Mili Quezada
La merenguera del Grammy pas� por Panam� para amanecer parrandeando
Ileana P�rez Burgos
Mili lleg� a Panam� la semana pasada con el calor del Grammy tibio en sus manos, en compa��a de su hermano Rafaelito que dirige la orquesta, y su hijo mayor Miguelito que es su compa�ero en escena. Dos noches amaneci� parrandeando en Bingo 90 con los paname�os. Y la fiesta contin�a este s�bado en el Madison Square Garden en el evento �Viva el merengue�, un tributo a Jose�to Mateo, con 14 agrupaciones de merengue.
La merenguera m�s mencionada del momento vive en Nueva Jersey con sus tres hijos y todos los fines de semana viaja a Rep�blica Dominicana o Puerto Rico, a cantar. Son 25 a�os de carrera, entre contoneos, sabor, sudor y l�grimas.
�Te ha cambiado la vida el Grammy?
Ah, la lengua la tengo que me arrastra. Esto es hist�rico para el pa�s. Fui a Rep�blica Dominicana, emisora por emisora a dar gracias a todo el mundo, y as� lo hice en Puerto Rico, porque Gilberto (Santa Rosa) produjo el disco. El triunfo es combinado y compartido.
�Alguna vez has sentido ganas de no subirte al escenario?
Lo que el merengue hace conmigo es sobrenatural. Yo puedo tener una migra�a, puedo estar bien estresada o cansada, pero apenas arranca la m�sica y comienzo a cantar, �Santo remedio!
Eres muy espiritual, �tratas de transmitir eso en tu m�sica?
Definitivo. Yo tengo una canci�n que se llama Vive, que la escribi� Jos� Antonio Rodr�guez, y dice �vive que la vida te sonr�e, que te da los buenos d�as, aunque llueva o se te caiga el mundo encima, que la vida es una sola, aunque guardes bajo llave los papeles que te lleven a la gloria�. La alegr�a que produce la m�sica es algo que debemos utilizar.
�Es diferente a como lo vive tu hermana?
Mi hermana Joselyn, que se convirti� al evangelio y canta m�sica cristiana, lo lleva de otra manera. Porque ella no le canta al p�blico sino a Dios para que entonces Dios se manifieste a trav�s de lo que ella hace con El en un escenario. En cambio, en la m�sica secular, el artista le canta al p�blico, pero yo encuentro que Dios es sabio y utiliza todos los medios para hacerle inyectar a la gente esa esperanza, que es lo que hace la m�sica.
�C�mo manejas ser mam�-artista?
Dif�cil. Yo le atribuyo m�s el cr�dito a la gente que est� a mi alrededor. Tengo a mi madre y a una se�ora que se llama Argentina, que tiene 21 a�os viviendo conmigo, que ha sido pr�cticamente la madre de mis hijos. Porque para yo poderme movilizar, tengo que saber que mi casa est� en orden, que habr� cierta dosis de balance en lo que es el diario vivir. Tan pronto yo salgo de mi casa, est�n todos mis hermanos pendientes. En Navidad, tengo mi plan hecho para llev�rmelos donde quiera que yo est�.
�Qu� tal cantar con tu hijo?
Miguelito canta lind�simo, no porque sea mi hijo. Tiene un estudio de grabaci�n en el s�tano de mi casa y all� hace arreglos, en el disco que es el ganador del Grammy el tema t�tulo lo arregl� �l. Enloquece a las muchachitas, las pone locas, se contornea en tarima y yo le digo �qu�tate de all� que este es mi show� (r�e).
�Qu� pas� con los vecinos?
Se han dispersado. Algunos se retiraron a la Rep�blica Dominicana a vivir con sus familias. Otros est�n en otras agrupaciones y haciendo proyectos individuales. Todos siguen en la m�sica porque yo creo que esa fiebre no se baja tan f�cil. Pero de verdad que cuando Rafael (V�squez, su esposo y creador del grupo Mili, Joselyn y Los Vecinos) muri�, yo no cre�a que volv�a. Estuve dos a�os fuera de todo.
De all� hubo un deseo de conocer m�s profundamente a Dios. Mart�n, Joselyn y Fausto (esposo de Joselyn) est�n consagrados a la m�sica sacra.
Me entusiasm� mucho mi m�nager con la idea de hacerle un disco a la memoria de Rafael en el 98. Yo retorno a la m�sica pensando que yo lo hac�a como tocando base para volver a irme. Pero me reencontr� de nuevo con la m�sica. Joselyn me lo ven�a diciendo �olv�date, vuelve a tu m�sica y enam�rate de la persona de Jesucristo que todo lo dem�s va a caer por su propio peso�.
�Qu� has aprendido del p�blico?
Es incondicional, como cuando te enamoras por primera vez que lo haces con una transparencia y una entrega total. El p�blico cuando se enamora con un artista es as�, no entiende de nada. El p�blico siempre se da.
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