Publicado el viernes 12 de septiembre de 2003 - Edici�n No. 710 | Inicio | | Foros | Favoritos | Buzón | ? |
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Huracanes y tormentas

As� como las cat�strofes naturales siembran destrucci�n a su paso, las cat�strofes personales alteran el balance de la vida. Al igual que la naturaleza se regenera, el hombre puede tambi�n reconstruir

Julieta de Diego de F�brega

En el Caribe ya empez� la temporada de huracanes. Sucede cada a�o y cuando veo una nueva tormenta en proceso de formaci�n regresa a mi mente mi propia vida en un esfuerzo por recordar cu�l fue la �ltima que la azot� y qu� tal me fue. Estos recuerdos funcionan como herramienta de defensa, pues consistentemente confirmo que sobreviv� y que los da�os, a pesar de ser en ocasiones de consideraci�n, siempre se han podido reparar.

Inexorablemente me pregunto por qu� unos s� y otros no... sobreviven quiero decir. Me siento tentada a contestar que porque unos siguen las instrucciones al pie de la letra y otros no, pero concluyo que �sta no es una generalizaci�n v�lida. Muchas veces, incluso los obedientes, caen v�ctimas de una fuerza mayor.

Recientemente Nando Parrado estuvo en Panam�. Su cuerpo no es ya tan esbelto como hace 30 a�os ni su cabello se deja levantar por el viento travieso, como le suced�a al joven jugador de rugby que tuvo la buena o mala fortuna de caer con sus compa�eros en las nevadas monta�as de los Andes hace tres d�cadas, pero su obstinaci�n por vivir parece estar intacta. Parrado nos habl� por dos horas aproximadamente. No subi� el tono de voz ni camin� como un le�n fren�tico por el escenario como suelen hacer los oradores motivacionales... pienso que m�s bien quer�a ejercer sobre nosotros un efecto hipn�tico y aprovechar el trance para grabar en nuestras mentes un mensaje subliminal importante.

Me desv�o del tema porque hay un pensamiento que se enciende en mi cabeza como un terco ne�n de prost�bulo: �Son las malas experiencias las que nos cambian la vida�. �Son� fatal esa afirmaci�n, no les parece? Confirma nuestra inclinaci�n masoquista de responder �nicamente ante los est�mulos negativos. Sin embargo, al sustituir el adjetivo �malas� por �dif�ciles� se cambia autom�ticamente la connotaci�n negativa del pensamiento. Ante la dificultad, se despierta el esp�ritu de lucha y �ste es como los sitios porno de la internet, que no importa cu�ntas veces usted trate de erradicarlos de las tripas de su computadora, ellos eventualmente regresan.

Formas de vivir hay muchas, usted puede ser un vividor, optimista, irresponsable, organizado, vago, trabajador, intenso, perezoso, honesto, cari�oso, hijo de mala mujer, en fin, la oferta de caminos es literalmente ilimitada y la selecci�n que hagamos determinar� nuestra calidad de vida. Formas de morir hay dos: rendirse ante la adversidad o sacar el arsenal y pelear por la vida hasta el �ltimo aliento.

Si optamos por la primera, pues no hay m�s nada de qu� hablar. La pelona nos anotar� en su lista VIP y tocar� a la puerta ataviada con su mejor capa negra en un tiempo relativamente corto. A ella no le gusta hacer esperar a los buenos clientes. En ese momento no hay vuelta atr�s, cuando llega la limosina, hay que subirse.

Si, por el contrario, nos ponemos las botas y la pintura de guerra, entonces el panorama cambia. Aqu� ya entramos entonces en el mundo de la estad�stica, esa ciencia que me sac� canas cuando era estudiante universitaria y que hablando con toda honestidad odi�, pero que es muy pr�ctica cuando necesitamos tomar una decisi�n.

Regresemos a Parrado. Indudablemente, �l y sus compa�eros no solo estaban en la lista VIP de la pelona; estaban sentados en la sala de su casa tomando t�. Algunos de ellos encontraron el ambiente agradable y decidieron quedarse; otros, Parrado incluido, recordaron que afuera hab�a luz, flores, familia y amigos, por lo que prefirieron dejar la tibia sala y aventurarse a las entra�as mismas del crudo invierno. �Qu� lograron con esta acci�n? Convertir un 100% muerte en un 50% muerte, 50% vida. Cualquier especialista en mercadeo podr�a confirmarle que aspirar a 50% de participaci�n en un mercado es muy bueno. La moraleja es que estos chicos no solo sobrevivieron, sino que aprendieron a vivir.

Las tormentas no son algo que uno se sienta a ordenar por cat�logo. Llegan como y cuando les provoca. Desordenan, asolan, asustan, nos dejan la vida hecha un trapo. Pero siempre, siempre, siempre, vuelve a salir el sol.