La vida moderna hace imprescindible el uso del dinero en conjunción con las instituciones bancarias, por lo que dinero y bancos, junto con el intercambio de bienes y servicios, constituyen pilares fundamentales de la economía de mercado. Los medios de pago son los instrumentos que permiten realizar las transacciones comerciales y de negocios propios de esta economía.

En la medida en que ha ido evolucionando el comercio, han cambiado también los medios de pago utilizados, pasando del uso de las monedas y los billetes, el principal medio de pago, a otros instrumentos más novedosos, tales como el cheque, la tarjeta de crédito o de débito y, más recientemente, al empleo de la tarjeta inteligente, el dinero electrónico y los pagos vía internet.

Cada individuo escoge uno o más medios de pago para asegurar la consecución de sus objetivos financieros personales. La selección puede estar definida por criterios tales como seguridad, comodidad, conveniencia, facilidad de manejo, costos, condiciones para su utilización, accesibilidad, aceptación y costo de oportunidad asociado a la utilización del medio de pago, entre otros posibles criterios.

Quizá el mejor medio de pago sea el efectivo, pero tanto usuarios como negocios, con más frecuencia, lo consideran un factor de riesgo, dados los robos o asaltos a personas y negocios, sobre todo en diciembre. Los negocios preferirían que sus clientes emplearan tarjetas de débito o crédito antes que efectivo. Pero la falta de una educación financiera hace que muchos usuarios renuncien a las ventajas de los cheques, tarjetas de crédito y débito. Muchos consumidores prefieren el efectivo, pues sienten que solo si llevan lo necesario para las compras de diciembre podrán tener el control que esperan de su dinero y mejorar sus opciones de negociación de precios de los regalos o productos que comprarán.

El cheque, un medio de pago que a juicio de muchos expertos está condenado a desaparecer, es aún un recurso muy utilizado en todas partes del mundo. En Panamá, no obstante, su aceptación por parte de los comercios muchas veces es limitada dado el riesgo que el documento implica en cuanto al cobro. Como medio de pago, asumiendo que el cuentahabiente maneje correcta y honestamente su cuenta, es excelente: proporciona un mecanismo muy eficaz para comprobar pagos, para efectuar reclamos y para llevar un buen control de la forma en que manejamos nuestro dinero. Sus principales inconvenientes se asocian a sus limitaciones en cuanto a aceptación y en cuanto a costos de manejo de la cuenta por los bancos.

Pagar con cheque las compras de diciembre puede ser una gran idea, sobre todo si queremos tener constancia de la forma en que gastamos el dinero en dicho mes y si nuestras finanzas nos permiten tener los saldos promedios mensuales exigidos por los bancos.

La tarjeta de débito, la cual presupone la existencia de una cuenta corriente o de ahorros o una línea de crédito personal, parece estar llenando el espacio que antes ocupaba el cheque. Su uso se generaliza y la confianza operativa en las redes de cajero la hacen una triunfadora. Hay tarjetas de débito locales y de uso internacional, y para las personas que las utilizan, la principal ventaja es su casi universal aceptación y la calidad de control que nos facilita sobre nuestro dinero, poder consultar directamente en un cajero automático el saldo que tenemos, así como poder acceder a toda la información relacionada con la tarjeta y su utilización vía internet.

La tarjeta de crédito, dicen algunos expertos, es la que deberíamos utilizar en diciembre para efectuar las compras. Aunque reconozco sus innumerables ventajas, entre las que destaca su aceptación universal , si usted no es una persona disciplinada podría llevarle a problemas. Pero al margen de esta consideración, es indudable que sus ventajas son importantes.

Use su tarjeta de crédito en función de un buen presupuesto y un límite realista de gastos que podría realizar en diciembre. No olvide que la vida continúa y mejor si es sin preocupaciones en enero, febrero y marzo. En dichos meses para muchas familias los gastos aumentan y si su tarjeta ya es una carga, pues manejarla podría ser más difícil si ya copó su límite de crédito. En Panamá aún no se conocen mucho las posibilidades de los monederos electrónicos y otras opciones ya vigentes en Japón, por ejemplo.

" El autor es asesor financiero personal