El cáncer cervical es el segundo más común en la mujer, después del cáncer de mama, en América Latina. En el mundo, cada dos minutos una mujer muere por su causa, sin embargo, ya existe una vacuna preventiva, que según los investigadores es una promesa de vida para millones de mujeres de este siglo.

Las tasas de cáncer cervical se incrementan significativamente; alrededor de unas 270 mil mujeres mueren por su causa cada año y de estas defunciones el 85% ocurre en países en desarrollo, debido a la falta de programas de prevención. En Panamá se descubren unos 375 casos nuevos anualmente.

El catedrático Xavier Bosch, del Instituto Catalán de Oncología de Barcelona, explicó en una conferencia del laboratorio GlaxoSmithKline en Brasil, que América Latina es una región de alto riesgo y que hay países como México, Venezuela, Bolivia, Colombia, Perú y Ecuador en donde este tipo de cáncer es el primero entre las mujeres. En la región, 72 mil mujeres son afectadas anualmente por este tipo de cáncer.

Bosch señala que este cáncer puede afectar a las mujeres de entre 20 y 30 años, aunque es más frecuente en las mujeres de más de 35 años, llevándolas a una muerte prematura cuando están en la cumbre de sus vidas.

El examen clave para la prevención del cáncer cervical ha sido, desde mediados de la década de los 30, el Papanicolau, que detecta la aparición de células anormales en el cuello uterino. Pero aún así, regiones como Asia Pacífico, África y Latinoamérica mantienen altas incidencias de esta enfermedad.

No obstante, para el mundo médico y la mujer ha aparecido una vacuna que es mucho más que esperanza: es prácticamente una garantía de vida. Es la vacuna que previene el contagio de ciertos tipos del virus del papiloma humano que causa el cáncer cervical. Por lo que podría catalogarse para algunos como la ‘vacuna del siglo’.

>El culpable: Virus del Papiloma Humano

Los doctores Harold Zur Hausen y Gissman Lutz, ambos investigadores alemanes, descubrieron que el cáncer cervical estaba asociado al Virus del Papiloma Humano (VPH) en 1981, demostrándose así que esta era una causa necesaria para el cáncer cervical y que la prevalencia del VPH en este tipo de carcinoma es de 99. 7%.

El papiloma se transmite por relaciones sexuales, por lo que todas las mujeres sexualmente activas tienen riesgo de contraerlo, así como sus parejas. Los investigadores han identificado plenamente, según el doctor Eduardo Franco, profesor y director de la División de Epidemiología del Departamento de Oncología de la Universidad de McGill en Montreal, Canadá, por lo menos unos 100 tipos de VPH; de estos, solo 40 infectan el tracto genital y unos 15 son causantes de cáncer cervical o lesiones precancerosas. Los otros son de bajo riesgo y pueden causar verrugas genitales benignas.

Bosch explica que los virus están catalogados por número y que se sabe que son el 16 y el 18 los responsables del 70% de todos los casos de cáncer cervical. El VPH 16 es el que se presenta en la mayoría de los cánceres de cuello del útero, y el 18 es el segundo. Mientras que los tipos de VPH 45 y 31 son la tercera y cuarta causa más frecuente de los tipos de virus que producen cáncer. Es decir, estos cuatro VPH son los responsables del 80% del cáncer cervical del mundo.

En Panamá se estima que entre 30% a 40% de la población femenina reproductiva padece de algún tipo de VPH, como lo explica el ginecólogo obstetra Jorge Lasso De la Vega.

Por ello, Bosch señala que una vez que se presenta el VPH en la mujer, se debe tipificar para así saber si se trata de un virus agresivo, y por ende de una paciente que hay que vigilar de cerca, pues podría desarrollar un cáncer cervical.

En Panamá, según el doctor Rafael de Gracia, presidente de la Sociedad Panameña de Obstetricia y Ginecología (SPOG), conocer el tipo de virus tiene un costo aproximado de hasta 250 balboas, por lo que no es accesible a todo el mundo.

Sobre el uso rutinario de la tipificación en nuestro país, explica el doctor José Moreno Moreno, ginecólogo obstetra, que Panamá está a la espera de poder implementar la prueba del Papanicolau con la tipificación viral del VPH, la cual se tomaría al momento del Pananicolau y permitiría conocer, en conjunto con esta citología, algunos de los tipos de virus causantes del cáncer cervical.

Por su parte, el doctor de Gracia >>> >>> recalca que Panamá dará un paso hacia adelante en la prevención del cáncer cervical, cuando finalmente llegue al país la prueba de Papanicolau con base líquida, la cual hará posible que los resultados sean más exactos, pues la prueba que se practica actualmente puede tener entre 25% y 40% de inexactitud.

‘Al tomar la muestra del cuello se trae consigo también todo lo que no es célula de la matriz. Sin embargo, con este método la muestra se pasa por una sustancia que elimina cualquier otro componente, dejando solo expuestas las células del cuello. De esta forma la capacidad de diagnóstico es más efectiva’, explica, y agrega que esta es la prueba que se realiza en Estados Unidos y en nuestros países vecinos, Costa Rica y Colombia.

Bosch también hace la salvedad de que el VPH está asociado con los tumores en la vulva, vagina y ano. En el caso de los hombres hay un riesgo de 1% a 2% de cáncer de pene a causa de este virus.

> Una vacuna esperanzadora

Después de muchos años de investigaciones, finalmente la ayuda para prevenir el cáncer cervical causado por algunos tipos de VPH viene en camino, y es que recientemente dos laboratorios farmacéuticos han dado a conocer las vacunas que han creado para prevenirlo.

Gardasil se llama la vacuna preventiva -no curativa- del laboratorio Merck Sharp & Dohme, y ya está aprobada por la Administración de Alimentos y Drogas (FDA por su siglas en inglés) de Estados Unidos. Actualmente se vende en países como México y Estados Unidos. En Panamá aún no está a la venta. Se encuentra aún en trámites de registro sanitario en el Ministerio de Salud.

Esta vacuna protege de los VPH 16 y 18 (causantes del 70% al 80% de las lesiones precancerosas y cáncer cervical) y el VPH 6 y 11 (causantes de las verrugas genitales). Este medicamento se administra en una serie de tres inyecciones en tejido muscular, en un periodo de seis meses y se recomienda aplicarla a mujeres de 16 a 21 años que aún no hayan iniciado su vida sexual.

Por su parte, el laboratorio Glaxo

SmithKline ya tiene lista su vacuna Cervarix y actualmente está realizando las pruebas correspondientes para su aprobación por la FDA. Según Bosch, Cervarix protege específicamente contra los virus 16 y 18.

Esta vacuna debe aplicarse también en tres dosis en un lapso de seis meses y se recomienda administrarla a niñas menores de 12 años, según explica la doctora e investigadora Margaret Stanley, del departamento de patología de la Universidad de Cambrigde, a quien se le debe el estudio para desarrollar esta medicamento.

El doctor Franco señala que una mujer que pase de la edad recomendada para la vacunación y que no presente alguno de los dos tipos de VPH mencionados puede ser candidata a la vacuna.

Por su parte, este grupo de especialistas estudiosos del cáncer cervical enfatiza en que para disminuir su incidencia en el mundo y que la vacuna cumpla su cometido, debe organizarse una campaña masiva de vacunación en todos los países, por lo que el objetivo final es que los gobiernos incluyan este medicamento dentro del cuadro de vacunas obligatorias para las niñas.

Por otro lado, la doctora Stanley señala que aún no se ha comprobado la efectividad de la vacuna en los niños varones, sin embargo, se están haciendo los estudios pertinentes. Asegura que si se llegara a confirmar su efectividad en el sexo masculino, la vacunación debería incluirlos también, de esta forma se estaría atacando por todos lados.

Las estadísticas indican que si la prevención no mejora habrá un millón de casos nuevos cada año antes de 2050. Sin embargo, estas vacunas, aunadas a mejores técnicas para una detección temprana del cáncer cervical, prometen frenar su aumento y dar una mejor calidad de vida a millones de mujeres.