DE LA COMPRA SELECTIVA
�Libertad, consiste en la habilidad de escoger�. Simone Weil
Julieta de Diego de F�brega
Si hay algo a lo que tenemos acceso hoy en d�a es a la educaci�n informal. Charlas, seminarios, cursos cortos y todos sus parientes aparecen anunciados a diario en todos los peri�dicos. Quien tenga ganas, tiempo y dinero puede aprender a cocinar por la ma�ana, a soplar vidrio por la tarde y a identificar sus vidas pasadas en la noche. As� de f�cil.
La pregunta que surge es �C�mo acomodar tanta informaci�n dentro de la corta vida que nos han regalado? Porque lo cierto es que la oferta es diversa, muy diversa, y esto puede confundirnos, especialmente a los curiosos que quieren ir a todo. Y si adem�s de curioso usted es d�bil de car�cter, pues imag�nese lo que puede pasar: Hoy decidir� que es prudente obligar a sus hijos a comer espinaca tres veces por semana; ma�ana empezar� a tomarse 20 vasos de leche por semana y pasado optar� por que todo el mundo se alimente solo de carne y jugo de naranja.
Yo pienso que educarse es un poco como ir de compras: no hay que meterlo todo en la canasta. Podemos mirar, comparar precios, determinar necesidades y luego escoger. Recuerdo unos consejos muy sabios que me dio en una ocasi�n una profesora de Educaci�n para el Hogar: �uno no debe ir al supermercado sin haber comido antes ni de compras cuando est� triste�. Claro, tiene todo el sentido del mundo, en ambas situaciones usamos el ejercicio como un consuelo y los resultados ser�n inexorablemente un gasto innecesario.
Seguro usted est� pensando, �pero bueno, �qu� puede haber de malo en una actividad educativa?�. En principio nada, a menos que implique un cambio radical de vida que no necesariamente sea el m�s conveniente para nosotros. �Y todos conocemos a alguien supremamente susceptible que ha practicado, por ejemplo, todas las dietas, todas las religiones, todos los tipos de ejercicio, todas las corrientes psicol�gicas, siempre con vehemencia y argumentando que son, en ese momento, la �nica respuesta l�gica a �x� o �y� problema o situaci�n.
Regreso a la actividad de compras y me imagino yendo al supermercado y metiendo en mi canasta uno de cada uno de todos los productos que all� venden; o visitando Los Pueblos y haciendo lo mismo. No habr�a ni auto ni casa que pudiera contener toda esa mercanc�a. Hay que escoger, que tomar decisiones.
Reconozco que soy bien curiosa y me encanta escuchar charlas y propuestas novedosas, pero ya he aprendido que cuando voy no necesariamente tengo que hacer propio todo lo que all� proponen. Lo que me sirve lo meto en la canasta y lo que no se aplica lo dejo pasar. As� de f�cil. Hay que ser selectivo, de lo contrario, nuestra vida se convertir�a en un pulguero como el de Sanford & Son.
Reconozco tambi�n que a veces es dif�cil dejar pasar un concepto porque su expositor es un genio de la palabra y nos tienta con su elocuencia, pero �hello!, nosotros tambi�n tenemos cabeza para pensar, no solo para que nos hagan peinados bonitos. Aquellos de ustedes que sean observadores se habr�n dado cuenta de que entre menos ch�cheres tengamos, m�s f�cil la vida; con las ideolog�as es lo mismo. Es mejor escoger una y perfeccionarla, en lugar de ser un poquito de todo y no mucho de nada.
El truco en todo esto reside en que para poder escoger inteligentemente es conveniente analizar todas las opciones y es all� donde podemos confundirnos, especialmente si estamos tristes y con hambre. A mi siempre me pareci� que las clases de Educaci�n para el Hogar era una p�rdida de tiempo, pero acepto con humildad que el haber aprendido all� el arte de comprar eficientemente ha resultado ser un concepto de mucha utilidad, no solo para ir al supermercado.
|