Los codos y las rodillas son áreas que terminan siendo las más olvidadas en cuestiones de cuidados de la piel, algunas veces por falta de tiempo y otras por simple descuido.

¿Cuándo fue la última vez que observaste detenidamente tus codos? Ahora piensa ¿cuándo fue la última vez que le dedicaste algo de tiempo a tus rodillas?

Lo más probable es que no lo recuerdes porque estas partes del cuerpo, digámoslo así, no forman parte del top ten.

Pero si no luces unos codos y rodillas armoniosos con el resto de tu cuerpo (que esperamos estés dándole mayores cuidados), no formarás parte del top ten de mujeres con una piel impecable.

Y no es que ser parte de esta lista es importante, lo que sí es importante es que conozcas un poco más sobre las necesidades específicas de tus rodillas y codos.

Unas piernas o unos brazos perfectamente moldeados pierden todo su encanto si las rodillas o los codos muestran un aspecto despreocupado, cuarteado, escamado o excesivamente reseco, y esta situación puede variar enormemente solo dedicando unos pocos minutos a estas áreas específicas.

Los codos y las rodillas precisan cuidados especiales y que no debemos olvidar en nuestra rutina diaria. Las características de la piel en estas zonas: rugosa y gruesa, tiene como objetivo mejorar la función barrera y protectora de la piel, adaptándola a su papel de ‘fuelle’.

Recuerda que gracias a los codos y las rodillas nuestras extremidades pueden doblarse y tener mayor movilidad, pero este papel precisamente es el que las hace más susceptibles, pues sufren del constante roce con la ropa, son áreas expuestas a los golpes y a nivel de piel están más desprotegidas que el resto del cuerpo, ya que sus glándulas sebáceas se distribuyen de forma irregular.

La piel de codos y rodillas es mucho más áspera y seca, y por esta razón requiere de cuidados intensivos, es decir, que la hidratación debe ser más frecuente que en las otras partes.

Otro problema frecuente en estas áreas es su oscurecimiento, debido a que la población latina tiene una piel muy particular, con fototipos de niveles 3, 4 y 5, lo que indica que tiende a oscurecerse mucho más rápido debido a la hiperpigmentación.

Cuidados

Pero hay cuidados que son muy básicos para el tratamiento de la piel seca y rugosa que cubre estas articulaciones.

Tratamiento básico: Evidentemente, la limpieza es el principio de cualquier tratamiento. Cualquier crema debe aplicarse sobre la piel perfectamente aseada y seca. Lo primordial es una hidratación continua y extra fuerte, mínimo dos veces por día para obtener mejores resultados. Se requiere de una crema extra hidratante y si el área está muy manchada es necesaria una exfoliación.

Esta exfoliación puede llevarse a cabo de dos formas: la mecánica, que se realiza con cremas granuladas y se puede hacer en casa, y la química, que es con un peeling (aplicado por especialistas) que en varias sesiones va descamando la piel hasta dejar la zona totalmente recuperada.

Granitos

Hay casos en que, por la resequedad de esas zonas del cuerpo, brotan granitos que hacen ver la piel como de gallina. A esta condición se le llama queratosis pilaris o liquen espinoso, y se origina por factores genéticos y no ambientales.

Esto hace sentir la piel mucho más áspera y se requiere de un tratamiento especial para dermatitis atópica.

También se pueden mejorar con una exfoliación o un peeling como los señalados anteriormente, los cuales son para casos muy especiales.

Oscurecimiento

En ocasiones, la falta de cuidados se traduce en un oscurecimiento de la zona. Si este es tu caso, confía en las propiedades del limón, una vieja receta de nuestras abuelitas. Corta un limón en dos mitades y frótalas en tus codos y rodillas durante el baño. La constancia premiará tu esfuerzo.

Productos específicos

Líneas de belleza han reconocido la importancia de codos y rodillas y han dedicado productos a estas áreas específicas.

Estos productos se diferencian de los de uso general por tener una fórmula más fuerte, para una mejor hidratación, aceites esenciales que ayuden a suavizar y en el caso de exfoliantes, gránulos un poquito más gruesos que ayudarán a eliminar la rugosidad y las células muertas acumuladas.

Eso sí, no abuses de la exfoliación, pues a pesar de que esta mejora la penetración de las cremas hidratantes, podrías provocar un mayor oscurecimiento de la piel, o aun peor, hacerla más sensible a cualquier otro agente externo.

Pero si a la mano no cuentas con productos específicos, utiliza aquellos de uso general. El primer paso es no dejar estas áreas en el olvido.

Por ejemplo, no dejes de aplicarte crema en los codos siempre que te hidrates las manos, sobre todo en la estación seca, cuando los niveles de humedad disminuyen.

Si bien en el cuerpo lo más cómodo es utilizar un hidratante en loción o leche para los codos y rodillas, son mejores las cremas, ya que hidratan más, aunque tengas que esperar más tiempo hasta su absorción. Verás que vale la pena.

Y ya que estamos en eso, pues no olvides el área de los tobillos, que aunque no tiene una piel más gruesa que el resto de las piernas, suele sufrir también por los roces con la ropa y a veces hasta de los zapatos.

Piensa en tu cuerpo como en una unidad que debe recibir, en todas sus partes, los mejores cuidados.