Publicado el viernes 7 de septiembre de 2007 - Edici�n No. 912 | Inicio | | Foros | Favoritos | Buzón | ? |
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Tentación de diseñador

Entre todas las posesiones de moda, siempre hay una pieza que nos roba la calma y su encanto es de por vida. Estos tesoros se guardan junto a la anécdota de aquella primera mirada que nos embrujó.

Vannie Arrocha e Ileana Pérez Burgos

Casi podemos apostar a que toda mujer ha sentido ese gusanillo alguna vez. Puede ser que el corazón se haya detenido frente a una vidriera o sobre la página de una revista, y de pronto eso, que no es más que un objeto, nos cautiva. Lo deseamos.

A veces basta con entrar a la tienda y dejarse arrastrar por la tentación, pero en otras ocasiones, la pieza codiciada no está tan cerca, ni en distancia ni en presupuesto. Hay que esperar un viaje o ahorrar unos meses, lo que hace más valioso, emocionalmente, ese accesorio.

Algunas mujeres nos cuentan cómo dieron con esa pieza de diseñador que les robó la calma, al punto de que terminaron por llevarla a casa.

La cartera de 'mademoiselle'

‘Me la compré ¡yo!’, dice sobre su cartera adorada la compradora del departamento de Juniors de Félix B. Maduro, Zanya López. ‘Por eso es que es tan especial para mí, me la compré como quien diría 'con el sudor de mi frente’.

Es un bolso de noche Chanel y asegura que lo usa montones. ‘Me lo pongo con trajes largos, cortos, incluso con jeans. Es el complemento ideal’, cuenta. ‘La verdad es que me encanta esta pieza y creo que es lo más cerca que voy a estar de mi diseñador favorito, que es Karl Lagerfeld’ (ríe)

Persiguiendo a Gucci

La chef Any Paz tiene una debilidad y son las carteras, pero entre la colección personal que tiene en su casa, la que la hechizó desde que la vio en una revista fue el modelo Positano de Gucci.

‘Llevaba buscándola como un año hasta que la encontré en un viaje que hice a San Francisco, y me la compré’.

A Any le encanta esta cartera por sus pañuelos, los cuales puede ir cambiando según el vestuario y la ocasión. Además, ‘porque va con todo, sirve para el día y para la noche también’.

Allí no termina, la chef sigue describiendo a su predilecta: ‘es súper práctica, te cabe de todo, no es pesada, es de un tamaño perfecto. [En mi carteraI te puedes encontrar de todo’, comenta con tono alegre.

Recuerda que su primera cartera de lujo la tuvo entre los 13 y 14 años, ‘cuando se pusieron muy de moda las mochilas amarillas de Luis Vuitton’.

Una mirada Prada

La especialista en Mercadeo Flor Carvallo cuenta que usa anteojos desde los 9 años, lo que entonces le pareció divertido porque su hermana también los usaba, pero, ‘a medida que fui creciendo y uno se va haciendo más vanidosa, se fueron convirtiendo en una incomodidad. Sin embargo, ya a estas alturas no hay manera de que me los pueda quitar y disimular la ceguera, así que decidí adoptar mis lentes como un accesorio más’. Decidió que si se cambia los zapatos, los aretes, las carteras de acuerdo a la ropa que se pone, también se cambiaría los lentes.

‘Curiosamente, en los días que tomé esa decisión también leí en una revista que toda mujer debe tener por lo menos un artículo de diseñador. A partir de allí, empecé la búsqueda de aros diferentes y especiales, que se adaptaran a mi estilo. En mis vacaciones encontré mis favoritos: son unos lentes blancos con rhinestones de Prada’, cuenta sonriente. ‘Cada vez que los uso, confirmo que fueron una buena elección porque siempre alguien los piropea. El otro día, un compañero de trabajo vio mis lentes blancos y me preguntó '¿tú te cambias los lentes?'. Respondí que sí, y se acercó y me dijo: 'Oye, son Prada. Si cada lente es de marca, te sale mejor operarte'. La verdad, no le quise decir, pero es más divertido cambiármelos todos los días’.

Encantada con lo panameño

La ex modelo y actual directora de Producciones de Big Blue Studio, Vanessa Vicuña, se confiesa cautivada por el talento de la diseñadora Michelle Zarak.

La primera vez que vistió de diseñador fue con una creación de esta panameña para un comercial de la agencia de modelaje a la cual pertenecía.

Así que hace unos meses. . . ‘adquirí un vestido de noche, rojo, de Michelle Zarak, que me encanta por su corte, vuelo y sensación al caminar’, indica Vanessa. ‘Zarak estaba preparando algunas piezas que necesitaba para completar un desfile de la Primera Dama y diseñó esta pieza pensando en mí’, y lo modeló en ese evento.

Como tenía varios años de no desfilar en una pasarela, el momento le pareció mágico: ‘El vestido parecía volar, además, junto a la diseñadora tuve la oportunidad de seleccionar la música que le daría el toque perfecto al desfile’.

Acabado el desfile, sus compañeras de pasarela le aconsejaron comprarlo y les hizo caso. ‘Es único, diferente y sexy ’, y asegura que ‘he parado el tráfico’ con él y no le importa volverlo a usar una y otra vez. Hasta ahora lo ha llevado a dos bodas.

Loca por Chanel

La actriz mexicana Marlene Favela, a quien por estos días vemos en El Zorro, siente pasión desenfrenada por una marca. ‘Hay una sola marca que uso: Chanel, porque es la que mejor me funciona’, dice refiriéndose a los productos para cuidarse el rostro y maquillarse, pero allí no acaba su fascinación.

‘Tengo todo de Chanel: botas tengo como 20, como 12 bolsas, tengo perfumes Chanel, como 12 pares de lentes’, cuenta.

Asegura que todas esas piezas tienen anécdotas y llevan con ella años. El primer artículo Chanel que compró fueron unos lentes de sol. ‘Todavía los tengo, unos lentes así grandotes, blancos, que dije '¡wao! los quiero'. Los compré en Las Vegas, pero ya tienen muchísimos años, han de tener como 12, y como siempre cuido todo, todo lo tengo’.


 
 
 
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