Publicado el viernes 15 de agosto de 2003 - Edici�n No. 706 | Inicio | | Foros | Favoritos | Buzón | ? |
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FINANZAS

�HURRA, LLEGO EL DECIMO TERCERO DE AGOSTO!

Para los que reciben el pago es un buen momento para revisar las finanzas personales

Jos� S. Canto A.
Asesor financiero personal

Hoy es un d�a de alegr�a para miles de asalariados, tanto del Gobierno como de la empresa privada , pues lleg� el anhelado momento del pago de la segunda partida del d�cimo tercer mes.

Este momento, cuya cuenta final muchos iniciaron apenas cambiaron el cheque de la anterior partida, reviste especial significaci�n para el asalariado y para el comercio en general, dada la situaci�n econ�mica imperante, ya que dicho pago representa una poderosa inyecci�n econ�mica para ambos grupos. Tambi�n es motivo de preocupaci�n para algunas empresas.

El asalariado esperaba estos fondos para hacer pagos de cuentas pendientes o hacer compras que hab�a postergado para este mes, y tambi�n el comerciante, porque su sue�o es que el asalariado gaste lo m�s posible en sus empresas para ayudarle a capear la baja en sus ventas, la cual ya dura demasiado, y que incluso a algunos dificulta la ejecuci�n del pago de este compromiso laboral.

A ambos a su vez los dividen intereses diferentes, en el sentido de que el asalariado tendr� que tomar decisiones de si paga deudas o compromisos pendientes o si utiliza estos fondos para compras en funci�n de las atractivas ofertas de toda clase de art�culos y bienes que el comercio y dem�s sectores le brindan.

Para el comerciante la decisi�n que debe tomar el consumidor es sencilla: compra, gasta, aprovecha la oferta. El comerciante sabe que debe atraer compradores en estas fechas, pues de lo contrario deber� continuar padeciendo la baja en sus ventas, que ha caracterizado al comercio desde el D�a del Padre; aquel nost�lgico y luminoso instante en medio de la niebla del bajo consumo.

Para los que reciben el pago es un buen momento para revisar las finanzas personales. �Qu� pudiera ser lo aconsejable hacer con esta segunda partida del d�cimo tercer mes?

En primer t�rmino, nos sentirnos contentos de que tenemos un dinero extra que nos podr� ayudar en alguna medida a aliviar o solucionar algunos problemas o a materializar algunos planes, independientemente de su modestia o grandiosidad. Contentarnos, sentirnos felices por tener ese �dinerillo� es algo que reconforta.

Segundo, con mucha calma analizar cuidadosamente nuestra situaci�n financiera actual y determinar necesidades y separarlas de deseos. Necesidad pudiera ser ponerme al d�a en algunos compromisos ineludibles como ir al m�dico y hacerme el examen postergado que puede afectar mi salud, pagar cuentas pendientes como luz, agua, tel�fono, alquileres, pensiones, matr�culas, mensualidades, seguros, cuotas, etc., etc., etc. Son necesidades en el sentido de que, si no las cubre, podr�a verse afectado de inmediato o a corto plazo. Luego de esto, proceda a revisar esos lindos y agradables deseos que usted tiene, tales como comprar el �ltimo aparato de sonido, la tv, el dvd, el cd, el spoiler para el carro, el perfume, el vestido, etc., etc., aprovechando las casi irresistibles ofertas existentes. Son cosas que usted quiz�s siente que debe tener; que le alegraran, pero que usted y yo sabemos que no son necesariamente urgentes, sino deseos de �darme un gusto que hace mucho deseo darme� y que a�n no ha podido materializar. Ni deseos ni necesidades deben estar en conflicto: se trata solo de fijar prioridades. Si para usted son primero sus deseos y luego sus necesidades, pues es su decisi�n. Trate de pensar y analizar positivamente y de administrar sus recursos, de suerte tal que usted se pueda dar sus gustos y cubrir tambi�n las necesidades m�s prioritarias. Importante es que este dinero no sea fuente de frustraci�n, peleas, discusiones y disputas en su casa, o motivo de depresiones para usted, pues siente que �el d�cimo no alcanza para nada�.

Si sus finanzas est�n bien, pues tome una parte de su d�cimo y �sela para darse ese gusto que quiere, y ahorre otra parte, aunque sea una cantidad m�nima. Sea previsor y sume algo de ese dinero a la construcci�n de su �fondo de emergencias� o para alg�n plan futuro.