Publicado el viernes 24 de septiembre de 2004 - Edici�n No. 754 | Inicio | | Foros | Favoritos | Buzón | ? |
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Los ni�os con cédula

Los adultos con frecuencia nos quejamos de las irresponsabilidades de los j�venes, pero m�s peligrosos a�n, son los �ni�os� con c�dula

Julieta de Diego de F�brega

El domingo en la ma�ana mi esposo y yo nos levantamos de buen �nimo. �Por qu� no? El d�a pintaba bonito, lo cual seguramente facilitar�a mucho nuestra llegada a la finca. En los �ltimos a�os este viaje se nos hace cada vez m�s dif�cil, pues lo que antes eran carreteras ahora son caminos y los que una vez fueron caminos ahora son apenas sombras enlodadas de un pasadero de autos. Agradecemos, entonces, que en septiembre el d�a est� soleado, ya que eso, por lo menos, nos asegura una traves�a medianamente segura.

No es que seamos muy melindrosos para el lodo, ni mucho menos, pero andar empujando carro loma arriba y loma abajo, tampoco nos fascina. Bueno, dejemos a un lado los caminos echados a perder por falta de mantenimiento y sigamos con el cuentecito de hoy. Je, je, mi computadora pens� que yo hab�a querido escribir puentecito y me cambi� la palabra, lo que me hizo recordar que en el camino tenemos un puentecito que cualquier d�a nos va a recibir en el lecho del r�o. O.K., ahora s� juro no volver a mencionar la carretera porque se me va a gastar todo el espacio.

Ibamos, pues, muy entusiasmados cuando un par de kil�metros despu�s del Puente de las Am�ricas escuchamos el cl�sico ��iiiiiii, �����iiii, �������i de una moto a toda velocidad. Nada de malo hubiera tenido que el susodicho veh�culo circulara por la v�a, de no ser porque el piloto empez� a pasar desaforadamente entre los autos. Literalmente entre dos autos que iban uno en cada v�a de la carretera. Siendo el nuestro uno de los �afortunados�. Nos pegamos un sustito al sentir el artefacto casi rozando la puerta de nuestro carro, pero nos recuperamos. Levemente, como dir�an los muchachos, ya que no hab�an pasado ni cinco minutos cuando la escena se repiti� una, dos, tres veces m�s.

Claro, era un paseo de motociclistas, aunque de motociclistas chiflados, no como esos que pasean en Harleys que van muy ceremoniosos y ordenados. Estos eran una partida de locos a toda velocidad cruzando de un lado a otro. La verdad es que me molest� ver la irresponsabilidad de estos hombres-ni�os (no tengo otro apelativo para ellos, debido a que ten�an cuerpo de hombre, pero se comportaban como ni�os).

Como �ltimamente la carretera est� plagada de polic�as de tr�nsito poni�ndole boletas a la gente que pasa en recta, nosotros inocentemente pensamos que m�s adelante nos encontrar�amos a todo el lote a un lado de la carretera frente a un malhumorado tongo. Pero no fue as�, nos encontramos a los tongos, s�, mas no amonestando a estos motociclistas suicidas, sino m�s bien esperando a cualquier otro incauto que fuese m�s f�cil de detener.

En la autopista Arraij�n-Chorrera nos los topamos nuevamente todos en el hombro de la carretera y algunos con el trasero en la v�a, obviamente esperando a los menos locos que se hab�an quedado rezagados. So pena de pasar de acuseta, vi que iban vestidos con camisas de Kawasaki, y digo acuseta porque supongo que las esposas y los hijos de estos caballeros piensan que salen tranquilamente los domingos a dar un paseito en sus naves. Seguro no se imaginan que andan retando a la muerte.

Gracias a Dios iban con un rumbo diferente al m�o y no tuve la desgracia de volverlos a ver, espero �porque soy buena gente� que hayan llegado a su casa en una sola pieza, pero espero tambi�n que si alguno de los responsables de estas criaturas lee este texto tenga a bien darle a su acudido una buena cuera. Todos se la merecen.