Llegado el día en que compartimos con familiares y amigos la llegada del próximo nuevo año, es bueno buscar el momento y lugar adecuados para pensar en evaluar lo que ha sido para nosotros el año que termina, referido esto principalmente a nuestras finanzas personales.

Medir lo alcanzado en términos de lo que nos propusimos y tomar medidas preventivas para no repetir en el siguiente año los errores cometidos que nos impidieron lograr algunas de las metas deseadas y que quizá nos sumieron en angustias o momentos tristes, siempre es enriquecedor.

Revisar los logros relativos a nuestras finanzas personales de 2006, significa evaluar estos en términos de nuestra solvencia, liquidez, valor neto; ponderar el impacto de los imprevistos, analizar las fortalezas que nos permitieron lograr lo que nos habíamos propuesto y también medir el impacto de las debilidades que tenemos, en la ejecución de todo lo que queríamos hacer. ¿Nos sentimos satisfechos o frustrados con los resultados logrados?, ¿hemos sido buenos padres, esposas, esposos, compañeros, socios, al manejar el dinero propio o el de la familia?, ¿en verdad hemos dado pasos para asegurar el bienestar de los que amamos?, ¿utilizamos el dinero como instrumento de control, presión, etcétera, y en función de los valores que gobiernan nuestra vida?

Lo ideal es haber logrado nuestras metas con los logros de nuestro esfuerzo, para brindar una mejor vida a nuestros seres queridos y la comunidad. Es válido y recomendable medir estos en términos de la calidad de la vida comunitaria que ayudamos a crear, la unidad familiar, el fortalecimiento de las relaciones de pareja, los momentos compartidos con los hijos, los aprendizajes logrados como seres humanos, las experiencias capitalizadas en el negocio, la calidad de las relaciones actuales con amigos, socios; las actitudes mostradas por las personas que han recibido nuestro trato, la solidaridad mostrada.

En muchas ocasiones algunos de nuestros propósitos no se logran porque no fueron definidos en términos que luego pudiéramos medir o cuantificar. Muchas personas se dijeron a fines del año pasado: ‘me propongo hacer un buen viaje de vacaciones a Europa’. Esto suena a una meta, pero en realidad es solo la expresión de un deseo. Una meta habría sido ‘Me propongo en el mes de agosto de 2006 ir a París y pasar allí dos semanas visitando museos, yendo a restaurantes y otras cosas y no sobrepasando un costo de 8 mil dólares’. Esto le habría obligado a tomar previsiones para reunir el dinero, organizarse laboral y familiarmente y en todos los demás sentidos. Seguro lo habría logrado.

Anna Martin, especialista en nutrición y asuntos de la familia y del consumidor de Extensión Cooperativa de la Universidad de California, sugiere cuatro pasos necesarios para elaborar un propósito exitoso para el nuevo año:

1. Escoja sólo una o dos metas pequeñas. No trate de cambiar todas las malas costumbres de una vez. Tendrá más éxito si se propone una o dos cosas que desea cambiar

2. Piense bien en las palabras con que expresará sus intenciones. Por ejemplo, si su propósito para el año que está por empezar es relajarse más, no se diga a sí mismo ‘Este año me voy a relajar’; exprese su propósito de una forma más sutil y de manera que refleje algún plan para lograr el cambio deseado: ‘Este año voy a explorar diferentes maneras de relajarme’.

3. Elabore un plan. Una vez que haya expresado claramente su propósito, piense en los diferentes pasos que se requerirán para lograrlo. ‘Nadie logra nada de importancia intentando hacerlo todo a la vez’, observa Martin.

4. Escriba sus intenciones. Anote tanto el propósito como el plan para lograrlo. Téngalo a la vista en casa, en su lugar de trabajo o donde sea que pueda verlo para que le sirva de recordatorio constante.

Formule planes para mejorar su liquidez, ahorrando, reduciendo su endeudamiento actual, revisando los valores y prácticas que le guiaron. Revise su presupuesto y ajústelo a una política de ahorro y previsión. Intente por todos los medios crear un fondo para emergencias. Revise la situación legal y fiscal de sus bienes. Cuide su salud y familia. Actualice su valor neto y esfuércese por todos los medios por ser un mejor ser humano, sin caer en un consumismo suicida. Sueñe y prepárese a realizar todas las tareas que le pueden ayudar a materializar dichos sueños. Feliz Año Nuevo y mil gracias por todo lo recibido de ustedes.

" El autor es asesor financiero