Publicado el viernes 15 de agosto de 2003 - Edici�n No. 706 | Inicio | | Foros | Favoritos | Buzón | ? |
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�Le queda bien...�

La dependienta de una tienda puede ser una gran colaboradora o una mala consejera. Aprende a detectar cu�n atinada es su ayuda

Ileana P�rez Burgos

�La puedo ayudar en algo?�, pregunta ella.

�No, solo estoy mirando�, contestas t�.

A�n as�, ella te sigue a una distancia, a veces prudente, a veces inc�moda. T� te preguntas si es aliada o enemiga. �Su inter�s es que compres mucho o que compres bien?

Queramos o no, en el momento en que entramos a una tienda, se nos ofrece ayuda a la fuerza. All� est� la dependiente en posici�n de ataque. Algunas son abrumadoras y hasta malas consejeras, pero tambi�n las hay sabias y colaboradoras.

Estos consejos te ayudar�n a saber cu�ndo es conveniente su ayuda.

Las acosadoras

Muchos empresarios creen que la mejor forma de vender es seguir al cliente dentro de la tienda y, por ello, obligan a sus dependientes a comportarse de esta manera. Sin embargo, esta t�cnica muchas veces tiene el efecto contrario: que el cliente salga huyendo a causa de la persecuci�n.

La dependienta �acosadora� solo hace su trabajo, que no es solo atenderte, sino tambi�n venderte. En muchos casos su salario es muy bajo y lo aumentan dependiendo de cu�nto venda en el d�a. Por tanto, para llevar m�s dinero a casa, ella se lanza desesperada sobre cada cliente, como le ha sugerido su jefe. Ser� capaz de ofrecerte desde pantalones que te quedan horrorosos hasta un club de mercanc�a.

En nuestro pa�s, entre m�s econ�mica la tienda, por lo general m�s acoso recibes por parte de las dependientas. As�, antes de entrar a un local ya sabemos qu� actitud esperar.

Hay personas a las cuales no les molesta que la dependienta las siga, e incluso agradecen su presencia.

Si la tratas bien, puedes hacerla tu amiga y as� tambi�n la har�s descubrir una t�ctica m�s valiosa al vender: la confianza. No la trates como a una intrusa, pide su consejo dejando claro que apreciar�s su honestidad. �Yo conozco mis defectos, as� que no tengas miedo en decirme si esto me queda mal.�

En caso de que te sientas perseguida e inc�moda, lo mejor es ser clara con la vendedora. Con una sonrisa, dile �Aprecio tu ayuda, pero no me gusta que me sigan cuando compro. Si necesito ayuda te avisar�. Gracias�.

Si a�n as�, notas que la chica insiste en venderte lo que sea o en seguirte sin aportar buenos consejos, lim�tate a pedirle ayuda para ubicar lo que buscas.

Las amigas

Hay dependientes que son un encanto, adem�s de buenas consejeras. Ellas por lo general te saludan como a una vieja amiga y no te imponen ni su criterio ni su presencia, a menos que t� lo solicites. Este tipo de dependienta generalmente lo encuentras en las tiendas m�s refinadas, donde su funci�n no es vender, sino asesorar al cliente.

Hazte su amiga. Ll�mala por su nombre y preg�ntale por sus cosas personales (c�mo va la universidad, el hijo, sus vacaciones). Tr�tala de igual a igual, no como si fuera inferior a ti. Todo esto fortalece la relaci�n, que es conveniente para ambas.

Esta camarader�a te har� sentir en casa cuando llegues a la tienda. Entre m�s confianza perciba ella que le tienes, m�s honesta ser� al opinar sobre la ropa que te pruebas o incluso al adelantarte informaci�n sobre mercanc�a nueva o rebajada. Hay dependientes que hasta te dicen �si vienes en dos semanas, ese pantal�n ya estar� rebajado�, lo cual al due�o de la tienda no le parecer� bien, pero le conviene, pues significa que seguir�s yendo a la tienda no solo por la ropa, sino tambi�n por la atenci�n.

Si la chica es amable y sientes que sus consejos son honestos, cultiva esa amistad vendedora-cliente. Si por el contrario percibes que usa un tono amable, pero es evidente que su intenci�n primera es �venderte� a costa de tu buena apariencia o bolsillo, procura eludirla.

La mejor dependienta es aquella que te dice �aqu� no hay, pero puede encontrarlo en tal parte� y la que se atreve a decirte que algo no te queda bien, aunque t� mates por comprarlo.

En el probador

- Gu�ate por tu instinto y por tu presupuesto. Estos dos detalles est�n por encima de la moda, los baratillos y el consejo de la dependiente.

- Nunca te lleves algo que te quede �un poco chico�. Se puede arreglar aquello que queda grande, tomando la basta o haciendo una pinza. Pero nada se puede hacer por aquello que aprieta.

- No compres algo cuando sientas la punzada de la inseguridad, a�n cuando so�aste con ponerte esa moda o la dependiente te diga que te queda divino. Si no est�s convencida, prefiere pensarlo un poco y regresar despu�s.

- La dependiente puede ser sincera al decirte que alguna pieza te queda bien, y a�n as� esa pieza no es para ti, porque no va con tu personalidad o tu estilo. Por ejemplo, te pusiste una blusa transparente y se te ve divina, pero es demasiado atrevida para tu gusto y sabes que no te atrever�s a pon�rtela.

- No creas en �eso ni se nota�; lo m�s probable es que s� se note. Si de ver�s no se notara, ella te hubiera dicho �yo no veo eso que dices�.

-�De ver�s quieres honestidad de parte de la dependienta o quieres sus halagos? Por all� por los a�os 30, Mar�a T. de la Campa escribi� en una revista dominical: �Las dem�s mujeres del mundo se dejan influenciar mucho por la opini�n de las vendedoras y gustan de que otras personas les alaben las prendas que han de escoger. La francesa no. Ella sabe lo que quiere y no se deja embaucar por los arrumacos de las dependientes ni por sus galantes piropos.�

Es que a veces sucumbimos al deleite de que nos digan que nos vemos bien y preferimos una dependiente aduladora, en lugar de una sincera consejera. Si t� prioridad es verte bien, hazle saber qu� deseas honestidad.