Publicado el viernes 13 de abril de 2007 - Edici�n No. 890 | Inicio | | Foros | Favoritos | Buzón | ? |
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ESTA SEMANA
Nuevos pinchazos para más salud

Las actuales políticas de salud hablan de prevención, pues ésta resulta más económica que la cura de enfermedades. Con ese fin, reinan las inmunizaciones, por eso en Panamá se pretende incluir tres vacunas más el próximo año y, este año, dos.

VANNIE ARROCHA

‘No me gustan las vacunas, porque me puyan’, dice María Fernanda Morales Sánchez, de seis años. Por el momento, ella está contenta, pues la enfermera le dijo que no tiene que volver a ponerse otra hasta cuando cumpla 15 años. ‘No sé si iré a ponérmela, la verdad es que no me gustan’, concluye la niña. La mayoría de las vacunas viene en dosis aplicables de manera intramuscular, y los niños detestan esos pinchazos.

En las últimas décadas se han creado nuevas vacunas que prometen más salud y vidas más largas. Los organismos y médicos promueven su inclusión en los planes de salud (e incluso piden a las farmacéuticas bajar sus precios) para que puedan llegar a más niños y así evitar millones de muertes, enfermedades y discapacidades.

El Ministerio de Salud (Minsa) panameño ha dado pasos firmes para añadir más pinchazos a la tarjeta de vacunación de los niños. Si comparamos el esquema de inmunizaciones de los años 1980 con el actual, se puede percibir un incremento importante. Entonces solo se aplicaban a los menores de seis años vacunas contra difteria, tétano, tos ferina, polio y viruela. Hoy el cuadro de inmunizaciones incluye 15 vacunas, y la lista seguirá creciendo durante 2007 y 2008.

Del 21 al 29 de abril se realizará la Semana de Vacunación en todo el país y se aprovechará para hacer el lanzamiento oficial de la inclusión de otra vacuna al esquema nacional de inmunizaciones, la de hepatitis A.

‘Todos los gobiernos que hemos tenido, en mayor o menor escala, han invertido en la vacunación, porque esta es la única actividad de salud pública de costo-efectividad cuyo impacto se puede medir a través de los indicadores’, explica la directora del Programa Ampliado de Inmunizaciones, la enfermera epidemióloga Itzel S. de Hewitt.

En 1999, el presupuesto para inmunizaciones era de un poco más de 400 mil balboas y según Hewitt, actualmente, se ha incrementado ha 7. 2 millones con la incorporación de las nuevas vacunas.

Crece la familia de inmunizaciones

El Estado no compra las vacunas ni las incluye en el cuadro de inmunizaciones solo porque existan. Antes de que una vacuna sea elegida para integrarse al cuadro, se hace un estudio de carga de la enfermedad, es decir, se vigila la incidencia, magnitud y trascendencia de la enfermedad en los panameños, según edad y sexo, por un año.

Siguiendo este protocolo, el Programa Ampliado de Inmunizaciones del Minsa, de 2001 a 2006, ha incluido cinco vacunas: ‘En 2001 se unió al esquema de inmunización la pentavalente (tos ferina, hepatitis, difteria, tétano y meningitis); en 2002, se introdujo la hepatitis B para recién nacidos; en 2003, la tetravalente (DPT-Hib); en 2006, rotavirus (diarrea) e influenza (gripe)’, informa Hewitt.

De la misma manera, se decidió que este año se implementen dos vacunas más: la vacuna de la hepatitis A (enfermedad del hígado que hace que este se inflame y deje de funcionar correctamente) para niños de 12 meses, con un refuerzo a los 18 meses, y para finales de año también se incluirá la vacuna de tos ferina DT a celular, la que se debe aplicar a adolescentes con el objetivo de que, en caso de embarazarse, el recién nacido no desarrolle la enfermedad. Hewitt señala que esta medida se ha tomado porque se han dado algunos casos en que las adolescentes embarazadas contagian a sus bebés.

Además, se ha programado que para 2008 el esquema siga ampliándose con tres importantes vacunas: contra el neumococo, la varicela y el virus del papiloma humano.

La bacteria del neumococo es la responsable de la enfermedad neumocócica, una severa infección bacteriana que puede causar neumonía y meningitis. Según el informe de 2006 de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) sobre el lineamiento de inmunizaciones, se estima que la enfermedad neumocócica es causante de un millón 600 mil muertes cada año; de esas, 800 mil son niños menores de cinco años. Las tasas de enfermedades invasivas por neumococo son más altas en menores de dos años. De allí la importancia de incluir esta vacuna en el cuadro de vacunas panameño, pero se ofrecerá solo a los grupos de riesgo: niños con anemia, cáncer, leucemia.

‘Esta vacuna es muy efectiva, pero costosa’, explica Hewitt, ya que una dosis de neumococo puede costar de 70 a 85 balboas. Ella indica que comprar la vacuna contra el neumococo para toda la población costaría 17 millones de balboas. Solo aplicarla a los niños en riesgo conlleva una inversión de 888 mil balboas.

Por su efectividad esta vacuna se recomienda suministrarla también a niños sanos, sin embargo, en las farmacias, clínicas y hospitales privados la podrá conseguir con el precio señalado.

Si bien la varicela -cuya vacuna también se incluirá- no causa peligro de muerte, Hewitt indica que es importante aplicarla porque los niños y adultos, al enfermarse por este virus, pasan dos semanas alejados de sus labores diarias y esto se puede evitar.

Por otro lado, la vacuna del virus del papiloma humano salvará vidas, literalmente. En 2004, se reveló que la primera causa de muerte de las panameñas es el cáncer cérvico uterino, causado por este virus, cuya vacuna ha salido al mercado internacional recientemente. Y la que se espera entre al mercado panameño el próximo año.

La médico pediatra Fulvia Guerra explica que al aplicar esta vacuna ‘a niñas antes de que tengan vida sexual activa, en edades comprendidas de los 9 a los 12 años y en mujeres que no hayan iniciado vida sexual, va a impedir un cáncer y ofrecerla es una excelente opción’.

Con la llegada de estas nuevas vacunas, Guerra expresa que Panamá está acercándose a cubrir en su totalidad las inmunizaciones que recomienda la Sociedad Americana de Pediatría, ‘lo que es excelente como política de salud’, expresa.

Continúan en la adolescencia

La pediatra enfatiza en que las vacunas no se acaban a los cinco años, sino que, en la adolescencia, hay una serie de vacunas que se deben suministrar y otras que se deben reforzar, por ejemplo: la tetravalente de sarampión, papera y rubéola debe volver a suministrarse entre los 12 y 15 años; la toxoide (refuerzo contra el tétano) entre los 11 y 12 años; y, por supuesto, la del virus del papiloma humano (recomendada su aplicación entre los 9 y 12 años).

Guerra recuerda que fue a las madres a las que la OPS le otorgó la tarea de velar porque a los infantes y adolescentes se les suministre debidamente sus vacunas.

Por su parte, la directora del Programa Ampliado de Inmunizaciones aclara que el Minsa es el que compra las vacunas y reparte a la Caja de Seguro Social (CSS), por lo que las vacunas deben estar accesibles al público en los centros de salud y policlínicas de la CSS y, en las áreas apartadas, mediante giras.

Hewitt opina que el niño de ahora goza de más salud, pues ‘tiene la tecnología de punta, tiene nuevas vacunas y ahora se puede prevenir más’, lo que le brinda ‘calidad de vida, años de vida’.


 
 
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