Publicado el viernes 16 de abril de 2004 - Edici�n No. 741 | Inicio | | Foros | Favoritos | Buzón | ? |
Secciones  
Bazar
Sólo para ellos
Ventana abierta
La vida en fucsia
Esta semana
Rostros
Finanzas
Belleza
Salud
Lista de Ellas
Diario de mamá
Moda
Evento
De la cocina
Horóscopo
Ediciones anteriores
Suplementos  
Martes Financiero
Pulso de la Nación
Sábado Espectacular
AprendoWeb
DIARIO DE MAMA

Letras

Cuando aprend� que las letras exist�an, seguramente con esos cubos de madera tan lindos que todos los ni�os del siglo pasado pose�an, nunca me imagin� que semejante part�cula tan min�scula pudiera ser tan importante. Ahora ya lo s�

Julieta De Diego de F�brega

Siempre escucha uno que la palabra es un arma peligrosa, o una herramienta potente, dependiendo de si se usa mal o bien. Y es cierto, hay discursos (conjuntos de palabras) que han cambiado el mundo. Est�n formadas las palabras por unidades m�s peque�as: letras, las que, por supuesto, tienen tambi�n su propio m�rito. Cambie una, y convertir� rayar (acci�n de hacer rayas) en rallar (desmenuzar) o vasto (muy extendido o muy grande) en basto (grosero o tosco); cal, puede convertirse en mal o en sal.

Algo parecido sucedi� con mi art�culo del viernes 27 de junio, sobre los regalos del D�a del Padre. El texto andaba dando vueltas en mi cabeza desde hace mucho tiempo, pero cada vez que empezaba a escribirlo, el pudor se apoderaba de m� y todo quedaba en buenas intenciones. Fue la �tragedia� de Juan Jos� Rodr�guez �y de muchos otros pap�s� la que finalmente me dio el empujoncito que necesitaba para revelar el secreto.

Ll�mese mala suerte o un deseo incontrolable de la correctora de salvar mi reputaci�n, no s�, el hecho es que mi atrevimiento qued� convertido en un equipo desconocido. Comprendo que los textos deben pasar por los h�biles ojos de un corrector a fin de ubicar y corregir cualquier error gramatical u ortogr�fico que a uno se le escape. Yo, personalmente lo agradezco, pues nunca he sido buena mecan�grafa y a cada rato presiono la tecla equivocada. Gracias a Dios, los programas de procesamiento de palabras se han vuelto muy inteligentes y a veces hasta tercos, lo que ayuda much�simo a la hora de producir un texto. Sin embargo, no son infalibles y siempre puede uno meter la patota.

Les cuento lo que pas�. Yo quer�a decir que el regalo m�s anhelado por los pap�s y en general por cualquier humano con barba es el sexo. Cuando yo era m�s joven, se estilaba que aquellas palabras que dichas de sopet�n sonaban muy fuertes, se deletreaban. No era nada extra�o, pues, que uno al referirse a una mujer de la vida alegre dijera pe-u-te-a.

Ese fue el truco que trat� de usar en mi art�culo, pero obviamente se interpuso el bache generacional y as� fue como �ese-e-equis-o� qued� convertida en �ese-e-equip-o�. Y digo bache generacional, pues estoy segura de que ya a nadie le da pena decir sexo. Mi primer impulso al leer el art�culo fue saltar a revisar mi texto original, ya que como les dije antes soy humana y me equivoco. All� estaba la �ese� al final de �equis� muerta de la risa.

Como soy como Dios me ha hecho, enseguida qued� buscando las posibles razones para el cambio. La primera que se me ocurri� fue que el corrector ten�a que ser hombre. No hab�a otra. El pensar como hombre no da cabida a la posibilidad de que a una vieja de 47 a�os le d� verg�enza decir una palabra tan com�n. Amigos, no se molesten conmigo, no es ning�n secreto que los hombres y las mujeres pensamos diferente. Y adem�s, sentimos diferente, nos vestimos diferente y en general vemos el mundo de distintos colores.

Pido perd�n por haber llegado a esa conclusi�n sin m�s fundamento que los antojos de mi desaforada imaginaci�n, pero qu� puedo decirles, ya no lucho con ella, es in�til, siempre se impone. Ya yo iba llegando al final de un art�culo (en mi cabeza, claro) en el que me permit�a exponer todas las razones por las cuales era natural que un hombre hubiera cambiado la letra en cuesti�n cuando comprob� que mis elucubraciones eran totalmente infundadas. �Qu� desilusi�n fue quedarme sin art�culo!

Lo bueno de todo esto es que me pas� un par de d�as repasando en la mente vocablos en los que solo hay que cambiar una letra para que el significado var�e de norte a sur. Juegue con nulo, pela, sube, canto, cien o lima. Busque sus propias opciones, seguro le servir�n para poner en forma la mente ortogr�fica y gramatical y seguramente el ejercicio mejorar� considerablemente sus aptitudes de jugador de Scrabble. Con base a mi propia evaluaci�n, yo debo estar cuchillo, as� es que le voy a dar una llamadita a mi amiga Berna Calvit para que me invite a una de sus legendarias partidas semanales.