Publicado el viernes 6 de agosto de 2004 - Edici�n No. 747 | Inicio | | Foros | Favoritos | Buzón | ? |
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ESTA SEMANA

EL VATICANO RECHAZA EL FEMINISMO

La �ltima carta sobre la cooperaci�n de los hombres y las mujeres en la Iglesia confirma la posici�n de la Santa Sede contra el feminismo

Juan Pablo II rodeado de religiosas al finalizar el Angelus el pasado domingo.
Las mujeres no deben ser discriminadas en la sociedad ni en el trabajo, deben inspirar la pol�tica de los pueblos y su papel no puede reducirse al de una m�quina reproductiva, este es parte del mensaje que contiene la carta Sobre la cooperaci�n de los hombres y las mujeres en la Iglesia y en el mundo, elaborada por la Congregaci�n para la Doctrina de la Fe (ex Santo Oficio, ex Santa Inquisici�n) �organismo que se encarga de cuidar celosamente los contenidos de la doctrina� y firmado por su prefecto, el cardenal alem�n Joseph Ratzinger.

El documento indica que las mujeres deben ser respetadas, pues tienen los mismos derechos en el lugar de trabajo, pero tambi�n agrega que las diferencias entre sexos deben ser reconocidas y exaltadas. �El hombre y la mujer han sido diferentes desde el principio de la Creaci�n y lo ser�n para toda la Eternidad�.

Tambi�n pide el texto que los gobiernos armonicen las legislaciones de manera que la mujer pueda trabajar y cumplir con �las exigencias de su misi�n dentro de la familia�.

Con 27 p�ginas, la carta est� dirigida a los obispos y se refiere espec�ficamente al papel de las mujeres dentro de la Iglesia. Las invita a colaborar como siempre, pero no habla en ning�n momento de concederles el sacerdocio, como en cambio han logrado las mujeres en otras religiones.

Contra el feminismo radical

El texto dice que las mujeres no deben ser menoscabadas por el hecho de ser amas de casa e indica que si prefieren trabajar, deben elegir un trabajo apropiado que no exija �elegir entre renunciar a la vida familiar o soportar un estr�s continuo�.

Hace una cr�tica a lo que llama las �distorsiones� generadas por el feminismo �radical�, al que culpa por la rivalidad con el hombre y por la �ideolog�a del g�nero�, por la cual las personas creen que pueden elegir su g�nero m�s all� del sexo con el que nacieron.

El texto reitera la oposici�n al divorcio, el valor del celibato y la vocaci�n cristiana a la virginidad.

La novedad de esta carta radica en la voluntad del pontificado de responder a dos corrientes de pensamiento de la cultura contempor�nea que, agrega, �a menudo no coinciden con las finalidades genuinas de la promoci�n de la mujer�.

La primera tendencia criticada por el Vaticano es que la mujer se constituye en antagonista del hombre, �llegando a una rivalidad radical entre sexos, en el que la identidad y el rol de uno son asumidos en desventaja del otro�.

La consecuencia de ello, seg�n el Vaticano, es la reacci�n a los abusos de poder �con una estrategia de b�squeda de poder�. Esta �rivalidad entre los sexos afecta la estructura de la familia�, seg�n el documento.

La segunda tendencia que suscita la preocupaci�n de la Santa Sede es que para �evitar cualquier supremac�a entre uno u otro sexo, se tiende a cancelar sus diferencias, consideradas como simples efectos de un condicionamiento hist�rico-cultural�. �Esta antropolog�a que pretend�a favorecer la igualdad de la mujer, liber�ndola de todo determinismo biol�gico, ha inspirado ideolog�as que ponen en entredicho a la familia natural compuesta por un padre y una madre, equiparan la homosexualidad a la heterosexualidad, y abogan por un modelo nuevo de sexualidad polimorfa�, agrega el texto, estas tendencias hacen referencia al feminismo.

El Vaticano se queja de que esta posici�n ponga en discusi�n la �concepci�n patriarcal de Dios�, considerada esencialmente machista, y que llevar�a a considerar �carente de importancia y no influyente� el hecho de que Jes�s asumi� la naturaleza humana en su forma masculina.

En otro p�rrafo se lee que �Dios ha querido un matrimonio cristiano, un matrimonio entre un hombre y una mujer que deben complementarse, y no un matrimonio entre personas del mismo sexo�.

Reacciones

Por supuesto, las reacciones no se han hecho esperar: �Esto ya podr�a haberlo escrito el imam de la mezquita de Al Azhar (en el El Cairo)�, respondi� indignada la ex comisaria europea de Asuntos Humanitarios, Emma Bonino, luego de tener conocimiento del documento.

Y es que actualmente hablar de la �peque�a diferencia� entre hombres y mujeres resulta pol�ticamente incorrecto.

�Ratzinger habla de un mundo que ya no existe�, afirma Bonino, ex europidutada por la izquierda italiana.

Si bien el texto confirma que el sacerdocio est� reservado a los hombres, las autoridades eclesi�sticas han se�alado que las mujeres est�n alcanzando poder incluso dentro de la iglesia.

Monse�or Angelo Amato, secretario de la Congregaci�n para la Doctrina de la Fe, en El Vaticano, opin� que la mujer est� alcanzando niveles de �poder�. Seg�n Amato, �la se�al de la mujer es, m�s que nunca, central y fecunda� en la Iglesia.

Como ejemplo cit� que el 24 de abril, una monja fue nombrada subsecretaria de la Congregaci�n para los Institutos de Vida Consagrada. Esta religiosa, sor Enrica Rosanna, nacida en Busto Arsizio (Varese) hace 66 a�os, es en la historia de la Iglesia, la mujer que llega al m�s alto escal�n de la jerarqu�a eclesi�stica.

Es tambi�n reciente el nombramiento de dos te�logas, la suiza B�rbara Hallensleben y la norteamericana sor Sara Buttler, a la Comisi�n Teol�gica presidida por el cardenal Joseph Ratzinger. Otra mujer, Mary Ann Glendon, fue designada presidenta de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales.

Este documento ampl�a lo publicado por el Vaticano sobre la mujer, despu�s de la carta apost�lica Mulieris Dignitatem (15 de agosto de 1988) y la Carta a las Mujeres (29 de junio de 1995), de Juan Pablo II.





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