Trabajo de mujeres
Cuando le� el �Diario de mam� (29 de octubre) me sent� totalmente complacida y agradecida porque hab�a estado conversando con mi esposo la noche anterior acerca de que yo sent�a que en estos d�as nadie valoraba el trabajo de un ama de casa y que en muchos caos hab�a llegado a sentirme menospreciada por no generar un ingreso. Yo admiro mucho a las mujeres que trabajan y aparte atienden una casa, a su esposo y a sus hijos; es un esfuerzo que hay que valorar, pero tambi�n deber�amos valorar el trabajo que representa quedarse en la casa a cuidar a los hijos. Es un gran trabajo muy poco valorado. Por ejemplo, sal� a celebrar el cumplea�os de una amiga en una discoteca �cosa que nunca hago porque al d�a siguiente yo me tengo que levantar temprano a preparar el desayuno y atender a mi hijo� y le digo que estoy cansada y me contesta de �qu� est�s t� cansada si no trabajas�. Pensar�n que yo lo que hago todo el d�a dormir. Si yo hiciera una lista de las cosas que hago durante todo el d�a ser�a una gran lista que no termina sino hasta que mi hijo se acueste a dormir. Pero no me arrepiento porque es la decisi�n m�s sabia que he tomado en toda mi vida y disfruto cada minuto que estoy con mi hijo y mi familia.
Susana Montero
En la salud y la enfermedad
Quiero darles las gracias por todas las publicaciones, testimonios y consejos que nos han ofrecido a lo largo de todo el mes de octubre, relacionados con el c�ncer de mama.
Hay quienes creen que el verdadero amor no existe; y que la frase �hasta que la muerte nos separe� es cursi. Hace 19 a�os yo encontr� a Javier y con �l he vivido momentos felices y experiencias que han enriquecido nuestra relaci�n de pareja y de padres.
Cuando nos casamos por la iglesia el sacerdote nos dijo: en las buenas y en las malas, en la salud y la enfermedad. Bueno, ahora estamos cumpliendo estas promesas hechas a Dios. La enfermedad nos ha unido porque nadie que ama desea ver sufrir a un ser querido.
A todos esos hombres que luchan con sus amadas esposas los sinsabores del c�ncer de mama, que Dios los bendiga, en especial a mi amado Javier.
Delsa E. Aguilar de Ramos
|