Pueblo educado, pueblo sano

Nancy Guzmán López es la presidenta de la reactivada Sociedad Panameña de Salud Pública. Ella recuenta la misión y visión con que ha resurgido esta organización.

¿Por qué deciden reactivar la Sociedad Panameña de Salud Pública?

Esta sociedad existe desde los años setenta. Después de la invasión y consecuentes problemáticas se dispersaron los integrantes. Hasta que en una reunión, se analizaron los estatutos y concretaron los nuevos reglamentos, adecuando nuestra misión y visión a las metas del siglo XXI. En octubre de 2006, se realizó una campaña tanto de inscripción como de reinscripción y se efectuaron las elecciones.

¿Qué se proponen lograr?

Nuestra principal meta es mantener y sostener las bases y los criterios eminentemente técnicos en la elaboración de políticas de salud y darle seguimiento permanente. Además, promover una educación y actualización continuas para los asociados en materia de salud pública internacional y ser orientadores de la comunidad. Un pueblo sano y educado en salud es un pueblo en control y productivo.

¿Qué soluciones plantean ante los problemas actuales?

Hemos realizado, desde nuestra conformación el 29 de noviembre de 2006, foros públicos, talleres y reuniones con los asociados y fabricamos un documento de 46 páginas en el que plasmamos lineamientos que consideramos de importancia para la elaboración de un sistema único de salud con equidad.

¿Fue entregado a la Comisión Técnica de Garantes?

Les entregamos el marco legal que sustenta y avala la creación de un sistema único nacional de salud y las diferentes formas de subsidio, y se sugieren estrategias como la de reglamentar el artículo 105 de la Constitución de la República de Panamá en la cual se ordena la integración de los servicios de salud.

¿Por qué falla el sistema de salud pública actual?

La causa es multifactorial: los recursos insuficientes por la duplicación de los servicios de las dos instituciones principales que ofertan salud soslayan lo primordial, la prevención. También influye la distracción de los compromisos de los funcionarios en cumplir con los objetivos encomendados; la injerencia política en la colocación de personas no técnicas en puestos estrictamente técnicos y las políticas de salud deben ser de Estado y no de gobiernos; y, sobre todo, la falta de continuidad y seguimiento en los programas de salud que son en ocasiones compromisos internacionales con ONG, quienes pierden el interés en seguir subsidiándolos.

¿Qué fallas en la atención médica no se deben tolerar?

No permita el maltrato verbal o grosero en las ventanillas, porque no es un favor, es un derecho. Tampoco permitir la arbitrariedad en la distribución de los cupos. Si usted ve que llegó primero, pero por amistad otro recibe atención inmediata, tiene todo el derecho de preguntar la razón. Observe que toda la instalación esté limpia, que haya disponibilidad de cupos, no sea que después de una larga espera le digan 'venga mañana'. Y no permita que le exijan madrugar y luego vea al médico marcharse a las 10:00 a. m.