Milagrosas pastillas

Borran la ansiedad, devuelven el sue�o, eliminan el dolor. Pero, �no ser� que esta v�lvula de escape se est� saliendo de control?

Roxana Mu�oz

Ir al banco antes de las tres; recoger a Luisito del curso a las cuatro; encontrar con urgencia quien arregle la lavadora; lidiar con un jefe insoportable; perder esas cinco libras de m�s antes de la boda de la prima. La larga lista de deberes en la agenda de una mujer se traduce en angustias y ansiedades, que a veces ni siquiera le permiten cumplir con sus deberes. Si tan solo hubiera una forma de nopensar m�s.

Para muchas mujeres, la aparente soluci�n viene en un empaque de pastillas, unas cuyas propiedades qu�mico �m�gicas� parecen ser lo �nico que pueden devolverles el alma al cuerpo.

Medicamentos como los ansiol�ticos (controladores de la ansiedad) indicados originalmente para tratar a pacientes dentro de estrictos controles m�dicos se han instalado, como la cosa m�s com�n, en botiquines y carteras convirti�ndose en la �nica forma de sobrevivir los problemas diarios.

En diferentes pa�ses ya se ha detectado el abuso de tranquilizantes. Chile y Espa�a presentaron hace unos meses informes que se�alan a las mujeres como las principales consumidores. Un estudio hecho por la Comisi�n Nacional para el Estudio y la Prevenci�n de los Delitos Relacionados con Drogas CONAPRED en el a�o 2000 revela que en Panam� aunque los hombres siguen siendo los principales consumidores de drogas, las mujeres son quienes m�s abusan de los tranquilizantes, los cuales entran en la categor�a de drogas l�citas y que en Panam� solo se deben vender con receta m�dica.

Entre las que m�s se consumen en nuestro medio est�n las benzodiazepinas, diazepan y los opi�ceos. Algunas de estas sustancias funcionan como ansiol�ticos, cortan la ansiedad. Su efecto es r�pido, basta esperar unos minutos despu�s de hab�rsela llevado a la boca para que la persona se relaje, sienta alivio, los mismos problemas que antes le perturbaban los ve de manera distinta. Aunque siguen all�.

Mujeres en un mundo intranquilo

�Vivimos con mucha ansiedad, basta encender la televisi�n, manejar un auto o tan solo hablar con el vecino para darse cuenta de que estamos bombardeados por problemas que repercuten en el estado mental�, explica Elaine Bressan, psiquiatra especialista en adicciones.

A veces, gracias a una buena salud mental, se logran equilibrar las diferentes complicaciones diarias. Pero en otras ocasiones se buscan formas de escapar, no es raro escuchar frases como �voy a un happy hour a relajarme�. Se asocia el alcohol con una forma de aliviar el estr�s.

La automedicaci�n se ha convertido en una de las salidas para escapar de esos problemas. Si bien los tranquilizantes solo pueden venderse con prescripci�n m�dica, la doctora comenta que las personas siguen accediendo a ellos sin mayores problemas, a veces se los da un vecino, �que lo us� y le sirvi� y en otras ocasiones la gente logra comprarlos se�al�ndolos en la farmacia: �deme esa cajetita�.

Aunque muchas farmacias cumplen con las normas, hay personas que llegan a uno de estos establecimientos y piden que les den algo para los nervios y salen de all� con un tranquilizante.

El hecho de que para obtenerlos se requiera prescripci�n m�dica y que estos medicamentos no sean baratos determina que sean personas de clase media, muchas veces profesionales, quienes tienen m�s acceso a estas sustancias.

�Pero, c�mo surge este enganche entre las mujeres y los tranquilizantes? Por tradici�n, las mujeres han sido aleccionadas para buscar soluci�n a los problemas, y efectivamente son quienes m�s se preocupan. Son ellas quienes consultan con m�s frecuencia al doctor y esto de alguna manera las ha expuesto al abuso de tranquilizantes.

Por ser medicamentos, estas sustancias son vistas como algo seguro. Se razona: si fueran malos no los recetar�a el doctor ni los vendiera la farmacia. Lo que se olvida es que cualquier medicamento tiene efectos secundarios, y su abuso puede ser peligroso.

Tambi�n est� el hecho de que llevarse una pastilla a la boca y tomarse un trago de agua es un ritual m�s discreto que beber e incluso fumar. Los tranquilizantes no producen efectos indeseados, la persona no se embriaga ni hace feos espect�culos, cuando mucho se queda dormida.

Aunque son pocas las investigaciones que se han hecho al respecto, se presume que el consumo de tranquilizantes suele iniciar cuando la persona entra al mundo laboral y tiene que asumir m�s responsabilidades. Sin embargo, estudios como el que recientemente present� CONAPRED sobre consumo de drogas l�citas e il�citas entre adolescentes, dejan entrever que las adolescentes tambi�n est�n tom�ndolos.

Si bien las mujeres parecen estar tomando m�s tranquilizantes, los hombres tampoco se escapan del problema. Tradicionalmente ellos buscan en otras sustancias, como el alcohol, formas de relajarse.s

Inmune a los sentimientos

Despu�s de la muerte de un familiar, un divorcio, despido o el diagn�stico de una enfermedad grave, lo natural es sentir tristeza y expresarla. El proceso es dif�cil, pero necesario para cicatrizar el dolor. Sin embargo, dentro de una sociedad donde se buscan soluciones r�pidas para todo tambi�n se han puesto de moda los remedios instant�neos para los pesares.

En la cultura del �antisentimiento�, como la define Bressan, se intenta buscar f�rmulas para no sentir el dolor y es all� donde las drogas de cualquier tipo entran en la vida de las personas.

La psic�loga Ilka Medina, especialista en adicciones, ve cada vez con m�s frecuencia que ante un dolor de cabeza o un no poder dormir, las personas se apresuran a aliviarlos con pastillas. �No se analiza el problema�, en su opini�n hay que hacer un alto para preguntarse: ��Qu� me provoca este dolor de cabeza?� ��Qu� es lo que me angustia?�, ��por qu� siento esto, qu� es lo qu� no estoy resolviendo?�.

Aparte del da�o que se hace la persona que consume, tambi�n est� el da�o que hace a quienes est�n a su alrededor. Un ni�o o ni�a que ve en casa un botiqu�n lleno de medicamentos y que sabe que cada vez que mam� tiene un problema se toma una p�ldora, termina por aprender que todos los dolores se curan con las pastillas. �Eso no es cierto, hay dolores emocionales que si t� no los ventilas no los vas a resolver nunca�, resalta la psic�loga.

El mal uso de estos f�rmacos puede llevar a la adicci�n. La din�mica de los tranquilizantes es igual a la de las otras drogas: un mecanismo de escape, para no sentir ni pensar.

Buscando el equilibrio

No hay recetas m�gicas para encontrar el equilibrio en un mundo que va tan acelerado. Sin embargo, las especialistas concuerdan en que es necesario cambiar los estilos de vida que nos mantienen en constante ansiedad.

�Existe una realidad y tenemos que convivir con ella y convivir pac�ficamente con ella, sin permitir que nos desequilibre o desarmonice�, explica la doctora Bressan. �Tenemos que aprender a decir no cuando es una carga muy pesada�.

Para la psic�loga Medina es importante dar a cada conflicto su justo lugar. �No todos los problemas tienen la misma dimensi�n ni los podemos atacar todos a la vez�. Es importante practicar o buscar actividades que produzcan satisfacci�n personal, cuidar de la salud mental, f�sica y espiritual. �As�, la ansiedad nos va a llegar, pero es menos probable que nos desequilibre�, agrega Medina.

�Ninguna persona est� a salvo de sentir ansiedad, tristeza, desespero, rabia, amor, alegr�a. Pasamos por una gama de sentimientos y lo que tenemos que hacer es disfrutar aquellos que nos dan placer y torear lo que nos hacen sentir mal�, comenta Bressan.