TAMBIEN POR EL OLFATO

No s�lo los mam�feros pueden reconocer a su pareja por el olfato. Tambi�n algunas aves marinas recuerdan el olor de sus compa�eros, afirma un equipo de investigadores franceses y estadounidenses bas�ndose en observaciones realizadas al petrel- paloma ant�rtico (Pachyptila desolata).

Estas aves tienen una envergadura de alas de 60 cent�metros y un extraordinario sentido del olfato. Forman colonias de cr�a y son fieles a su pareja durante toda su vida.

Los dos padres participan en la incubaci�n de la puesta de los huevos. Mientras un miembro de la pareja se ocupa del nido, el otro lo abandona temporariamente y regresa con frecuencia unos d�as �o hasta dos semanas� despu�s con alimento.

Francesco Bonadonna del Centro Nacional de Investigaci�n Cient�fica (CNRS) de Francia y Gabrielle Nevitt de la Universidad de California, en Davis, investigaron c�mo reconocen las aves su nido tras un largo per�odo de ausencia y en medio de miles de nidos en la colonia. Los expertos comprobaron que lo hacen por el olfato.

Los cient�ficos primero trasladaron en bolsas de tela de algod�n a los animales con el t�pico aroma de almizcle. Para las pruebas, los investigadores construyeron un tipo de minilaberinto con tres caminos.

Al final de cada camino se encontraba otra bolsa. Diecisiete de 20 aves se dirigieron hacia la bolsa que ten�a el olor de su pareja.

En otros experimentos, los animales se decidieron por el olor de otro ejemplar en lugar del propio y, en general, por el de un cong�nere, pero no se dirigieron a una bolsa �limpia�, libre de aromas.

GOLPE DE DADOS

Ocarina china

Un vendedor toca un Xun (ocarina) en un puesto de venta en Xi�an, China. El Xun es un instrumento musical ancestral chino, del cual se tiene referencia desde hace 7 mil a�os, es fabricado con arcilla, piedra o hueso y cuenta con seis agujeros.

Cautela tur�stica

Una turista francesa besa a su pareja sobre los pozos que la naturaleza cava en las rocas en la playa de Tiwi, de Mombasa, Kenia. Los operadores tur�sticos y directores de hoteles de la costa son cautamente optimistas sobre la temporada de este a�o despu�s de los ataques terroristas contra un hotel de propiedad israel� en 2002 y el ataque con bomba contra la Embajada de Estados Unidos en 1998, que dejaron a la industria tur�stica tambale�ndose.

SIN COLAS DE CABALLO

Ir�n prohibi� que sus futbolistas usen �colas de caballo� y �barbas de candado� como parte de una campa�a para impedir la propagaci�n de la cultura occidental en ese estado isl�mico. La Federaci�n Iran� de F�tbol precis� que los que desaf�en la medida ser�an suspendidos de toda actividad relacionada con el f�tbol.

�Est� prohibido que los futbolistas usen colas de caballo, barbas de candado y bandas para la frente (vinchas), pues podr�n ser castigados con suspensiones o multas�, explic� Navid Majd, director de Relaciones P�blicas de la Federaci�n. Sin embargo, la medida no se aplica a quienes tengan el pelo largo. �El profeta Mahoma tiene pelo largo. No tenemos problemas con ello�, afirm� Majd.

Desde la revoluci�n isl�mica de 1979, los conservadores han intentado mantener intacta sus costumbres, evitar la influencia occidental.

Un sorbo de humor

Un hombre se encuentra en la m�s absoluta miseria. Cuando en plena selva amaz�nica ve un cartel que dice: �Necesitamos empleado para la tala de �rboles�.

Si bien el tipo no ten�a ni la m�s remota idea de c�mo hacer ese trabajo, pidi� hablar con el jefe de personal. El jefe de personal le pregunt�:

��Tiene usted experiencia en este tipo de trabajo?

�Por supuesto se�or, toda mi vida he talado �rboles.

�Bien, d�game, �D�nde ha trabajado?

�Pues, en el Sahara.

��En el Sahara? �Pero si eso es un desierto!

�S�, ahora s�, �No sabe lo que nos cost� talarlo!

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El hombre no naci� para trabajar, la prueba de ello es que se cansa.

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Una mujer llega a donde una adivina y le dice que quiere saber del futuro.

Entonces la adivina le dice asombrada: Aqu� dice que su esposo va a tener un gran accidente.

A lo que la mujer le responde: S�, pero lo que yo quiero saber es si me va a agarrar la polic�a.