde no llega la luz, muchos hombres desean ba�arse con jab�n de avena, exfoliarse la cara y �por qu� no? usar un buen acondicionador de pelo que les de cuerpo y volumen a sus cabelleras �bueno, los que tengan pelo. Qui�n dijo que debe ser motivo de verg�enza estar parado frente a los anaqueles de los champ�s buscando un tratamiento para las puntas rotas. Por qu� fingir �No; es para mi esposa-mam�-novia...�.
No hay que perder la esperanza. Poco a poco la do�ita raya el coco. Hace unos meses recib� una en�rgica carta de un lector molesto por una Lista de Ellas que hablaba sobre cosas que les gustan a las mujeres y a los hombres no. Este indignado y osado lector �que me acusaba de machista� reclamaba su derecho a recibir flores, tomar capuccinos, ir de tiendas solo a mirar y pedir margaritas y pi�as coladas en vez de seco en strike.
Aunque yo por mi parte sigo creyendo que esas actividades siguen siendo m�s atractivas para mujeres que para hombres, acepto que hay muchos aspectos que antes se consideraban femeninos y hoy tambi�n les interesan a ellos.
Cada vez m�s hombres se pintan las canas en un sal�n de belleza unisex, se hacen manicura, asisten a un concierto de Juan Gabriel y hacen espacio en sus agendas para ver la telenovela de las ocho.
Aunque muchos, para proteger su fama masculina, todav�a mantienen a raya las camisas rosadas o de cualquier color que no sea de �hombres� y lanzan un vade retro ante las velas de olor; yo no dudo en que llegar� el d�a en que de una manera muy natural cada ni�o �y de manera retroactiva, cada hombre� pueda tener su Calzoncillo Party.
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