Publicado el viernes 23 de febrero de 2007 - Edici�n No. 884 | Inicio | | Foros | Favoritos | Buzón | ? |
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EL PERSONAJE

Álvaro Marchesi Ullastre
Alquimista de la educación

Una conferencia, la creación del Instituto de Educación Inclusiva y la puesta en marcha de 'Escuelas ranchos por escuelas dignas' fueron los motivos de la visita a Panamá del nuevo secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

Vannie Arrocha

Los tomates españoles son insípidos, opina Álvaro Marchesi Ullastre, excepto por los que cultiva en la huerta de su casa con los que le encanta preparar ensaladas para sus amigos. Él prefiere vivir en el campo, las novelas policíacas son sus lecturas preferidas y visita con regularidad el gimnasio. Marchesi notó que en Panamá existe una gran peña merengue, es decir, una fanaticada del Real Madrid, pero él le va al Atlético de Madrid y lo define como el equipo de los pobres. Mas este madrileño no estuvo en Panamá a finales de enero para hablar de sus placeres en la vida.

Estaba aquí por ser desde el 2 de enero el secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI). Este organismo, creado en 1949, administrará los fondos de la transformación de las "Escuelas ranchos por escuelas dignas", proyecto que desarrolla el Despacho de la Primera Dama.

También su presencia se debía a la implementación del Instituto de Educación Inclusiva y para dictar la conferencia "La Escuela Inclusiva; Problemas y Perspectivas", de la que participaron directivos de universidades oficiales y particulares, funcionarios del Instituto Panameño de Habilitación Especial (IPHE), y personal técnico que apoya los programas de discapacidad.

Para conocer más del secretario de la OEI hay que saber que es psicólogo, pero su currículum profesional está realmente en el campo de la educación. En 1984 dejó temporalmente la Universidad Complutense de Madrid para trabajar en el Ministerio de Educación y Ciencia de España y desempeñarse como responsable del Proyecto de Escuelas Inclusivas de este ministerio, luego fungió como Secretario de Estado de Educación para la aplicación de la reforma educativa, y más tarde como viceministro hasta 1996, cuando regresó a la Universidad y retomó su cátedra de Psicología Evolutiva y de la Educación.

En resumen, Marchesi estuvo aquí para compartir sus conocimientos y experiencias en los temas de educación inclusiva y reforma educativa.

¿Qué obstáculos enfrentaron en la renovación pedagógica española?

En primer lugar, algunos profesores tenían dificultades para implementar los cambios en las aulas. En segundo lugar, no llegaron los recursos comprometidos con la rapidez debida, llegaban en una cantidad menor a la necesaria. Eso supuso que los objetivos de la reforma española, que eran muy ambiciosos, como educar a todos los alumnos hasta los 16 años en un sistema común integrador inclusivo, tuvieran más dificultades.

¿Qué entorpece la educación latinoamericana?

América Latina tiene problemas muy serios. En líneas generales, hay una insuficiencia de recursos económicos dedicados a la educación. Por otra parte, América Latina tiene sociedades muy desiguales, con enormes diferencias entre un sector y otro. Esas diferencias sociales se traducen en la educación, por lo tanto, hacen más difícil una educación de calidad para todos los alumnos, porque la educación no es solo un proceso que afecte a las escuelas, sino que exige la participación de las familias y del conjunto de la sociedad.

¿Cuáles deben ser las metas de América Latina en cuanto a educación?

La educación latinoamericana aún tiene que completar la agenda del siglo XX y enfrentarse a los retos del siglo XXI. Y eso exige un esfuerzo colectivo y un convenio social, sin el cual no se logrará el objetivo.

¿La educación debe estar ligada a la demanda laboral?

Actualmente, hay una oferta de formación profesional insuficiente. La conexión entre la educación y el mundo laboral no está bien articulada en América Latina, no hay un sistema ágil para detectar las demandas laborales y transformarlas en ofertas formativas.

¿Por qué desertan los adolescentes de la escuela?

Cuando las familias tienen escaso nivel cultural y educativo, deben trabajar muchas horas, viven en condiciones sociales desfavorables, pues lógicamente que la mayoría de ellas tendrá dificultades para ayudar a sus hijos en los procesos de aprendizaje. Todo ello supone que un porcentaje importante de alumnos no siga estudiando a partir de los 12, 13 y 14 años, lo que es una pérdida de capacidad cultural y educativa en un país.

¿Cuál es la exigencia de la sociedad actual con respecto a la educación?

La sociedad reclama ahora personas competentes y capaces de incorporarse a una función laboral más tecnificada, con mayores exigencias y mayor dominio de determinadas habilidades. Por ejemplo, la carpintería ya no es un asunto de clavar maderas, el diseño de los muebles se hace a través de las computadoras y máquinas programadas. Por tanto, un alumno que deja la escuela no tiene las habilidades ni las competencias profesionales necesarias para incorporarse a un empleo y su incorporación no generará un desarrollo económico mayor en un país.

La riqueza de un país es la riqueza educativa acumulada, cuando el 40% de los alumnos no estudia a partir de los 14 años, el desarrollo económico, productivo y social de ese país pierde una parte importante de sus posibilidades. Además, a esa persona después le va a ser difícil adaptarse a los cambios tecnológicos que vive la sociedad, lo que lo condena a la pobreza y a mantener desigualdades sociales, porque las desigualdades educativas se traducen en desigualdades sociales.

Calidad educativa. . . ¿en qué tiempo se logra?

Un cambio educativo lleva por lo menos 10 años. Por tanto, una reforma exige diseñarla, planificarla, garantizar las condiciones, liderazgo, comunicación y compromiso social. Por eso es positivo que los cambios educativos gocen de un amplio consenso social y político, porque eso es lo que garantiza la continuidad, y el máximo de información para que los ciudadanos las valoren y contribuyan a pesar de las dificultades. Las reformas son procesos a largo plazo y hay que implicar a la sociedad.

¿Ejemplo de óptima enseñanza?

Una buena educación es aquella que ofrece a los alumnos oportunidades suficientes y adaptadas a ellos, de aprender conocimientos y cultura de la época, desarrollar la convivencia y aprender a estar con los otros para llegar a tener valores morales y cívicos. La educación es abrir aprendizajes en las condiciones adecuadas, es decir, que haya escuelas suficientes con recursos y profesores preparados.

La OEI ha firmado un convenio con la Primera Dama para convertir escuelas ranchos en escuelas dignas. En ese sentido Panamá está haciendo un esfuerzo de mejorar la educación para todos los alumnos y que tengan los mismos derechos, por lo que debe haber participación de las familias.

¿Qué se propone lograr en OEI?

Apoyar a los países a mejorar la educación y la equidad en la misma, y tratar de que se sientan partícipes de una comunidad más amplia, que no es sólo la nacional, sino que muchos países latinoamericanos formamos por lazos culturales y también lingüísticos una serie de relaciones, que nos sirven para ayudarnos mutuamente; que la experiencia, la riqueza que cada uno tiene sirva para ayudar al otro. Ese es uno de mis anhelos.

¿Qué proyecto educativo le ha causado mayor satisfacción?

Dirigí bastante años el programa de escuelas inclusivas en España, he hecho varios proyectos, pero a este le tengo especial cariño y es con el que me siento más satisfecho, porque es uno que hace justicia en la escuela, crea integración educativa y cohesión social, porque conecta con lo que es justo en la vida y en las relaciones con las personas.

¿Por qué defiende la educación inclusiva?

La educación inclusiva es un problema conceptual y técnico, pero es también un problema actitudinal, una disposición a defender los derechos de todos, especialmente de los niños con más dificultades. ¿Por qué defiendo esto con firmeza? No lo sé, no tengo en mi entorno experiencias de este tipo. Posiblemente por mi propia experiencia personal infantil, mis padres murieron cuando yo tenía 10 años, quizás eso me hizo desarrollar un sentimiento solidario hacia aquellos que tienen problemas.

¿Su familia entiende su lucha?

Mi esposa, Gema Paniagua, también es psicóloga y me apoya firmemente. Ella forma parte de un equipo de psicólogos que colabora con la ciudad de Madrid en el diagnóstico y atención de los niños a los que se les detecta alguna incapacidad.

¿El Instituto de Educación Inclusiva será un hecho?

Tuve especial interés en venir a Panamá, porque era consciente de que hay un movimiento importante por impulsar la educación inclusiva en el Gobierno.

He venido a dar una conferencia, a escuchar, a entrevistarme con uno y con otros. He hablado también con el Embajador de España y ha habido un compromiso de ayudar y de financiar el centro de apoyo a la educación inclusiva, un centro que produzca materiales y sirva a la meta de una escuela mejor para todos, este centro también puede servir de referencia a los países caribeños y centroamericanos.

Suena muy bien, pero ¿cómo se logra?

Es un proyecto ambicioso y difícil. Conseguir que las escuelas acojan en sus aulas a alumnos con discapacidad exige voluntad, recursos, aptitudes, disposición positiva, sentido de la justicia. Porque enseñar a estos alumnos con otros no es fácil, hace falta capacitación del profesorado, recursos, materiales. Este es un programa que Panamá ha puesto en marcha. La OEI va a aportar su granito de arena a este centro, pero la responsabilidad recae en el Gobierno.

¿En qué dirección va la educación panameña?

En el camino correcto, en el más justo [con respecto a la inclusiónI, por lo que conozco en Panamá se está avanzando con decisión.

OEI
Fines


La Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) es un organismo internacional de carácter gubernamental para la cooperación entre los países iberoamericanos: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Guinea Ecuatorial, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, Puerto Rico, Uruguay y Venezuela.

Uno de sus objetivos principales es fomentar el desarrollo de la educación y la cultura como alternativa válida y viable para la construcción de la paz.


 
 
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