Investigaciones recientes añaden un daño más a la lista de las consecuencias de tomar bebidas carbonatadas, regulares o de dieta.

Es de conocimiento de al menos la mayoría de las mujeres, que la soda, cola o gaseosa, regular o de dieta, es nociva para su salud. Consumirlas no solamente aumenta los riesgos de fallas al corazón y debilita los huesos, sino además, según la conclusión de un estudio, eleva la presión sanguínea.

En la edición del 9 de noviembre del Journal of the American Medical Association, se publicó un estudio que reveló que mujeres que toman regularmente soda corrían mayor riesgo de desarrollar presión alta que mujeres que no la tomaban. Aunque la exacta relación entre la soda y la hipertensión no fue identificada, la cafeína no pareció ser el problema.

Durante el estudio, mujeres que reportaron tomar regularmente un café al día no tenían más altos los niveles de hipertensión que aquellas mujeres que no tomaban café. El reporte se basó en datos de más de 155 mil mujeres en un periodo de 12 años.

‘Encontramos una positiva asociación entre la frecuencia de consumo de bebidas gaseosas con cafeína y la hipertensión. Los resultados son consistentes en que ambas, la soda regular y la de dieta, incrementan el riesgo. Ninguna se salva’, explican los investigadores y especulan que no es cafeína, sino otro compuesto que contiene la soda, que pueda ser el responsable, porque mujeres que tomaron café diariamente no sufrieron el mismo riesgo de presión alta.

El consumo de sodas también contribuye a la osteoporosis ya que la deficiencia de vitamina K lleva a la mineralizacion del hueso.

Los especialistas afirman que las sodas siempre han estado ligadas a reducir los niveles de calcio y aumentar los niveles de fosfato en la sangre.

Cuando estos niveles están altos y los de calcio están bajos, el calcio es expulsado de los huesos.

El contenido de fosfato en las sodas como Coca-Cola y Pepsi es muy alto y no contienen prácticamente nada de calcio.

Para cualquiera persona mayor de 40 años, las sodas son especialmente nocivas porque los riñones son menos capaces de expulsar fósforo.

Además, investigadores calculan que por cada soda adicional consumida, el riesgo de obesidad en el cuerpo aumenta 1. 6 veces.

La hipertensión conlleva a mayor riesgo en enfermedades coronarias, infartos y fallas al corazón. Por ende, aunque sean pequeñas las reducciones del consumo de soda, puede tener un efecto positivo abrumador en la salud de las personas.

‘Una mujer puede disfrutar de su taza de café al día o en la tarde sin sentirse culpable de que se está poniendo en riesgo de desarrollar presión alta’, dijeron los especialistas. No sienten que la información del estudio es suficiente para recomendar que las mujeres dejen de tomar bebidas carbonatadas. ‘No haría esa recomendación, todo con moderación, y eso es algo que supe antes de conducir el estudio’.

Mujeres que ha tomado soda toda la vida y es parte de su rutina alimentaria, pueden hallar con dificultad dejarla del todo para reemplazarla por agua o té helado, pero hacerlo definitivamente tendrá beneficios para su salud.

Una alternativa a la soda puede ser agua carbonatada endulzada con jugo de limón o de fruta.