En relajo o en serio
Esther M. Arjona
Mario invitaba seguido a Gabriela a salir. Usualmente la cita era a bailar o a tomar algunos tragos.
En una ocasión le preguntaron a Gaby si ella había visto a Mario en plena luz del día y ella, por más que hizo ejercicio mental, no recordó ni una sola vez. Esto la hizo pensar en cuáles serían las intenciones (así como dicen los papás) de su amigo.
No se involucraba en ningún otro aspecto de la vida de ella, no conocía a nadie de su familia y él tampoco le había comentado nada sobre sus padres o hermanos. Al parecer, Mario solo permitiría que Gabriela ocupara cierto espacio y más nada.
Esta actitud realmente no tiene nada de malo, a menos que él sepa que Gabriela está interesada en una relación de tiempo completo y con miras a algo estable y formal. Y si Gabriela no ha sabido leer las señales o no le habla claro a Mario sobre sus aspiraciones, el asunto va a terminar mal.
Ciertamente, nadie tiene la obligación de salir con un letrero o con una leyenda en la camiseta que diga qué es lo que queremos o estamos buscando. Mientras unas estarían pendientes de buscar los t-shirts que digan ‘Voy en serio’, otras se fijarían en aquellas que dicen ‘Solo gruveos’, porque así como los hombres tienen diferentes intenciones, las mujeres no somos excepción. Dependiendo de quién aparezca en la película, y luego de la evaluación del ‘material’, decidimos si el fulano aquel da para lo que se está buscando.
Por eso es que aunque Alberto no sienta cabeza, siempre lo verán acompañado de Viviana. Y ella no piensa que está ‘perdiendo el tiempo’. Tal vez ella tampoco quiere nada serio.
Ahora, sería bueno establecer qué es lo que se considera pérdida de tiempo.
Por mucho tiempo se estableció como el hecho de dedicar atenciones, etc. , etc. , a un pretendiente que no se considera buen partido. Me parece estar escuchando a la mamá o a la confidente de cualquiera diciendo ‘¿Para qué sigue en eso si no vas a lograr nada?’.
Sin embargo, la pérdida de tiempo es relativa. Podría incluso considerarse período de aprendizaje. Son esas experiencias, muchas de ellas dolorosas, de las cuales se aprende y ojalá sin olvidar. Con cada experiencia se vive y se construye un camino. No somos quienes somos hoy sin lo que vivimos ayer o el día anterior.
Pero esto no significa que quien haya logrado metas a corto plazo tenga menos méritos. A cada quien le toca vivir una vida distinta, personal y única.
Por eso es mejor observar detalladamente los movimientos de hombres y mujeres. Cada acción nos da a entender cuáles son los motivos, ideas y metas de cada quien sin tener a veces que preguntarlo.
El problema sería hacer caso omiso de todas aquellas pistas que aparecen a simple vista por tener la mente ocupada creando una fantasía. Pero peor aun es crear pistas falsas y establecer un camino ficticio que a la larga no se quiere recorrer.
Si en una pareja ambos están de acuerdo, qué importa si es un relajo o si la cosa va en serio. Allí más nadie tiene que meterse. Pero si los caminos son diferentes y llevan a sitios totalmente opuestos, entonces es mejor dar por terminada la carrera y no perder el tiempo.
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