La poeta salió de su cueva
Lucy Chau fue la ganadora del concurso Gustavo Batista Cedeño 2006 con la obra poética ‘La virgen de la cueva’, que se presentará hoy en la Feria del libro, en el salón Chaquira, a las 2:00 de la tarde. Vannie Arrocha
¿Qué conlleva escribir poesía?
Escribir poesía es serio y, a veces, hasta sufrido. De divertido no tiene nada, y es sufrido en el sentido de que uno sufre entre la forma y el contenido; quieres decir algo pero la construcción poética que vas a utilizar, a veces, sientes que te limita un poco, tienes que cambiar, no tiene ritmo lo que vas a decir, no encuentras las palabras, entonces sufres tratando de comunicar algo y de que salga bien comunicado. El sentimiento también se da cuando abordas un tema que te toca, cuando te provoca tristeza, vacío.
¿Qué relatan los versos de ‘La virgen de la cueva’?
Hay un sentimiento de pérdida: pérdida material, pérdida de la historia de uno, de la identidad y, a veces, pérdida de vidas, de seres queridos, porque eso habla de todo el tema de los desastres naturales y sus consecuencias; la gente pierde muchas cosas en una inundación, en un terremoto, en un fuego. Cuando uno es víctima de una situación de desastre, se quema su casa, pierde sus fotos, sus libros, sus cuadernos, pierde tantas cosas que te identifican como persona, que uno piensa que es difícil volver a comenzar, volver a reunir tus recuerdos y saber quién eras.
¿Qué otras artes te interesan?
La música. Canté con Cáncer Ortega en Trópico de Cáncer, en el último disco que se llama Vida de Perros hice coro y fui solista en dos o tres canciones. Y me sorprenderás escuchando más música de trova, baladas, brasileña y salsa de los años 1970. También me gusta la música clásica.
¿Un poeta puede ser autor de canciones?
He sabido de un par de autores de canciones, más bien que escriben poesías.
¿No te ves escribiendo canciones?
Me encantaría, pero no conozco bien la técnica.
¿Cuál es el mejor día de la semana?
Lunes, porque todo el mundo trae algo nuevo. Eso me revive la capacidad de sorprenderme, conozco más a la gente por las cosas que traen los lunes, ya sea un cuento, un problema, una camisa nueva...
¿Cuál es el mejor atributo de la juventud?
La incredulidad. Hay que demostrarle las cosas, con eso uno se confronta a cada momento con lo que dice, los jóvenes te cuestionan y eso hace que uno piense dos veces antes de decir algo.
¿La costumbre que deseas eliminar de tus hábitos?
Me siento bastante cómoda con mis costumbres. En todo caso, me inquieta mucho tener que dormir y tener que comer; hay cosas que a veces no quisiera interrumpir, quisiera seguir escribiendo o leyendo, pero (el sueño y el alimento me lo impiden), aunque no es que reniegue de ellas, sino que hay momentos en los que uno dice: “ah, tengo que acostarme ya porque son las 2:00 de la mañana, o ya es hora de que coma algo”.
¿Cuál es tu estado civil?
Soy casada y tengo un hijo de dos años, Andrés.
Pasar de ser mujer a ser mujer y madre, ¿causó algo en ti?
Sí, representó varios cambios, el primero de ellos es que me dio más tolerancia en el trato con la gente. Me dio menos tolerancia en aceptar las injusticias. Ahora que tengo un hijo quiero que esté en un país y en un mundo que valgan la pena, por eso soy menos tolerante con las injusticias, con los delitos ambientales y, en general, con toda la indiferencia de la gente hacia los problemas que tenemos como nación y como mundo.
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