Rosa en rosa

La escritora espa�ola Rosa Montero se qued� con ganas de regresar a Panam�, mientras lo hace nos dej� algunas impresiones sobre su oficio y la vida.

Alvaro Sarmiento Meneses

En tu primer contacto con Panam� �qu� impresi�n te ha quedado?

Una impresi�n muy acelerada, muy a flor de piel porque he estado tres d�as y adem�s sin parar. Es una impresi�n muy compleja o plural, dir�a yo, que me ha dejado una gran hambruma, me gustar�a volver. Sois un pa�s de ese tipo de gente que se te mete debajo de la piel, equiparable en eso a los colombianos, sabes. A Colombia t� vas un poco con miedo porque es un pa�s tan peligroso y cuando llegas no te quieres ir porque la gente es muy cari�osa; pues vosotros sois lo mismo pero sin la violencia, o sea que sois mucho m�s agradables.

�Se acercaba un poco a lo que te suger�a el nombre: Panam�?

No, no sab�a, no ten�a idea de qu� iba a ser. Ven�a con la mente abierta y con la cosa m�tica del Canal. Estuve en el Corte Culebra y me parece incre�ble haber navegado por el Canal de Panam�, una sensaci�n muy emocionante. As� que me voy con muchas preguntas de esta sociedad que me gustar�a contestar con m�s tiempo.

�Algo malo?

Me parece una cosa inadmisible que uno se muera, incomprensible e insoportable. Me gusta la vida, me encanta la vida y entonces no quiero morirme.

Bueno hay una cr�tica que os quiero hacer �el aire acondicionado! Lo detesto, es de morirse, �c�mo lo pod�is soportar? El primer d�a pas� tal fr�o que cre� que me mor�a, es un sufrimiento espantoso, no lo entiendo. Pon una protesta contra el aire acondicionado paname�o �hostia!

En tus escritos has abordado el amor, el desamor, la pasi�n, el deseo carnal etc...M�s all� del recurso literario, �qu� es en �ltima instancia la felicidad?

En primer lugar la ausencia del dolor, del sufrimiento, de cualquier tipo, f�sico y metaf�sico. Si t� has tenido alguna vez un dolor f�sico y te han puesto una droga para quit�rtelo, cuando desaparece el dolor f�sico es la felicidad, un instante de felicidad pura, celular, animal. Y en segundo lugar es la conciencia de estar feliz, de estar vivos. Muchas veces las personas que tenemos el privilegio de vivir una vida sin dolor f�sico y ps�quico, aunque haya momentos que sufrimos, muchas veces, sin embargo, no somos capaces de celebrarlo, de ser conscientes de eso, de la riqueza que supone. Entonces para m� la felicidad es la ausencia de dolor y despu�s la conciencia de estar viva y de estar disfrutando de la vida.

�Rosa Montero es en este momento una mujer feliz?

Pues, s�, la verdad es que s�. Ayer mismo estando en el Canal viendo esa maravilla, esta raja que corta a Am�rica del Norte de Am�rica del Sur, esta cosa por la que muri� tanta gente, me dec�a, yo estoy aqu� y qu� felicidad, no tengo ning�n dolor, no tengo ninguna preocupaci�n, tengo para comer. Ayer tuve un momento de felicidad absoluta.

En los a�os setenta la escritora argentina, Esther Vilar, public� �El var�n domado� �est� domado hoy el hombre por la mujer?

Es una tonter�a. Me parece un libro est�pido, un libro muy astuto para el mercado, que vendi� mucho, muy listo, pero conceptualmente est�pido y sexista.

�Hay un reacomodamiento de las relaciones entre el hombre y la mujer?

Bueno, hoy estamos buscando una nueva manera de relacionarnos, pero no solo porque han cambiado los roles de hombre y mujer sino tambi�n porque ha cambiado el modelo de la familia, ha cambiado la sociedad. Es dif�cil reacomodarse a esa realidad, la convivencia siempre ha sido dif�cil. Creo que el sexismo por fortuna lo hemos superado mucho. El siglo XX ha sido el de la revoluci�n de las mujeres y antisexista, y se ha avanzado mucho, pero todav�a sigue existiendo el sexismo, y este nos esclaviza a todos: hombres y mujeres. A las mujeres m�s, pero a los hombres tambi�n, cosa que muchos hombres saben porque est�n reclamando ahora poder estar con sus hijos mucho m�s tiempo, no tener que ser ellos de quienes dependa todo el peso econ�mico, o del triunfo familiar. Muchos hombres saben que el cambio hacia una sociedad menos sexista es tambi�n una victoria suya.

Lo le� en unos de tus apuntes, hablas de la arquitectura del libro. Ayer durante el conversatorio de la Feria del Libro, mientras otros escritores estaban exponiendo su charla garabateabas dibujos en un papel �estabas dise�ando una nueva novela o era solo un mecanismo de concentraci�n?

M�s bien era una defensa neur�tica. Soy una neur�tica importante y muy nerviosa, y no puedo evitar que cada vez que voy a hablar en p�blico est� haciendo dibujos, cuadritos, tri�ngulos, rayas. Lleno p�ginas, no lo puedo evitar, me ayuda a concentrarme en lo que est�n diciendo.

�Tu vida ha llevado siempre la misma velocidad con la que hablas?

Me temo que s�. Soy muy nerviosa para bien y para mal. Tengo el sistema simp�tico disparado, para bien esto me da una capacidad de concentraci�n incre�ble, soy capaz de concentrarme de una manera pavorosa, estoy por ejemplo leyendo algo concentrada y hay un incendio al lado y no me entero. Y soy capaz de desarrollar una cantidad de energ�a al d�a, puedo hacer 20 mil cosas. Y luego, por otro lado, esa tensi�n nerviosa hace que me sea dif�cil relajarme, que me sea dif�cil parar cuando tienes que parar. En una situaci�n de estr�s tiendo a la angustia, pero no a la depresi�n.

Cuando se escribe la �ltima l�nea de un libro hay una sensaci�n de descanso, de satisfacci�n, de realizaci�n �c�mo es ese momento?

Por un lado sientes un logro grand�simo porque si terminas un libro es porque lo das por bueno, y un libro no creas que porque lo empezaste sabes que vas a acabarlo. Tuve un libro que lo tir� a las 150 p�ginas, se muri� la novela, se muri� para siempre, solo rescat� el primer cap�tulo como un cuento que est� en mi libro de cuentos.

Hay una sensaci�n de logro, de alivio inmenso y de plenitud. Al mismo tiempo hay una depresi�n post parto, esto te lo dir�n todos los autores, una sensaci�n de quedarte perdida, pues, claro, una novela me lleva como tres a�os escribirla. Durante ese tiempo est�s metida mentalmente y metida f�sicamente porque todo tu tiempo libre, todo lo metes ah�. Escribir novelas es un esfuerzo enorme, �un trabajo brutal!, y cuando terminas es como si se te vaciara el mundo; dices �ahora, qu� voy a hacer con mi vida, c�mo voy a llenar mis d�as�.

A los 52 a�os �te da p�nico envejecer?

No. Me da p�nico morirme, lo detesto. Me parece una cosa inadmisible que uno se muera, incomprensible e insoportable. Me gusta la vida, me encanta la vida y entonces no quiero morirme. No me gusta envejecer porque te va acercando a la muerte, pero tambi�n es verdad que ganas sabidur�a, experiencia; luego est� esa cosa maravillosa de que envejecer es la prueba de que todav�a no est�s muerto y est�s acumulando vida. Lo que no me gusta es ese despe�adero hacia la nada, algo que no me cabe en la cabeza.

�En qu� cree Rosa Montero?

Yo creo en el ser humano, en los valores, en el imperativo moral kantiano. Creo en la grandeza de nuestros sue�os, creo que somos capaces de so�ar un mundo mucho mejor que el nuestro y un ser humano mucho mejor de lo que somos y eso nos hace dioses. Los dioses somos nosotros so�ando que somos mejores de lo que somos.