Stanley Heckadon
�Hace unos d�as present� su nuevo libro Naturalistas en el Istmo de Panam�: Cien a�os de historia natural sobre el puente biol�gico de las Am�ricas�, en la Biblioteca Nacional
Ana Teresa Benjam�n
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Heckadon, cientifico apasionado |
Stanley Heckadon Moreno es un cient�fico apasionado. Parece redundante decirlo, porque los cient�ficos tienen que ser un poco obsesivos para lograr resultados... Pero Heckadon se distingue porque no s�lo busca desentra�ar los misterios �cualesquiera que sean�, sino que le encanta transmit�rselos a los medios, exponerse, perderse en largas explicaciones.
La pasi�n no es s�lo cuando se trata de temas de su inter�s, sino de cualquiera de las investigaciones de alguno de los cientos de cient�ficos que circulan por los pasillos del Smithsonian Tropical Research Institute (STRI).
Heckadon es soci�logo y trabaja desde hace mucho en el STRI, aunque hoy d�a ejerce como director de Divulgaci�n y Programas P�blicos.
Hace unos d�as present� su nuevo libro Naturalistas en el Istmo de Panam�: Cien a�os de historia natural sobre el puente biol�gico de las Am�ricas, en la Biblioteca Nacional.
El libro compila art�culos publicados en �Epocas�, Segunda Era, un suplemento de La Prensa que describ�a la historia natural del Istmo, seg�n la visi�n de varios naturalistas del siglo XIX y XX.
�En todos los a�os como cient�fico, �cu�l ha sido su mayor aprendizaje?
�Que nunca cesamos de aprender. La naturaleza es fuente infinita de sorpresas.
�En materia ambiental, �qu� le preocupa?
�La progresiva p�rdida de la calidad de las aguas de los r�os y quebradas del Istmo en el siglo XXI.
La contaminaci�n de las aguas traer� efectos devastadores. Afectar�, sobre todo, a los m�s vulnerables: ni�os, ancianos y a los m�s pobres. En lo econ�mico, obligar� a las familias a comprar agua embotellada, cara. El aumento en las enfermedades gastrointestinales podr� hacer colapsar el ya precario sistema de salud.
��Y en el sentido humano?
�Nuestro divorcio con la naturaleza. Esta desnaturalizaci�n sirve para promover comportamientos cada vez m�s agresivos entre los seres humanos.
Nuestras ciudades se han tornado invivibles: ruidosas, congestionadas, contaminadas y carentes de sitios de recreaci�n sanos, pues estamos destruyendo los r�os, las quebradas y playas, y convirtiendo en basureros las �reas boscosas.
�Si tuviera que comenzar otra vez, �qu� cosas no volver�a a hacer?
�Ignorar�a a mis amigos que me hicieron desistir de aprender a tocar guitarra y piano.
��Cu�l experiencia de su vida evoca como la m�s gratificante?
�Al nacer mi primer hijo y publicar mi primer libro.
�Adem�s de la ciencia, �qu� otros intereses tiene?
�La lectura, la jardiner�a y la agricultura.
��Hay algo que le colme la paciencia?
�Los diablos rojos. Esos ruidosos, contaminantes y agresivos autobuses que deterioran aceleradamente la calidad de vida de la ciudad de Panam� y Col�n.
��Su mayor tesoro?
�Mi esposa, Sonia, compa�era por 28 a�os y nuestros dos hijos, Diego y M�nica.
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