Publicado el viernes 7 de septiembre de 2007 - Edici�n No. 912 | Inicio | | Foros | Favoritos | Buzón | ? |
Secciones  
Sólo para ellas
Sólo para ellos
Ventana abierta
Por la sombrita
Esta semana
Conversación
Finanzas
Belleza
Salud
Lista de Ellas
Diario de mamá
Moda
Evento
De la cocina
Horóscopo
Ediciones anteriores
Suplementos  
Martes Financiero
Pulso de la Nación
Recetario
AprendoWeb
SALUD
Dietas de revistas

Las diferentes dietas alimenticias y sus novedosas formas de bajar de peso en un dos por tres son a menudo los titulares de portadas de revistas para mujeres. Al ejecutarlas se baja de peso, pero también se ocasiona desajustes en el organismo.

IVIS MARCELA ARMIÉN

‘Pierde hasta tres kilos por semana’ con ‘la dieta de Jennifer Aniston’, ‘la dieta South Beach’ o ‘la dieta de las ensaladas’; esa tentadora oferta se encuentra en revistas, en la internet o en un correo enviado por una amiga.

En fin, hoy es común hablar de cuál dieta es más efectiva o no para bajar rápido de peso. Sin embargo, para aquellas mujeres que se dejan seducir por este tipo de dietas, es importante que conozcan sobre los riesgos de estos métodos, que consisten en practicar la dieta sugerida por un tiempo limitado para perder X cantidad de libras, lo que se traduce en matarse de hambre hasta lograr la meta programada, y luego engordar nuevamente, para volver a realizar otra dieta; y esto se convierte en un círculo vicioso.

Las dietas de revistas o cualquier dieta sugerida vienen preprogramadas, es decir, no se toma en cuenta a la persona para la elaboración de este patrón alimentario. Las calorías son menores a las mínimas necesarias para cualquier persona y además se especifica que deben ser llevadas por un periodo de tiempo corto, ya que si se expone a la persona a más tiempo puede causar serios daños nutricionales al organismo.

Además, estas dietas eliminan todos los carbohidratos complejos y sugieren el consumo de proteínas, vegetales y frutas y, por último, complacen con algo dulce, para aliviar la necesidad de energía que se puede obtener de forma rápida comiendo algo que es azucarado que no requiere de transformación en el cuerpo, pero que a su vez da la impresión de que te permite pecar, es algo así como un juego psicológico.

Antes de someterse a este tipo de regímenes alimentarios no nutricionales que se rigen por la famosa de moda, sepa que éstas afectan al sistema digestivo, porque son un factor que predispone a la gastritis; la función hormonal se altera y algunas veces hasta la menstruación no llega; se interrumpen los intercambios metabólicos normales en el cuerpo, por ejemplo, el organismo no completa sus funciones y tiene que hacer uso de otros mecanismos para mantener las funciones básicas del cuerpo, debido a la falta de carbohidratos complejos necesarios para que suministren energía al cuerpo y para que otros nutrientes puedan completar su función, como las proteínas, vitaminas y minerales.

Debo recordarles que el organismo tiene un funcionamiento ininterrumpido y esto significa que no hay una jornada de ocho horas para nuestro cuerpo, y que se detiene solo cuando deja de funcionar para siempre.

Una pobre alimentación, por ejemplo como la de la dieta Scardale o la South Beach, o la dieta de la ensalada, afecta la producción de hormonas, neurotransmisores, enzimas por deficiencia nutricional, el cansancio y, el peor de todos, la ansiedad lleva a la persona a ingerir medicamentos para el control de la ansiedad y a la ingesta de carbohidratos simples (dulces, pastillas, azúcar, picaditas).

Por otro lado, la fatiga, el dolor de cabeza y el malhumor parecen comportamientos ligados a la mujer, y es que ellas son las que más se someten a este tipo de tortura alimentaria para verse bien, malestar que se exacerba con el síndrome premenstrual. Pero, con este régimen, lo que lograrán es perder masa muscular y agua, debilitando la estructura del cuerpo y luciendo escuálidas, enfermas, y lo que es peor, ganando el doble de su peso en grasa, porque el cuerpo hace sus mecanismos de compensación y después de un período de inanición viene un proceso de engorde, por el estrés metabólico al que fue sometido.

Las dietas populares no tienen aval científico, mas un significativo número de mujeres las practica por el resultado que ofrecen en corto tiempo y porque no representan un compromiso permanente; cuando quieren, la rompen.

Lo más recomendable sería que la mujer con deseos de disminuir su peso consulte a un nutricionista idóneo, que tomará en cuenta la complexión de su estructura, la genética, los gustos por los alimentos, disponibilidad de preparar o adquirir los alimentos necesarios para mantener una alimentación nutricional efectiva, que se tomen en cuenta factores psicológicos que en la mayoría de los casos tienen un componente importante y que además se va a sentir feliz por poder comer como una persona normal, de acuerdo con sus necesidades calóricas.

" La autora es nutricionista ellasconsulta@prensa. com


 
 
 
Corporación La Prensa - Todos los Derechos Reservados 2007