Legados que perduran
Luego de 16 a�os de trabajar por los derechos de la mujer en Panam�, la Fundaci�n para la Promoci�n de la Mujer, Fundamujer, cierra sus operaciones y delega algunas de sus funciones a otros organismos. Patricia Arambur�
La sede de la Fundaci�n para la Promoci�n de la Mujer (Fundamujer) en Anc�n, una vieja casa de dos pisos de madera en la antigua Zona del Canal, est� casi vac�a. Torres y bolsas de papeles, brochures y programas viejos, material did�ctico y monitores de computadora llenan el piso de algunos cuartos, listos para ser donados, quemados o regalados.
"Nos tenemos que ir el 28 de febrero", dice Velkis Rodr�guez con un tono de nostalgia en su voz. Ella trabaj� desde 2000 como voluntaria social de Fundamujer y aunque le causa mucha tristeza el cierre de la organizaci�n, siente que ayudaron a miles de mujeres y que hicieron una diferencia en la sociedad.
"Pero lo seguiremos haciendo", aclara, ya que la ayuda legal ser� trasladada al nuevo centro de asistencia en el Colegio de Abogados como parte del acuerdo que Fundamujer realiz� con la Fundaci�n Eduardo Morgan para que asumieran tanto los casos en proceso como los nuevos casos de violaci�n de derechos de la mujer.
Fundamujer desaparece como ONG, pero su legado contin�a en las distintas asociaciones que crearon para que continuaran ejerciendo algunas de sus funciones, y con los acuerdos que han realizado con organismos que se dedican a la mujer.
>Dif�cil, pero necesaria
Hace dos a�os y medio se hab�a planteado la posibilidad de cerrar Fundamujer. La junta directiva consideraba que era el momento justo, ya que la organizaci�n hab�a culminado una etapa importante de logros; las fundadoras ya no ten�an las mismas energ�as que hace 16 a�os y no se pudo encontrar la forma de delegar las riendas a otra generaci�n. Decidieron esperar, intentar seguir rodando con la misma fuerza y la empresaria Mercedes Baty Eleta de Brenes asumi� el cargo de presidenta en 2004 con la intenci�n de mantener la fundaci�n.
Pero la situaci�n no mejor� y en septiembre de 2006 la junta directiva y las fundadoras tomaron la decisi�n de decirle "hasta aqu�" a un proyecto que les hab�a cambiado la vida tanto a ellas como a las m�s de 15 mil mujeres que se vieron beneficiadas por la ayuda directa de sus programas.
"Me siento triste porque no fue la intenci�n por la cual asum� la presidencia, pero era m�s conveniente cerrar y que otro siguiera, as� que asumimos la decisi�n", explica Eleta.
La socia fundadora y ex diputada Teresita Y�niz de Arias, quien es considerada la cara de la fundaci�n, a�ade que hacer un relevo de las personas que durante esos a�os "cargaron el peso de la direcci�n" de esa instituci�n no fue posible porque "en Panam� el trabajo voluntario no se concibe como algo que 'yo hago porque quiero' sino que 'lo hago cuando quiero', y en instituciones como estas y en otras cuyo compromiso es muy vital, muy serio, implica adem�s un trabajo que es de todos los d�as, no es f�cil encontrar las personas que quieran hacer ese compromiso de manera permanente", puntualiza.
Brenes considera que logr� la concienciaci�n ciudadana sobre el tema de la discriminaci�n y abuso hacia la mujer, enfocado en la violencia dom�stica -de lo que no se hablaba hace 16 a�os-. Esta concienciaci�n se logr� a trav�s de la denuncia sostenida, de la promulgaci�n de leyes auspiciadas por dos diputadas que nacen del seno de la fundaci�n, Mery Alfaro de Villageli� y Teresita Y�niz de Arias, quienes propusieron y lograron pasar en la Asamblea legislaciones que favorecen los derechos de las mujeres.
"Consideramos que cumplimos con una etapa en establecer los mecanismos para acompa�ar a las mujeres de manera efectiva. Contribuimos a la formaci�n de leyes que van desde las modificaciones de las causales de divorcio a la ley de paternidad responsable, la ley de violencia hasta ir rompiendo toda una serie de estereotipos y acabando con mitos", explica Arias.
La junta directiva, convencida de que hab�a cumplido con lo que le tocaba, decidi� acudir a otras personas e instituciones para que continuaran con el trabajo restante, para poder cerrar la fundaci�n.
>Pase de bandera
"A partir de septiembre [de 2006I hemos trabajado en un proceso de cierre para lograr las alianzas y conformaci�n de las entidades jur�dicas necesarias para que contin�en todos los servicios a trav�s de nuestras propias beneficiarias", explica Brenes. "Es un pase de bandera. Nosotras llegamos hasta aqu� y ahora estamos dotando de capacitaci�n, motivaci�n, m�stica y recursos econ�micos para que estas ONG, muchas de ellas nacidas por v�nculos estrechos con Fundamujer y que est�n dispuestas a trabajar, puedan seguir adelante con las funciones".
El cierre no ha sido apresurado ni desordenado. El proceso ha tomado m�s de seis meses, y ha sido "planificado, responsable e �ntegro", aclara la presidenta, pero a�n no concluye. Su p�gina web ya no existe, no est� registrada como una ONG activa y el 28 de febrero se cierra el candado en su sede. Los muebles est�n siendo donados a otras entidades o mudados hacia las asociaciones que adquieren alguna de las funciones que Fundamujer realizaba.
El personal fue liquidado el 29 de diciembre de 2006 y algunos se trasladaron a las nuevas asociaciones. Los recursos econ�micos, que eran "importantes", sustenta Brenes, est�n siendo utilizados para impulsar las organizaciones que continuar�n su legado.
En los �ltimos meses se han constituido 10 asociaciones con personer�a jur�dica propia de los grupos de artesanas que por muchos a�os fueron capacitadas por Fundamujer. Los grupos est�n incluidos dentro de la Asociaci�n Pro- Artesan�a Paname�a, dirigida por Patricia Maduro, que seguir� trabajando para elevar la calidad y competitividad de sus productos e introducirlos en los mercados nacional e internacional.
El tema de asistencia legal, probablemente por el que m�s se dio a conocer Fundamujer, ha sido asumido en su totalidad por la Fundaci�n Eduardo Morgan, que nace del bufete de abogados Morgan & Morgan. "Ellos han instalado en el Colegio Nacional de Abogados un centro de asistencia legal comunitaria gratuita que se est� dedicando a atender temas de familia (cuatro funcionarios de Fundamujer trabajan ahora en este centro).
La Granja de Santa Clara de Ca�azas, creada hace 10 a�os por la fundaci�n, se convierte ahora en la Asociaci�n de Desarrollo Comunitario Santa Clara, con personer�a jur�dica y una junta de s�ndicos para acompa�arla en el proceso de transici�n.
"Estamos en los tr�mites de lograr un subsidio con el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) que est� muy interesado en la experiencia de Ca�azas para que se torne autosostenible. As� podr�n vender sus productos org�nicos a nivel nacional, no solo en Veraguas. Esperamos lograr una respuesta positiva por parte del Mides. Mientras tanto, mantendremos el apoyo al programa de la granja", explica Brenes.
La Biblioteca Nacional es otra gran beneficiada de esta transici�n. Toda la colecci�n de archivos documentales y visuales que incluyen leyes, casos, experiencias y cat�logos de los cursos de esta ONG ha sido donada a la Fundaci�n Pro Biblioteca Nacional junto con recursos econ�micos para que toda la informaci�n sea clasificada, sistematizada y digitalizada y est� disponible para todas aquellas personas que quieran consultarla.
Lo que se busca con estos "pases de bandera" es que la labor y visi�n de Fundamujer no muera. "Lo que no debe desaparecer es el servicio a la comunidad que se sigue requiriendo. Lo que hemos hecho es garantizar la continuidad del servicio de una manera focalizada", aclara Mercedes Eleta de Brenes.
Asimismo, la historia de los 16 a�os de instituci�n, con testimonios de sus principales actores, ser� recaudada por la periodista Amalia Aguilar Nicolau y publicada en una memoria que perdurar� para que las siguientes generaciones conozcan el trabajo de esta organizaci�n, que fue "un �cono del esfuerzo de la mujer paname�a por la equidad, defensa de derechos, respeto y prevenci�n de violencia dom�stica y que cumpli� su misi�n", expresa Brenes.
>Herencia para la mujer
Arias asegura que dejaron un ejemplo de una ONG que se manej� "con una eficiencia incre�ble, que obtuvo logros muy importantes con un manejo administrativo y financiero con una transparencia ejemplar. Solo hay que ver a las miles de mujeres que ayudamos durante todos esos a�os".
"Se cumplen etapas cuando el jefe ya no es imprescindible y crecer significa encontrar otros caminos", agrega la l�der de la fundaci�n. "Siento que era preferible que nosotros termin�ramos como una instituci�n que sirva de punto de referencia de lo que se quiere y se puede hacer cuando se tiene ese compromiso y esa generosidad para trabajar por los dem�s".
Para ella, la lucha por los derechos de la mujer es un compromiso que mantendr� el resto de su vida. "Es una lucha que no termina, porque siempre tenemos que aspirar a cosas mejores y estamos muy lejos de que todas las mujeres en nuestro pa�s gocen de los beneficios de desarrollo y protecci�n de la ley por igual".
Concluye Brenes que tanto las fundadoras como las socias de Fundamujer se sienten satisfechas de haber logrado un cierre ejemplar. "Hicimos un cierre humano. Hemos logrado unas terminaciones laborales �ntegras y todos han quedado satisfechos. Hemos sido adem�s constantes y persistentes para hacerlo de la manera que corresponde. Estamos sentando un ejemplo de que cuando la dif�cil decisi�n de cerrar llega, hay que hacerlo bien".
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