Defender la cultura de la vida

El que hace un favor a quien lo merece, �l mismo lo recibe. Aurelio Teodosio Macrobio

Juan Pablo II afirm� que frente a la cada vez m�s difundida cultura de la muerte es necesario proclamar la vida, defenderla, cultivarla y dignificarla, sobre todo entre los m�s desamparados.

El llamamiento a la defensa de la vida lo hizo en la audiencia que concedi� en su residencia de verano de Castelgandolfo, al cap�tulo general de los misioneros claretianos, ante los que resalt� que el servicio misionero tiene que ser vivido �en el camino de la entrega hasta la Cruz, como el Se�or dej� trazado para sus seguidores�.

El Papa felicit� al espa�ol Josep Mar�a Abella Batle, reci�n elegido superior general de los Misioneros Hijos del Inmaculado Coraz�n de Mar�a, m�s conocidos como claretianos.

�Cuando en el vasto horizonte de la sociedad se vislumbran no pocos signos de una difundida cultura de la muerte, es necesario proclamar al Dios de la vida. Son momentos (los actuales) en que la vida, inmenso don del Padre, ha de ser defendida, cultivada y dignificada, sobre todo entre los m�s desamparados, a trav�s de una palabra de esperanza y de abnegados gestos de acogida y solidaridad�, dijo el Papa.

Conociendo a Marte

Los datos obtenidos del despoblado Marte indican que el color herrumbroso del planeta rojo podr�a proceder, no de agua como se cre�a ampliamente, sino de peque�os meteoros que cayeron en su superficie.

Un art�culo publicado en The New Scientist se�ala que los cient�ficos que est�n explorando la posibilidad de alguna forma de vida existente en el planeta vecino de la Tierra est�n ansiosos por establecer si existe, o existi�, agua en Marte y, si as� fuera, en qu� cantidad.

Muchos cient�ficos supon�an que el color rojo proced�a de reacciones qu�micas entre el hierro de las rocas y los estanques y r�os desecados. La revista dijo que las pruebas realizadas hab�an demostrado que no se necesitaba agua para crear el color rojizo como herrumbre cuando el hierro se expuso a luz ultravioleta en una c�mara que conten�a gases de manera similar a la atm�sfera de Marte y a temperaturas tan bajas como a menos de 60 grados cent�grados, o Celsius.

Descubra la grasa corporal

Una persona podr�a pronto ir al gimnasio, pararse frente a un esc�ner y descubrir exactamente d�nde le sobra grasa.

Todo lo que tiene que hacer es pararse quieto por 30 segundos mientras la m�quina determina la cantidad de grasa corporal. Le dir� a usted d�nde necesita perder peso y a�n sugerirle los mejores ejercicios.

El esc�ner trabaja mediante la construcci�n simult�nea de una imagen tridimensional del cuerpo mientras mide el efecto del cuerpo en un campo electromagn�tico.

�Lo m�s sorprendente es que lo hemos puesto en una m�quina�, dijo Henri Tapp, del Instituto de Investigaci�n Alimentaria en Norwich.

El esc�ner tambi�n podr�a vigilar el desarrollo de los dep�sitos de grasa en los ni�os, las mujeres embarazadas y los pacientes que se recuperan de lesiones.

Como el dispositivo utiliza ondas radiales y no rayos X, su uso repetido es completamente seguro. Asimismo, podr�a usarse para cuidados preventivos, ya que se sabe que la forma del cuerpo es un indicador de riesgo para la cardiopat�a y la diabetes.

La suerte del 88888888

Las l�neas a�reas de la provincia de Sichuan, China, compraron en una subasta el n�mero de tel�fono 88888888, s�mbolo de la buena suerte seg�n la tradici�n china, por 285 mil d�lares estadounidenses.

La noticia, difundida por la agencia de noticias Xinhua, se�alaba que la pronunciaci�n del n�mero ocho en chino mandar�n (ba), es muy similar a la de �fa�, que quiere decir enriquecerse, una de las m�ximas aspiraciones de la poblaci�n desde que Deng Xiaoping abriera las puertas al capitalismo en la d�cada de los a�os 70.

En la subasta, organizada por las autoridades, se vendieron otros n�meros de tel�fono especiales por un valor total de 860 mil d�lares, suma que ser� destinada a ayudas para los desempleados y a una fundaci�n de bomberos de la ciudad de Chengdu.

Los n�meros 5 y 9 gozan de gran aprecio en China, puesto que est�n relacionados con el emperador y son sin�nimos de respeto, mientras que el 6 simboliza buena suerte y el 9 la eternidad.