Publicado el viernes 15 de agosto de 2003 - Edici�n No. 706 | Inicio | | Foros | Favoritos | Buzón | ? |
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Con libras de m�s

Un ni�o con sobrepeso est� destinado a ser un adulto obeso. Es decir, tiene todas las cartas para sufrir enfermedades mortales

Lineth O. Del Cid T.

Las �ltimas investigaciones revelan que alrededor del 15% de la poblaci�n estadounidense de entre 6 y 19 a�os de edad tiene sobrepeso u obesidad severa, seg�n el �ndice de masa corporal.
La obesidad, que se define como la �acumulaci�n excesiva de grasa en el cuerpo, en relaci�n con la masa muscular�, hasta hace unos a�os era una preocupaci�n que se reservaba para los adultos, principalmente por sus consecuencias mortales.

En la actualidad, el sobrepeso obliga a oficinas federales en Estados Unidos y comunitarias en Europa a organizar cumbres y reuniones para estudiar medidas que contrarresten sus efectos en la comunidad infantil y juvenil.

Una nota aparecida en un diario espa�ol se�alaba que la obesidad afecta ya hasta al 15% de ni�os y adolescentes en este pa�s, y seg�n los estudios a este ritmo la tendencia situara a Espa�a en igual nivel a la de Estados Unidos, donde el porcentaje de personas obesas alcanza el 31% para los varones y el 35% para las mujeres.

Cuando la oficina de Salud P�blica en Estados Unidos estableci� que la obesidad deb�a ser tratada como una enfermedad, se iniciaron campa�as que llevaron a desmitificar algunas im�genes, como la del �saludable� beb� rechonchito o de que todo ni�o obeso es hijo de un adulto obeso. Estas ayudaron tambi�n a alertar a la ciudadan�a de las peligrosas consecuencias de tener libras de m�s, especialmente en los primeros a�os de vida.

Estudios han demostrado que la ausencia de actividad f�sica, especialmente en los menores de edad, ha sido uno de los factores principales en el incremento de la obesidad, adem�s de la falta de un r�gimen alimenticio equilibrado.

Seg�n el libro Manual Merck de Informaci�n M�dica para el Hogar, la obesidad �puede ser clasificada como leve (del 20 al 40% de sobrepeso), moderada (del 41 al 100% de sobrepeso) o grave (m�s del 100% de sobrepeso)� e informa que la obesidad es �el resultado del consumo de una cantidad de calor�as mayor que las que el cuerpo utiliza�.

Ni�os en el consultorio

Definitivamente, los ni�os aprenden de los mayores, y si en la casa no hay costumbre de comer frutas, legumbres o vegetales, o de hacer, por lo menos, una comida en familia, sin la presencia de la televisi�n, tendr�n mayor dificultad para seleccionar los alimentos m�s apropiados para nutrirse.

Para el doctor Joan Soler, presidente de la Sociedad Espa�ola de Endocrinolog�a y Nutrici�n, la batalla contra la obesidad en la poblaci�n infantil se inicia con el cambio de los h�bitos alimentarios en la familia, incrementando el consumo de frutas, verduras, legumbres y pescado, y reduciendo la carne, las grasas y el az�car.

En tanto el doctor Marc Jacobson, del Hospital de Ni�os Schneider, en Nueva York, propone que la responsabilidad en este aspecto sea de toda la sociedad e insta a sus colegas a prevenir la obesidad �y no dejar de medir especialmente el �ndice de masa corporal, con relaci�n entre la altura y el peso� de los ni�os.

La familia debe sentarse y conversar sobre las actividades diarias. Establecer horarios de comida, de ver televisi�n o videos juegos (no m�s de dos horas), tipo de alimentos permitidos en la semana y los del fin de semana. Si los ni�os tienen un horario extenso en la escuela, y al salir se dedican a estudiar y hacer tareas, los padres deben buscar actividades al aire libre para realizar una cantidad adecuada de ejercicio, se�ala la psic�loga Campbell.

Por su parte, una declaraci�n de la Academia de Pediatr�a de Estados Unidos sentencia que los costos de la atenci�n en salud p�blica a la obesidad, podr�an superar los asignados al tabaquismo.

En Panam�, el problema tambi�n va en aumento. En la consulta externa de la doctora especialista en nutrici�n, D�bora A. de Grimaldo, �tres de cada 10 pacientes son ni�os menores de 10 a�os, con problemas de sobrepeso u obesidad�. La incidencia es m�s alta en ni�as que en varones; seg�n la doctora Grimaldo esto se debe �a diferencias de composici�n corporal y al hecho de que los varones practican con m�s frecuencia deportes al aire libre�, aunque toma en cuenta que �las ni�as se preocupan m�s temprano por su apariencia f�sica y buscan ayuda profesional m�s temprano�.

En tanto, a la consulta de la psic�loga Jissnela McLean de Campbell, los ni�os con sobrepeso llegan referidos por un m�dico pediatra. Ella les invita a participar en talleres donde se les explica sencilla y abiertamente lo que ocasiona en sus cuerpos todo aquello que comen, pero adem�s, se le ayuda a la familia a cambiar sus h�bitos de alimentaci�n.

�El br�coli sabe �mal�?

El c�rculo en la obesidad infantil se inicia en los primeros a�os de vida, cuando los padres acostumbran al hijo a tener compensaciones alimenticias o bien a faltar a reglas. Por ejemplo, si llora se le engancha un biber�n, si se porta bien se le regala un caramelo, si acepta probar las espinacas se le obsequia con un dulce, o bien, si no tiene hambre que no coma.

Para Campbell este desorden en la nutrici�n entre el primer a�o y los 5 a�os, le da las pautas incorrectas al ni�o para su futuro cercano. Explica que los padres no le dicen al ni�o que no se come entre comidas, o cuando le ofrecen br�coli o chayote le advierten que aunque sepa �mal� deben comerlo y si lo hacen, podr�n pedir helado. Cuando los ni�os habituados a este estilo de vida, llegan a los seis a�os y establecen su independencia, se hace dif�cil para los padres y los menores aceptar horarios para comer y aventurarse a probar nuevos sabores.

Es importante, dice la psic�loga, establecer para cada ni�o una soluci�n. �Es muy f�cil hablar de la pir�mide de alimentaci�n, de que los carbohidratos dan energ�a, las prote�nas te ayudan a crecer y que las grasas no ayudan en nada, pero es vital conversar con la familia�. Ellos deben descubrir qu� comida les puede reunir en familia, sea el almuerzo o la cena, como aprender a variar y mejorar el men� familiar poniendo atenci�n al desayuno, o cambiar h�bitos, como dejar de comer frente al televisor.

Campbell recomienda a los padres mantener en vigencia por m�s a�os la lonchera escolar, con alimentos sanos como frutas, palitos de zanahoria, emparedados de queso, huevos cocidos, yogurt, gelatinas, jugos, galletas.

Aquellos ni�os/as que no han recibido normas y pautas para reconocer el valor de una buena alimentaci�n, al comprar comida en la escuela se inclinan por alimentos grasosos, comida chatarra, gaseosas, bebidas procesadas con colorantes y sustitutos, que no le proporcionan ning�n nutriente.

Ni�os oBESOS = adultos enfermos

Los padres y el pediatra, se�ala la doctora Grimaldo, �deben estar atentos en la tendencia que a trav�s de los a�os presenta el peso del ni�o dentro de su curva de crecimiento�.

Tome en cuenta si el ni�o/a de siete a�os necesita ropa tama�o 10; si el uniforme escolar comprado al inicio del a�o debe ser cambiado en las vacaciones de medio a�o; si las notas han ido bajando porque est� cansado o lento; si se resiste a participar en actividades al aire libre, si ante la propuesta de jugar f�tbol prefiere los juegos de video y de computadora; si se a�sla socialmente y se convierte en sedentario, son algunas de las alarmas que se deben atender.

Los adolescentes con sobrepeso, puntualiza el Manual de Merck, tienen �una pobre imagen de s� mismos y se hacen progresivamente m�s sedentarios y socialmente aislados. Sus padres a menudo no saben c�mo ayudarlos�.

Estudios cient�ficos han determinado que la obesidad infantil �aumenta el riesgo de tener un adulto obeso�, dice Grimaldo, a�adiendo que los efectos de la obesidad son iguales en cualquier grupo de edad �pre-escolar, escolar, adolescente, adulto�, ya que �los dep�sitos de grasa ocurren a nivel sistem�tico, es decir, todos los �rganos se infiltran de grasa siendo el coraz�n y sus principales arterias y venas, el h�gado, los ri�ones y el campo vascular del sistema nervioso central, los m�s afectados�.

Dictamina la nutricionista que la obesidad es la causa directa de enfermedades como la hipertensi�n arterial, diabetes Mellitus tipo II y cardiopat�as obstructivas.

Cuadro familiar

Los ni�os y adolescentes le huyen a la actividad f�sica y a los deportes. Favorecen actividades predominantemente sedentarias como ver por horas la televisi�n, usar la computadora y los juegos de video, explica la doctora Grimaldo.
Para la doctora Grimaldo, los padres deben evaluar su historia familiar e intentar buscar ayuda en edades tempranas. Pueden aplicar medidas preventivas como establecer h�bitos diet�ticos y un estilo de vida favorable, de manera que ayuden a los adolescentes a comer para vivir.

�Se ha podido determinar que cuando uno de los padres es obeso, el riesgo de hijos obesos es del 40%, mientras que si los dos progenitores son obesos, el riesgo puede ser del 80%�.

Los padres y los maestros deben ayudar al ni�o o al adolescente a �reconocer que el alimento que lleva a su boca debe nutrirlo y ayudarlo a crecer�, sostiene la psic�loga Campbell.