Publicado el viernes 1 de octubre de 2004 - Edici�n No. 755 | Inicio | | Foros | Favoritos | Buzón | ? |
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LA VIDA EN FUCSIA

Trofeos de guerra

Esther M. Arjona

La conversaci�n se pon�a buena, se trataba de la informaci�n m�s fresca que hab�a en la calle. �La discusi�n fue monumental�, les contaba Carina a Gloria y a Milena. �Todos en el edificio se enteraron porque los gritos llegaban hasta la esquina�, a�adi�.

�No puede ser... pero si hac�an tan bonita pareja�, dijo Gloria, mientras que Milena, un poco esc�ptica solt� un: �Caras vemos..., pero sigue contando�.

�La cosa es que en un ataque de indignaci�n ella se quit� el anillo, lo tir� al piso y se fue�.

�Me est�s gruveando, �qu� tonta!�, dijo Milena, en tanto que Gloria, muy segura de s� expres�: �Yo hubiera hecho lo mismo�.

Milena parec�a indignada: ��Por qu� vas a devolver algo que te han obsequiado? No no, qu� va, esos son trofeos de guerra�.

��Trofeos? �Acaso mi felicidad depende de eso? Es como guardar ropa de un difunto�. Gloria no comprend�a para nada el sentido de la conversaci�n y Milena trataba de explicarle.

��Qu� ganas devolviendo cosas? Si eran tuyas, fueron escogidas para ti y adem�s con todo el amor del mundo. �Qu� va a hacer �l con eso? �Regal�rselo a otra?

Carina, quien se hab�a quedado por fuera en la conversaci�n les record� su presencia. �Pero es que esto no termina all�. ��No?� Preguntaron las otras.

�Despu�s de la rabieta, ella regres� donde �l a pedirle de vuelta el anillo, y �qu� creen que pas�?�

�Ya basta de misterios y termina de contar�, la interrumpi� Gloria.

�El le dijo que no ten�a ning�n derecho de pedir de vuelta un anillo que ella hab�a tirado al piso con el mayor de los desprecios, que no se lo iba a devolver�.

��Qu� va!, bueno, ella se lo busc�, dijo Milena. �No solo perdi� el trofeo sino la guerra�.

En la adolescencia, cuando Gloria terminaba con un noviecito, esa finalizaci�n iba acompa�ada de discurso, carta de despedida y todas esas cositas que el fulanito le hab�a obsequiado: tarjetitas, peluches y el resto de la parafernalia juvenil del momento. En cambio Milena se las ingeni� para guardar al menos los que consideraba eran los m�s representativos gestos de cari�o de sus enamorados.

Claro est�, pasa el tiempo y dejan de ser peluches, llegan a ser en algunos casos ramos de flores, prendas de vestir e incluso joyas. Devolver estos obsequios es tradicionalmente una forma de decir �ya no tengo ning�n compromiso contigo�. �Ser� que mantenerlos es guardar alg�n tipo de esperanza?

Muchas cosas han cambiado y muchas son tambi�n las formas de pensar. Para algunas es impensable mantener un obsequio costoso de quien ha dejado de ser parte de la vida de una. Para otras, es ese demostrar que estando con esta persona, �l fue capaz de obsequiarte cuanto quisiste sencillamente por complacerte. En otro caso es demostrar el poder que se tuvo en alg�n momento con esa persona o sencillamente una forma de no aceptar que aquello termin� y mantener esperanzas.

Finalizada la conversaci�n Milena fue a casa y abri� un caj�n, el �ltimo de su c�moda que no revisa con mucha frecuencia. En �l encontr� un libro con una rosa seca en su interior, un osito de peluche con los colores ya gastados que le obsequiaron en la secundaria, de tiempos m�s cercanos, tarjetas con mensajes escritos a mano �Gracias por ser como eres y gracias por haberme hecho feliz al conocerte�, una figurita de cristal Swarovski, de hace solo unos a�os, un par de fotos con dedicatoria, �piensa en m�, recu�rdame...�, un CD de Carlos Vives, una delicada cadena de oro con un zapatito y con otra firma, una tarjeta que en alg�n momento acompa�� un ramo de flores y que dice �Te amo�.