Publicado el viernes 12 de septiembre de 2003 - Edici�n No. 710 | Inicio | | Foros | Favoritos | Buzón | ? |
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LA VIDA EN FUCSIA

Hombres bonitos

Roxana Mu�oz

�A ver, a ver qu� tenemos aqu�, dijo mi colega durante una cena de bienvenida que nos ofrec�an en un viaje para conocer un destino del Caribe. �El Robinson Crusoe cincuent�n, descartado�. �El de al lado no estar�a mal si no fuera por la panza. Y no ha levantado la cabeza del plato�. �Aquel de la derecha, en dos a�os solo toma sopita�. �El brasile�o como que muy joven�. �El gu�a tiene tremendo anillo en el dedo. Casado�. �Solo queda el blanquito de cabello negro, ese pinta bien. Bien peinado, lindos ojos, aunque como que se arregla demasiado�.

Con la claridad que dan dos tequilas Sunrise yo estaba de acuerdo con el crudo inventario de aquellos partidos. Que no se ofendan los hombres, porque algunos son capaces de juicios m�s despiadados a la hora de evaluarnos a nosotras. Lo cierto es que a simple vista, aparte del chico que �se arreglaba demasiado� no hab�a mucho que mirar entre aquel grupo, as� que yo centr� mi atenci�n en las quesadillas.

Echando el calendario para atr�s: cuando una tiene 14 a�os lo �nico que busca en un novio es una cara bonita, no importa que el �nico argumento para que te guste sea un suspiro: �Ayyyyy, es que es tan lindo�. A esas alturas no te importa si tiene futuro, si la bicicleta es suya o la pide prestada, si hace caso a su mam� o si se prepara el mismo su lunch. No importa nada. Con los a�os es que se pone una quisquillosa.

Yo, como la mayor�a de las adolescentes, suspir� por el chico m�s guapo de mi sal�n, quien, por supuesto, no faltaba m�s, le puso el ojo a la ni�a m�s bonita, que no era yo. Primera lecci�n del laboratorio de la vida: los iguales casi siempre se atraen.

Antes de seguir aclaro que yo soy de aquella gente normal: ni fea que espanta, pero tampoco me detienen en la calle para preguntarme si soy modelo. Y en mi calidad de gente normal he de decir que aunque me siguen llamando la atenci�n los hombres bonitos, con el paso de los a�os esto dej� de ser el primer atributo de los requisitos para fijarme en un hombre. Y es que si se fuera a poner una en eso, las alternativas que quedar�an ser�an muy pocas.

Por aquello de la belleza interior y de que los sentimientos son los que cuentan, terminas por fijarte en otras cosas y por buscar otras cualidades m�s pr�cticas. Buscas m�s la responsabilidad, el cari�o, la atenci�n y alguien que aunque te ame mucho no te tenga a pan y agua, algo de complicidad, si es alegre mucho mejor. Cuando un hombre re�ne esas cualidades puede que no sea bonito, pero ante tus ojos se vuelve guapo.

La vida te ense�a a desconfiar, y yo a estas alturas hasta sospecho cuando veo a un hombre demasiado atractivo, demasiado arreglado. S� que este tipo de comentarios terminan por desesperar a los hombres, pues parecen confirmar aquello de que �qui�n entiende a las mujeres�: si est� feo no les gusta, y si se ve muy bien sospechan.

S�, �ltimamente los hombres bonitos despiertan serias dudas. Y eso que no hay tantos en la calle, como la vista de una quisiera. Aquellos que vemos en las revistas medio desnudos, sosteniendo perfumes o luciendo diminutos calzoncillos tienen a veces un look tan andr�gino: sin pelos, en sandalias, sin sudor, demasiado olorosos, algunos con el cabello hasta m�s cuidado que el de una.

No estoy poniendo en duda la masculinidad de estos bellos galanes. Nada de eso. Pero en lo particular, me gustan los hombres que huelen a Calvin Klein, pero que imagino capaces de sudar. Los hombres que llevan las manos limpias, pero que no se amedrentan porque se van a ensuciar si cambian la llanta de un carro. Aquellos que se peinan para salir, pero no lamentan que la lluvia les eche a perder el peinado. Una amiga me dec�a que no conceb�a estar con un hombre cuyo cabello estaba mejor cuidado que el de ella. Y le doy la raz�n. Con esto no quiero decir que va una a echar mano del m�s feo que encuentre. Pero creo que es justo aspirar a estar con un hombre con el que siempre te sientas la mujer.