Alessandra Rampolla
Como el sexo, espontánea y natural
La carismática joven puertorriqueña comparte con nosotras su vida, sus experiencias y opiniones sobre uno de los temas más controversiales de la sociedad: el sexo. Esther M. Arjona
Tal y como si la estuviésemos viendo por televisión, Alessandra Rampolla, la sexóloga de amplia sonrisa y palabras dulces, hace que cualquier tema que parezca escabroso a los oídos y ojos de alguien, suene de lo más natural e inofensivo.
Y es que para el tema del sexo, muchas son las opiniones y la mayoría se guarda en el pensamiento.
La escena que vivíamos en una solemne sala de conferencias no era común. Las asistentes tuvimos la oportunidad de probar en nuestras manos la temperatura y contextura de un gel lubricante. La maestra daba las indicaciones y las alumnas seguíamos al pie de la letra sus instrucciones.
Alessandra hizo una visita corta a nuestro país, invitada para ofrecer una conferencia privada sobre este nuevo producto disponible en Panamá, pero se dio un tiempo para visitar nuestra redacción y conversar sobre su tema favorito: sexo.
Cuenta Alessandra que llegó a su profesión de forma muy casual. ‘Jamás imaginé que iba a ser sexóloga ni que iba a estar en los medios; ha sido una cosa muy loca, pero el tema de la sexualidad siempre ha sido muy importante’.
Puertorriqueña y católica, Alessandra fue educada en un colegio de monjas. ‘Estas monjas subrayaban mucho la importancia del pensamiento crítico, y teniendo esto como algo muy básico en mi formación, cuando atravieso la adolescencia y empiezo a sentirme atraída por los chicos, mi pensamiento crítico decía ¿por qué se podía hablar de un montón de cosas, pero de estas no?’.
Pasó el tiempo pero muchas inquietudes que la acompañaban no. Es así que, cuando estudiaba literatura francesa en Louisiana, empezó a crear una pequeña biblioteca con libros que le aclararan todos esos baches que sentía. Esos libros no solo pasaron por manos de Alessandra, sino por los de sus amigas que se hacían iguales o parecidas preguntas, y entre toda, buscaban y discutían las respuestas.
Un día cercano a su graduación, quien es su actual cuñado le preguntó a qué se dedicaría en la vida, ya que estaba por recibir su título. En esos momentos ella no tenía la menor idea de qué iba a hacer con un título de francés. ‘¿Por qué no te conviertes en una Dr. Ruth y hablas de sexo? De todas maneras es lo único de lo que hablas’, le dijo en tono de sorna.
‘No hablaba todo el día, pero a él le chocaba que lo hiciese porque yo solo tenía unos 20 años’, recuerda Alessandra. Y también recuerda que ese momento fue el que marcó un antes y un después en su vida. ‘Él me presentó una posibilidad que no se me había ocurrido y al día de hoy me dice que no puede creer que de ese comentario tan idiota yo hubiese hecho una carrera, pero fue así’.
Luego de recibirse e iniciar su práctica privada, se le ofrece la oportunidad de aparecer en la televisión de Puerto Rico tras solo una semana de haber regresado del extranjero.
Para el día de los enamorados buscaban a alguien que hablara sobre sexo y no encontraban a nadie.
‘Nunca había estado en televisión, nunca antes había hablado públicamente, pero no me dio estrés, lo sentí muy natural, le gustó mucho a la televisora y me invitaron a seguir fija’, cuenta.
Desde ese 14 de febrero de 2001, Alessandra no ha dejado de trabajar en la pantalla chica, primero localmente, luego para el canal de cable Cosmopolitan con el programa ‘Confidencias’ que llegaba a 20 países. También ha aparecido en Fox Life, con el programa ‘Alessandra a tu manera’; en algunos especiales para hombres en el canal FX y ‘Alessandra, solo sexo’, serie para la Argentina que transmite actualmente TVN.
Al poco tiempo, Alessandra debió prescindir de la práctica privada debido a los múltiples viajes y compromisos que adquirió, aunque está segura de que en algún momento las cosas cambiarán y volverá a las consultas. Ella no deja de ver la importancia que tiene lo que hace ya sea en privado o públicamente. Es un trabajo que puede cambiar la vida de cualquier persona.
Sobre todo, gratificante
Le preguntamos a Alessandra con cuál de estas palabras relaciona más su trabajo: difícil, diferente, complejo, divertido y gratificante, y nos responde: ‘Todas ellas, pero gratificante es la que más’.
A sus programas llega una infinidad de consultas tanto de hombres como de mujeres. Es tan parejo el asunto, que el canal Cosmopolitan decidió dar un enfoque de pareja al programa. Claro está, se da respuesta a una situación muy específica, pero se establece que este problema lo puede estar pasando tanto un hombre como una mujer o tal vez una pareja homosexual. Pero las preguntas a veces llegan fuera de los estudios de televisión, y si bien gente de diferentes edades y tanto hombres como mujeres la interrogan, las preocupaciones son casi siempre las mismas.
‘Las mujeres consultan sobre dos temas principalmente: deseo sexual que se ha ido perdiendo y dificultades con el orgasmo, ya sea que nunca han tenido una experiencia orgásmica o que no la tienen con mucha regularidad’, para los hombres los temas son diferentes.
‘Los hombres requete preguntan por el tamaño del pene, y también por el control eyaculatorio; todo hombre que he conocido quiere durar más. Es uno de los más fuertes puntos de debilidad a su ego’.
Mujer latina y sexo
¿Sabe de sexo la mujer latina? Según la sexóloga, sí, pero no lo suficiente, aunque según su experiencia, en comparación con la mujer norteamericana, cuyo estereotipo es de ser más liberal, la latina quiere saber más.
‘Aunque la mujer norteamericana se anima más fácilmente a experimentar, no lo hace con conocimiento y realmente no se esmera tanto en buscar información. Las latinas quieren detalles, quieren que les expliquen y esto me parece muy positivo’.
Pero esto no necesariamente significa que haya una apertura de la sociedad hacia el tema.
‘Pienso que más que una apertura de la sociedad, es una cuestión mediática. Tenemos los medios de comunicación que nos meten todo por ojo, nariz y boca, y no tenemos mayor remedio que enterarnos de lo que nos están presentando, y este, al ser un tema de tanto interés, se presta para su divulgación, no siempre de la manera más responsable, no siempre de una manera que aporte al intelecto de nadie, pero en ocasiones con algo de lo que se pueda sacar provecho’.
Sociedad y religión
Y es que la cultura latina es ‘muy tradicionalista, moralista y represiva’, lo que genera algunas dificultades en la vida sexual de algunas personas.
¿Qué pesa más, el miedo, la culpa o la ignorancia?, preguntamos a Alessandra.
‘Combatiendo la ignorancia, adquiriendo conocimiento, puedes deshacerte del miedo. El miedo existe como consecuencia de que algo es desconocido. Y en cuanto a la culpabilidad, que todos conocemos tan bien por nuestra condición de latinos, debemos recordar que esta existe porque alguna otra persona en determinado momento te dijo que una cosa estaba mal. Teniendo conocimiento puedes decidir qué está bien y qué está mal para ti’.
En cuanto a la religión, también es una cuestión determinante en el comportamiento sexual.
‘Tiene mucho peso y es uno de los temas de los que menos se habla y es más importante plantearse individualmente’, indica Alessandra.
Según la sexóloga, la religión no es un tema que debe plantearse de manera generalizada, porque cada persona tiene una relación muy personal con su religión.
‘La religión católica ha sido un tema muy fuerte en mi vida, de hecho soy practicante y me acabo de casar por la Iglesia hace mes y medio, y soy sexóloga’, afirma.
Alessandra comenta que, en su caso, debió pasar por un proceso en el que se fue llenando de poder con todos los conocimientos que había adquirido, retando una serie de pensamientos que la hicieron llegar a conclusiones que para ella tienen mucho sentido y donde permite que ambas cosas puedan separarse de su vida y que puedan convivir en paz. ‘Tuve que literalmente parar, plantear ambas cosas y trabajarlo, porque hubo mucho conflicto’, asegura.
Alessandra invita a cada cual a establecer sus parámetros. ‘Lo básico para mí es que la sexualidad sea vista desde una perspectiva positiva, es algo natural y es algo humano, y creo que tenemos que ser respetuosos y no juzgar a otras personas. Con esto, cada cual haciendo su análisis independiente y personal de cómo manejar sus creencias, debe encontrar ese balance con lo que quiere hacer, con lo que cree y con lo que le gusta sin meterse en la vida de otras personas. Hay parámetros siempre, no es que esté todo permitido, pero se debe permitir mucho. Los parámetros que yo siempre planteo son: sexualidad entre adultos, completamente consensual y que no haga daños físicos ni emocionales a ninguna de las partes. Esos parámetros te dejan un espacio bien grande de cosas para practicar, experimentar y hacer que no son malas’.
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