Publicado el viernes 29 de junio de 2007 - Edici�n No. 901 | Inicio | | Foros | Favoritos | Buzón | ? |
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POR LA SOMBRITA
Lecturas en un 'diablo rojo'

En medio de los tranques y los cambios del semáforo, a los pasajeros no les queda de otra que leer los mensajes dentro del transporte público.

Roxana Muñoz

Los choferes de los autobuses no suelen ser muy comunicativos con los pasajeros, y así debe ser, porque su atención debe estar puesta en el camino. Cuando los conductores conversan, lo hacen con el pavo: ‘tráeme un agua de pipa’, ‘vocea, di la ruta’ y con la señorita que se sienta detrás de ellos. (No se qué le dicen, porque es en susurros, eso sí; ella se ríe mucho).

Generalmente si el ‘chof’ se dirige a los usuarios es para decirles a regañadientes: ‘córranse para atrás’, ‘los puesto de la izquierda son de a tres’ y ‘si no te gusta la música, bájate’. Debo decir que siempre hay sus excepciones y algunos caballerosos dicen: ‘cooperen señores pasajeros’, lo que quiere decir: apíñense lo más que puedan, espalda contra espalda.

El resto de los mensajes que quieren hacer llegar al público se lo dejan a las etiquetas autoadhesivas y frases escritas dentro del autobús.

En los largos minutos del tranque, los usuarios de los diablos rojos —de pie o medios sentados en el puesto de a tres donde caben dos y medio—, pueden entretenerse leyendo esos comentarios. Los hay muy cordiales como: ‘Dios bendiga este bus’, algunos agregan ‘. . . y a sus pasajeros’, ‘Este bus está asegurado por aseguradora tal cual’ o muy intimidantes como: ‘Córrase que allá atrás no muerden’, ‘no haga aquí lo que no hace en su casa’ o ‘si quiere llegar rápido, párese temprano’.

Esta última advertencia surge porque, según los conductores, mucha gente se levanta tarde y luego quiere que el chofer vuele por las calles como si fuera el corredor de Fórmula 1, Fernando Alonso.

No faltan los galanteos. Así podemos leer: ‘Si su hija sufre y llora es por un chofer señora’. El puesto de adelante, detrás del conductor, suele tener frases como: ‘solo chichis bonitas’ o ‘aquí se sientan las 'buenonas’. Esa advertencia no es suficiente para alejar a las señoras jubiladas y a los estudiantes bien portados que suelen preferir esos asientos.

Para los más chiquitos también hay: ‘Niño que ocupa puesto paga su pasaje completo’ o ‘si el hijo es del 'chof' no paga’.

‘No confunda el trabajo con la amistad’, hace clara referencia a los avivatos que como son vecinos o compadres del conductor suben saludando con efusividad y luego se bajan aún con más alegría y no pagan.

Muchos autobuses cuyos asientos han sido remozados últimamente tienen mensajes del tipo ‘Señor usuario, este bus ha sido remodelado para su comodidad, no rompa ni raye los asientos ni el techo’. No sé en qué momento la gente raya y rompe los autobuses, pero es claro que lo hacen, sino no veríamos tantos mensajes del tipo ‘Cholo y María’ dentro de un corazón dibujado.

Los propietarios de estos vehículos colectivos también aprovechan para impulsar otros negocios. Así se puede leer los mensajes de excursiones a playa La Angosta, viajes a Portobelo o a Atalaya. Siempre hay un comentario: ‘Para viajes especiales llame al teléfono. . . ’.

Y como un aporte a la sociedad también hay moraleja y algo de filosofía: ‘No todo lo que brilla es oro’, ‘No digas aquí lo que no quieres que otros digan de ti’, ‘Llora para adentro’ y ‘No me envidies, trabaja’.

Advertencia: Estos mensajes no son aptos para profesores de español y personas muy puristas del idioma por su alto contenido de errores ortográficos.


 
 
 
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